Bizkaia se asfixia a más de 40 grados

La noche ya anticipaba la jornada asfixiante que se iba a vivir. Volvió a ser tórrida, más que tropical, 'ecuatorial' -como se denomina cuando se registran temperaturas por encima de los 25 grados-. Las temperaturas nocturnas más altas las soportaron en Orduña con 27,5 grados a las tres de la madrugada, valores totalmente excepcionales. En Carranza y Orozko se anotaron 24,1, a las siete y a las cinco de la mañana, y en Bilbao no se bajó de los 23 grados, con las calles abarrotadas de participantes en las fiestas.

Euskalmet alertaba por la mañana de que las temperaturas estaban subiendo «de forma muy rápida». «Es un evento extremo, son temperaturas excepcionales y tienen que ver con que sopla viento del sur», explicaba Onintze Salazar, científica de la Agencia Vasca de Meteorología. Se estaban desbordando todas las previsiones y Euskalmet elevó los niveles de riesgo. Tuvo que pasar de aviso amarillo a alarma roja por calor extremo entre las tres y las seis de la tarde. De hecho, numerosos puntos del territorio se encontraban ya por encima de los 30 grados antes de las diez de la mañana. Poco después de las dos de la tarde se habían superado los 40 grados en municipios como Areta, Amorebieta, Balmaseda, Derio, Galdakao, Sestao, Igorre, Iurreta, Mungia, Muxika, Orozko, Getxo, Sodupe, Zalla y Bilbao.

En esas horas centrales Bizkaia se sumió en un ambiente asfixiante. Solo en primerísima línea de la costa el calor era ligeramente más soportable. Playas y piscinas se llenaron aunque la única forma de combatir el calor era dentro del agua -el mar rozaba los 24 grados-.

En las calles de Bilbao y otros municipios vizcaínos, el asfalto multiplicaba la sensación de agobio. Los turistas buscaban las aceras en sombra, los parques con árboles y se refrescaban en las fuentes, sorprendidos por la insólita temperatura con la que se habían encontrado cuando esperaban el frescor del norte. Muchas personas buscaron el baño en las fuentes para mitigar los estragos del calor y en el recinto de la Aste Nagusia se utilizaban mangueras para refrescar a los participantes en la fiesta. El intenso calor obligó a retrasar algunas competiciones deportivas ante el riesgo que suponía.

Por la tarde se alcanzaban los picos de temperatura. El aeropuerto de Loiu, con 42,9 grados, batía el récord histórico de agosto de 1947 situado en los 42, según datos de Aemet. Sodupe alcanzaba los 45,6, con lo que superaba los 45 de Iurreta del 10 de agosto de 2012, o los 44,8 de Elorrio y los 44,4 de Balmaseda de esa misma fecha. Y también fulminó los 44,7 en Orozko de 2019.

Euskadi lideró también las máximas en España, con temperaturas por encima de las de Madrid, Barcelona, Valencia, Palma... Según los datos de Aemet, solo en puntos de Almería y de Badajoz tuvieron registros similares a los del País Vasco.

Las temperaturas extremas supusieron, además, que 48 personas en todo Euskadi tuvieran que ser atendidas por golpes de calor, de ellas 29 acabaron en el hospital. La mayoría de los casos se registraron en Bizkaia (30), frente a los 14 de Álava y los 4 de Gipuzkoa. Así lo han confirmado fuentes del Departamento de Salud, a tenor de los datos recogidos desde ayer y hasta las 9.00 horas de este jueves. La ola sahariana continúa este jueves aunque reduce ligeramente su intensidad. Tras otra noche tórrida y una mañana con temperaturas altas, se espera que bajen algo en la costa, hasta los 32 o 33 grados. Pero el ambiente seguirá sofocante en el interior.

El viento seguirá este jueves soplando del sur, lo que unido al calor y la sequedad de la vegetación, ha puesto a toda la comunidad en aviso naranja por riesgo de incendios forestales. El Gobierno vasco ha pedido que no se hagan fuegos en entornos rurales. El calor cederá este viernes. Llegan las nubes y la lluvia e incluso podrían registrarse tormentas. El sábado entra ya un frente de precipitaciones.

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