Los arrantzales pescan más pero ganan menos, salvo con la anchoa

Las cofradías de bajura de la comarca, especialmente las de Ondarroa y Bermeo y en menor medida la de Lekeitio, han registrado este verano un aumento considerable en la cantidad de pescado subastado. Pero la balanza ha quedado desequilibrada para los arrantzales, debido a que, a excepción de la anchoa, los precios de todas las especies han protagonizado un descenso generalizado.

«Los valores de venta vuelven a la tendencia que se observaba en 2019, antes de la pandemia y comparando con 2022, las comercializaciones de anchoa han subido un 116%, el bonito del norte un 47%, mientras que el verdel ha aumentado un 37% y un 46%, la sardina», destaca el último informe sobre el sector del Gobierno vasco. El chicharro ha sido el único pescado que ha caído en un 61% debido a la reducción de la cuota establecida por la UE.

Para los pescadores, una vez más, la costera del bocarte que se cerró con más de 10.700 toneladas descargadas en los puertos vascos, ha vuelto a convertirse en la más rentable. «Su cotización ha ascendido a 1,61 euros el kilo, lo que supone un aumento del 36%», detalla el estudio. Por el contrario, el verdel ha caído un 29% al rozar el euro, mientras que la sardina ha bajado un 4% al venderse a una media de 1,16.

Una de las grandes decepciones para la flota, ha sido el precio del bonito del norte, que en plena temporada ha llegado a ser un 27% más barato que hace un año al comercializarse por poco más de tres euros el kilo. El verano anterior, en 2022, se pagaba a 4,23 euros.

Los barcos con base principalmente en Bermeo y Ondarroa, así como en el resto del Cantábrico, disponían de 18,6 millones de kilos. «Pero la costera ha ido de más a menos, la lejanía de la especie y los bajos precios, casi nos han empujado a dejar la pesquería sin agotar la cuota», señalan desde la cofradía bermeana. De hecho, según las últimas estimaciones realizadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, han dejado de apresar 1,6 millones.

Las buenas noticias para los arrantzales han llegado de la mano de los científicos. Este año se ha hecho una nueva evaluación del estado de esta especie que revela que la probabilidad de que el stock no esté actualmente sometido a sobrepesca es del 99,6%.

Además, tampoco han detectado circunstancias excepcionales que impidan aplicar un incremento del 25% para el próximo tope de capturas del periodo 2024-2026 que permitiría a la flota disponer de 47.251 toneladas.

La medida tiene que ser ratificada y aprobada por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) que se reunirá entre los próximos 13 y 20 de noviembre en la ciudad de El Cairo (Egipto). «Son buenas perspectivas, porque somos los primeros interesados en que los recursos tengan buena salud», han indicado desde la federación de cofradías de bajura.

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