Los bomberos mantienen la vigilancia sobre el incendio de Lemoa
Efectivos del servicio foral prestarán hoy apoyo a la empresa encargada de desescombrar la zona afectada por el fuego
Más de 48 horas después, los bomberos seguían ayer trabajando en la extinción del incendio que, en la madrugada del miércoles, devoró un edificio que ... albergaba siete viviendas, un taller de reparación de vehículos y una empresa de tratamiento de plásticos. Las labores avanzaron a buen ritmo, lo que permitió darlas por terminadas. «Ya no hay llamas, sólo humo», señaló por la tarde un portavoz del Servicio de Extinción. No obstante, mantendrán la vigilancia sobre la zona afectada con inspecciones «cada dos o tres horas».
Publicidad
En la noche del jueves ya se quedó un retén por precaución, y ayer por la mañana se desplazaron hasta el lugar los mismos vehículos que el día anterior, una bomba de agua y una escala, y tres bomberos para «servir de apoyo» a los operarios encargados del desescombro. Hoy repetirán la operación con los mismos medios. «La empresa sigue con dos palas sacando chatarra y hay algún punto que humea», explicaron las mismas fuentes.
La retirada de escombros fue ayer «más rápido de lo esperado» pese a la presencia de amianto
A lo largo de la jornada de ayer, precisan desde la Diputación, los trabajos de desescombro «fueron muy bien, bastante más rápido de lo esperado y sin inconvenientes», pese a que la presencia de amianto obligó a intervenir a una empresa especializada para su retirada y a cerrar el acceso a la zona por el riesgo de que los curiosos se vieran afectados por un humo que pudiera contener partículas de fibrocemento. De hecho, un cordón policial impedía ayer a los viandantes acercarse al lugar de los trabajos.
Y es que no se trata un incendio cualquiera, con el colapso de un edificio industrial sobre un río. Hicieron falta siete horas y hasta 41 profesionales de cuatro parques para poder controlar las llamas, que se iniciaron en torno a las dos de la madrugada e hicieron venirse abajo el inmueble apenas tres horas después. En su interior, más de medio centenar de coches resultaron calcinados, y también 50 toneladas de plástico y bidones que contenían 4.000 litros de gasóleo, según detallaron los propios bomberos.
Publicidad
Los nueve vecinos del bloque calcinado siguen repartidos entre un hostal y viviendas de familiares
Medidas correctoras
De ahí que otra de las preocupaciones sea la medioambiental. Técnicos de la Agencia Vasca del Agua, URA, han acudido en los últimos días a comprobar el cumplimiento de las medidas correctoras para evitar una mayor afección al Ibaizabal. Se colocaron barreras para evitar la llegada de más material al río, de donde el jueves se sacó algún coche. .
Los nueve vecinos que residían en el inmueble calcinado están repartidos entre el hostal Amorrortu de la localidad y en viviendas de familiares y amigos a la espera de que el Ayuntamiento, la Mancomunidad de Arratia y la Diputación les den una «solución personalizada» en función de sus necesidades. A la decena de personas desalojadas del edificio más próximo, que alberga almacenes y viviendas en la parte de superior, se les permitió ya regresar en la noche del jueves.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión