'El búho', un «oportunista» peligroso
El supuesto cabecilla de la violación grupal se dedicaba con otros individuos a robar móviles y asaltar a «borrachos e incautos» en las calles de Bilbao
Hace unos dos meses, una patrulla policial observó una pelea de madrugada entre dos personas en el entorno de la discoteca Living, en la Alameda ... de Rekalde de Bilbao. Los agentes se bajaron del coche. En cuanto se apercibió de su presencia, uno de los contendientes empezó a correr. Fue interceptado varios cientos de metros después. Los policías le identificaron y le registraron. Sabían quien era: Mohamed S., 'El búho', un chico de 18 años de origen marroquí y con vínculos familiares en Holanda que ya había sido detenido en varias ocasiones anteriores. Aquel día no tenía nada sospechoso encima y le dejaron marchar. Lo que nadie podía aventurar es que unas semanas después iba a convertirse en el supuesto cabecilla de la violación múltiple que sufrió una joven de 18 años en la noche del pasado jueves en el parque Etxebarria de Bilbao.
Mohamed S. apenas lleva un año viviendo en la capital vizcaína, pero ya es un viejo conocido de la Ertzaintza y la Policía Municipal. Para los agentes no se trata sólo de «otro chico desestructurado más» de la calle San Francisco, sin arraigo familiar, que genera problemas y que se ve envuelto en pequeños hurtos cada cierto tiempo. Ya antes de la agresión sexual en grupo cometida hace seis días, Mohamed había cometido algunos delitos importantes y se le consideraba como un «oportunista» peligroso; un individuo que contaba en su historial con una serie de robos con violencia, con especial fijación hacia los teléfonos móviles, y sobre el que incluso pesaban requisitorias al no haberse presentado en los juzgados. «Le gusta la fiesta», se había visto implicado en reyertas y no perdía la oportunidad de asaltar a «borrachos» y «despistados» durante los fines de semana por el centro de Bilbao. A veces en solitario y otras muchas en grupo, pero siempre con «un papel importante», de «líder» con sus amigos, explican fuentes policiales.
Muchos agentes se refieren a él como 'El búho' por el enorme tatuaje que se hizo en el cuello hace unos meses con la imagen de esta rapaz. El dibujo resultó determinante para que la joven violada pudiese identificarle como uno de sus agresores. Según las fuentes consultadas por este diario, la chica había contactado con 'El búho' a través de las redes sociales. La agresión se consumó cuando el joven apareció con otros cinco individuos en la plaza del Gas. Al parecer, Mohamed agarró del pelo a la víctima y la llevó hasta unos arbustos del parque donde fue violada.
Trifulca en comisaría
El otro encarcelado en Basauri, Amin S., de 21 años y nacionalidad marroquí, apenas llevaba unas semanas en España, a donde supuestamente había llegado en patera. No se conoce mucho de su historial; apenas que, como su colega Mohamed, «se encontraba en situación irregular» en el país, explican los mismos medios. A pesar de que la víctima declaró que permaneció con los ojos cerrados durante gran parte de la agresión, pudo ser identificado supuestamente por unos arañazos que la joven le hizo en la espalda.
Los otros cuatro individuos han quedado en libertad con cargos -todos ellos de nacionalidad argelina y con edades entre los 22 y los 36 años- después de que la muchacha agredida no fuese capaz de reconocerlos sin género de dudas en los juzgados. Al menos dos también poseen una extensa ficha policial.
Los cuatro fueron detenidos cerca del Mercado de la Ribera pocas horas después de la violación e insisten en que no son amigos de 'El búho', pese a que solían coincidir en la plaza Corazón de María y estaban con él en el momento del arresto. De hecho, uno de ellos se paró ayer ante las cámaras de televisión a la salida del juzgado -donde los cuatro deben acudir cada día- y explicó que sólo conocía a Mohamed S. «de Holanda» (se supone que ambos pasaron allí un tiempo) y que no había visto nunca a la víctima de la violación. Según los mismos medios, los seis detenidos se pelearon entre ellos durante su estancia en los calabozos de la comisaría de Deusto.
La clave puede estar en la ropa interior
La investigación de la violación múltiple se encuentra a la espera de que lleguen los resultados de ADN y que se realicen otras pruebas, como la revisión de cámaras y teléfonos móviles. Las muestras genéticas que le tomaron a la víctima en el hospital fueron enviadas a Madrid por el Instituto de Medicina Legal. Por otro lado, la Ertzaintza analiza los calzoncillos y otras prendas de los sospechosos para tratar de buscar evidencias.
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