«Es una buena oportunidad para dar más vida a la zona»
Los vecinos de los alrededores de La Casilla celebraban ayer la noticia del nuevo rumbo que tomará el pabellón y sus inmediaciones
La Casilla ha servido durante años de escenario para muchas actividades festivas y deportivas, pero los vecinos de la zona coinciden en que desde hace ... tiempo este espacio estaba «desaprovechado». Basta con dar una vuelta por los alrededores el mismo día del anuncio de su derribo y posterior transformación para ver la buena acogida que la noticia ha tenido entre quienes frecuentan las inmediaciones del pabellón.
«Siempre he vivido por aquí y he visto la transformación que ha sufrido, desde un parque mucho mayor que el que hay ahora, hasta la llegada del pabellón, que con el tiempo resultó insuficiente», explica Jesús Tamalloa, quien ve en el proyecto que quiere sacar adelante el Consistorio bilbaíno una «buena oportunidad» para «dar más vida» a la zona. Porque, entre otras mejoras, el plan del Gabinete de Aburto contempla la construcción de un aparcamiento subterráneo, una «idea muy positiva para las necesidades que requiere la movilidad en la ciudad», asegura.
Antes de la construcción del pabellón de Miribilla, había mucho más ambiente en la zona
Como él, Conchi Bilbao y Doroteo Zabala, habituales del parque, coinciden en que este espacio se estaba «yendo a pique». Para ambos, La Casilla «siempre ha sido muy importante» y por eso celebran la llegada de mejoras. Aunque hay algo que les gustaría añadir a esa lista de opciones para el futuro del pabellón: «Estaría bien que volvieran los bailes, sobre todo en invierno», apuntan.
La Casilla vivió una de sus épocas de mayor esplendor cuando su cancha acogía los encuentros del Caja Bilbao, primero, y del Bilbao Basket, después. Rafael Zurdo lo recuerda bien: «Cuando no existía Miribilla aquí había mucho más ambiente», rememora. Pero con la construcción del nueve pabellón la zona «se quedó muerta». Algo en lo que coincide Teresa Peña, que apunta a que la degradación del barrio era un tema recurrente entre los vecinos: «Siempre hablábamos de que tenían que hacer algo con este espacio porque está muy céntrico y todo lo que sea renovarlo es bienvenido», señala.
Su reconversión en 'vacunódromo' trajo consigo mayor afluencia de gente a diario
Edificio emblemático
Sentados en uno de los bancos instalados en la plaza, Miguel Heppe y Montse Otzerinjauregi se confesaban «muy satisfechos» con el proyecto anunciado ayer. «No vivimos aquí, pero solemos venir bastante y desde hace tiempo no había nada que aprovechara este espacio que, por otro lado, se está quedando viejo». Paradójicamente, la reconversión del inmueble en 'vacunódromo' en marzo del año pasado le dio cierta vida al barrio a diario. Pero con su clausura en noviembre volvieron a emerger las carencias de un edificio emblemático para la villa: «La Casilla es muy famosa en Bilbao y es difícil que alguien no la conozca, así que los planes que regeneren esta zona son bien recibidos».
Hosteleros y comerciantes celebran el proyecto
Los cambios que sufrirán La Casilla y sus alrededores están encaminados a mejorar la calidad de vida de los vecinos, pero aquellos que trabajan en la zona también celebran la iniciativa del Ayuntamiento. Es el caso de María Clavijo, que regenta la pastelería Sugar Skul en uno de los laterales del parque. «Las obras siempre tienen partes negativas y positivas», apunta. El ruido y el polvo se incluyen entre las primeras, pero también pueden convertirse en algo bueno, como ella misma explica: «Con el trajín de arquitectos y obreros esperamos que el comercio de proximidad se beneficie».
Nerea Zabala lleva toda la vida en el barrio y se encarga del quiosco del parque. Y, como la mayoría de vecinos, considera positiva la noticia, porque «todo lo que sea traer deporte y zonas verdes viene bien para mayores, niños y gente con mascotas».
En el bar Txikia, Iker Fernández opina que el proyecto permitirá mejorar un barrio, que «está desaprovechado», aunque considera que «hace tiempo que se podrían haber hecho cosas aquí, como traer los frontones».
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