Bilbao controlará al minuto los ruidos en Abando con 24 nuevos sonómetros

Para conocer al detalle su magnitud en diferentes ubicaciones el Ayuntamiento de Bilbao va a instalar 24 medidores de ruido en este distrito. En estos momentos «por toda la ciudad hay repartidos medio centenar de sonómetros», apunta Álvaro Pérez, concejal adjunto del Área de Movilidad y Sostenibilidad. Son los que se utilizan para elaborar el mapa de ruidos de Bilbao.

El problema que tienen estos dispositivos -los que ahora están funcionando- es que registran los sonidos y luego hace falta un proceso para calcular las medias, que son las que realmente revelarían si hay un problema en cierta zona. Esto, a los vecinos, no les convence. «Nos dan medias diarias y eso no nos dice nada», se explica Marisa Fernández, de la asociación vecinal Anaitasuna. Por eso en los Presupuestos participativos de este año reclamaron un sistema más ágil y transparente que dé una dimensión científica y cuantificable de su padecimiento.

Eso es lo que acaba de salir a licitación. Álvaro Pérez apunta que este proceso para la contratación de 24 sensores de ruido responde a una demanda de los residentes para controlar el ruido en puntos que van mucho más allá de la ZPAE, como Ledesma o Pozas. Se trata de «reforzar la red de sonómetros» ofreciendo a la vez un servicio diferente. La novedad radica, fundamentalmente, en que los resultados de los nuevos dispositivos se podrán consultar online y en tiempo real, lo que da una inmediatez y universalidad en el acceso que nada tiene que ver con lo de ahora: cada medio año se presentan las cifras en el consejo de distrito.

El suministro de los 24 aparatos acaba de salir a licitación por un precio de 75.000 euros (IVA incluido) y como condición técnica está que el tiempo de integración sea de un minuto. En el Ayuntamiento siempre han apuntado que no tiene mucho sentido conocer al momento los niveles de ruido porque siempre puede haber picos puntuales (un petardo, un camión que pasa, etcétera) que desvirtúen la medición. Pero los vecinos, como queda dicho, no veían muy útiles las medias diarias cuando lo que sufren es, esencialmente, el jaleo nocturno con botellones y masificaciones en terrazas. Pero «si la media se hace cada minuto ya te permite tener una composición de lo que hay en esa calle», aprueba Marisa Fernández.

La dirigente vecinal recuerda que cuando presentaron su propuesta para la Presupuestos participativos se fijaron en otras ciudades que cuentan con un sistema similar. «En Dublín o en La Coruña existen estos sensores» que dan una imagen a tiempo real y públicamente por internet. Desde la asociación vecinal no quieren hacer sangre con la hostelería, que está soportando su segundo año de calvario pandémico. «El problema no es ella, sino la acumulación de locales».

Las polémicas a cuenta de los escándalos nocturnos en ciertos puntos de Abando tienen ya años y los vecinos más afectados son muy críticos con las políticas municipales. Sin embargo, estos 24 dispositivos nuevos han sido «muy bien recibidos». «Se están poniendo medios económicos en la fase de medición del ruido, que es la primera etapa del recorrido hacia la solución», dicen en la asociación vecinal. Además, ahora que Bilbao está embarcada en ganar puntos como ciudad saludable el asunto adquiere aún más trascendencia porque el exceso de ruidos afecta directamente a la salud provocando desde el debilitamiento del sistema inmunológico hasta estrés y depresión.