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Pasaron la final de la Europa League y la marea de hinchas ingleses y este jueves era día de hacer un primer balance provisional. Las ... instituciones han celebrado el éxito del evento, han agradecido a la ciudadanía su paciencia y responsabilidad y han apostado por seguir cultivando una imagen internacional que permita en el futuro atraer nuevas citas, deportivas o de cualquier otra índole. «Bizkaia no ha tocado techo», ha resumido la portavoz de la Diputación, Leixuri Arrizabalaga.
En realidad, es difícil predecir de qué manera se puede continuar creciendo. En la última década, el territorio, que ya cuenta con un festival de música consolidado como el BBK Live, ha atraído un rosario de eventos de enorme magnitud: el mundial de baloncesto de 2014, con el BEC como sede de EE UU; los MTV awards, los premios gastronómicos 50 Best y las finales del rugby europeo en 2018, año en el que se dio el gran salto cualitativo; el Tour en 2023; la Champions femenina en 2024...
«Estos éxitos nos posicionan para seguir organizando eventos de esta magnitud porque, además de dejar un importante impacto económico, fortalecen la marca Bizkaia a largo plazo», ha afirmado Arrizabalaga. En el horizonte ya se perfilan las dos próximas citas: el retorno de las finales del rugby europeo, dentro de un año, y, sobre todo, Bilbao como sede del mundial de fútbol de 2030, que organizan de forma conjunta España, Portugal y Marruecos. Y la perspectiva es ir a más. Por ejemplo, el Tour femenino. «Habrá más eventos de posicionamiento internacional», ha deslizado, sin dar más detalles, Ainara Basurko, diputada de Promoción Económica.
Todo esto, ya se sabe, forma parte de una estrategia de largo alcance para dar a conocer el territorio con el objetivo de atraer «no solamente turistas, sino también inversiones y talento para posicionar Bilbao, Bizkaia y Euskadi como territorio atractivo», en palabras de la portavoz foral. Un lugar al que los jóvenes quieran venir de Erasmus, donde las empresas apuesten por invertir y los profesionales cualificados decidan instalarse para combatir así el declive demográfico y estimular el crecimiento económico.
Para el alcalde, el partido que el Tottenham le ganó al Manchester United fue «la culminación de un sueño» después de aquella Eurocopa «que se le quitó a Bilbao con malas excusas, malas intenciones y mucho dinero por medio». «Me siento feliz, orgulloso, satisfecho y, sobre todo, enormemente agradecido porque Bilbao, de nuevo, ha aparecido en el mapa internacional, dando claro ejemplo de ciudad sin complejos», ha celebrado Juan Mari Aburto. El mandatario, en una rueda de prensa, ha desvelado que el director de UEFA Events, Martin Callen, le envió un mensaje para destacar que la organización fue «'top level', de lo mejor que he visto».
Aún es pronto para conocer el impacto económico de la final. Basurko dijo que será «muy alto». Pero también desigual. Los bares del Casco Viejo, sobre todo la Plaza Nueva, hicieron su agosto, pero muchos hosteleros lamentaron que los hinchas ingleses no gastasen de forma homogénea por la ciudad. A este respecto, Aburto ha señalado que «los aficionados ingleses se movieron por distintas zonas» y ha recordado que «cada euro recaudado moverá la economía».
A partir de aquí, no obstante, surge el debate en torno a la conveniencia de apostar por el territorio como escenario de grandes eventos. Primero, por capacidad. Muchos hinchas ingleses denunciaron este jueves haberse quedado tirados de noche sin posibilidad de llegar a sus alojamientos fuera de Bilbao. Y, segundo, por el modelo económico. Es aquí donde aparecen las voces discrepantes.
El grupo municipal de EHBildu, por ejemplo, señala en un comunicado que la final de la Europa League «ha dado señales de los límites» de la ciudad para acoger macroeventos y criticó que Bilbao sea «un escenario» y sus vecinos, «figurantes». Por su parte, la Federación de Asociaciones Vecinales lamenta que la ciudad haya sido «colapsada por el espectáculo». En la misma línea, el profesor del departamento de Economía Aplicada de la UPV/EHU Miguel Virizuela censura que «ese empeño en traer macroeventos no atrae inversiones productivas, sino capital de tipo especulativo».
Aburto ha salido al paso de estas críticas y mostró su «agradecimiento» a la ciudadanía por las «molestias» ocasionadas. «Comprendo perfectamente las quejas», ha subrayado. «A veces se nos ha criticado diciendo que Bilbao es una ciudad de eventos. Yo digo que somos una ciudad que acoge eventos», ha distinguido. «El desarrollo económico está vinculado a los servicios en la industria, pero no podemos olvidar que el turismo representa el 8% de nuestro PIB, y ahí los eventos son importantes», recordó.
El alcalde también ha agradecido la labor de las brigadas de limpieza y de la Policía Municipal y la Ertzaintza ante un operativo que «no era fácil» pero que se solventó «con orden, firmeza y buena disposición». Y ha informado de que se decomisaron 549 bufandas falsas, además de 101 camisetas, 59 gorras y 53 txapelas. También se confiscaron 50 sándwiches por venta ilegal, 50 cervezas y 500 latas de cerveza. En cuanto a la reventa de entradas, los agentes sólo detectaron un caso.
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