Boicotean las obras en la playa de Laga al echar arena al depósito de una excavadora

La pala del tractor amaneció también con una pintada en la que se podía leer 'Itzi Laga bakean' (Dejad Laga en paz'). El incidente, por tanto, ha añadido un nuevo capítulo al conflicto en torno a la intervención en el arenal vizcaíno, que a las 13.00 horas de este sábado se convertirá en punto de encuentro de una protesta vecinal.

«Han tenido que sacar la arena del depósito con un extractor, porque la han dejado inutilizada», contaba esta viernes por la mañana a EL CORREO un vecino de Ibarrangelu, municipio al que pertenece la playa de Laga.

La actuación menor promovida por Costas provocó desde el principio la oposición vecinal, «primero porque se quieren cargar el acceso principal de la playa y segundo porque no nos han informado con detalle en qué va a consistir, ni las consecuencias que acarreará esa 'regeneración' de la que hablan», se quejaba también una mujer habitual del arenal, uno de las más visitados de Bizkaia.

Según la administración de Costas, las labores tienen como objetivo crear «dos nuevas dunas para mejorar la defensa y estabilidad de la costa frente al cambio climático». Sin embargo, en Ibarrangelu ven en las mismas una amenaza para la accesibilidad y el disfrute de uno de sus entornos naturales más queridos y visitados del territorio histórico.

«Van a hacer una chapuza y se van a cargar la zona de las escaleras, que es un punto de encuentro y disfrute importante para los que amamos este paraíso», desconfiaban asimismo desde la comunidad de surfistas de Ibarrangelu. «Para los que no podemos acceder a la orilla esta escalinata es una manera cómoda de disfrutar de las puestas de sol, el paisaje, la brisa…», apuntaba por su parte Janire, que sufre de movilidad reducida.

«Nos dicen que las dunas tendrán 80 centímetros de altura, pero con el tiempo se irá acumulando más y más arena y crecerán en tamaño hasta taparnos la visión del paisaje», se quejaba el zornotzarra Iker Astoreka, al que le gusta disfrutar de la actividad de la playa desde la cristalera del bar Toki Alai de Laga. «Sería una pena que nos quitaran este escaparate».

Desde la institución encargada de las obras, por el contrario, aseguraron ayer a EL CORREO que los peldaños del principal acceso a la playa «no van a desaparecer», confirmó por su parte el subdelegado del Gobierno central en Bizkaia, Carlos García Buendía. «Se han llevado a cabo este tipo de obras menores en otras playas como Plentzia y Gorliz y sus usuarios han quedado muy contentos», aseguró.

«Lo que se trata es de integrar el espacio en el entorno ecológico de Urdaibai», aclaró. En este sentido, fuentes de Costas argumentan además que la eliminación de estructuras de hormigón, como las duchas, responde a una estrategia de conservación natural. «Se colocarán en otra área».

Respecto a la instalación de una estructura de madera de tres metros de ancho como nuevo acceso —la mayor entrada de las tres que cuentaen la actualidad el arenal—, las mismas fuentes aseguran que «permitirá el paso cómodo de hasta dos carritos de bebé». Sin embargo, quienes se oponen a la actuación dudan de que esta estructura garantice la seguridad necesaria. «En verano, miles de personas entran y salen por ese punto, y en condiciones de marea alta, cuando los bañistas deban abandonar la playa para evitar que el agua los alcance, el desalojo podría volverse más lento de lo habitual debido al estrechamiento que supone esa pasarela».