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Un fallecido tras lanzarse desde el tercer piso para intentar huir de las llamas, cuatro evacuados en un rescate in extremis y 33 personas sin casa hasta no se sabe cuándo. Es el triste balance del incendio desatado la tarde del viernes en el número ... 5 de la calle Kareaga Goikoa de Basauri, en un inmueble de estructura de madera muy deteriorado que se asoma a un barranco como testigo de otro tiempo. Las cerca de 40 viviendas que componen la hilera de edificios tienen casi un siglo de antigüedad y a sus pies también languidecen las ruinas de un taller de Citroën. En la manzana, habitada por trabajadores y vecinos en situación de vulnerabilidad económica, había prevista una operación urbanística que no había llegado a buen puerto.
El fuego se desató en un bajo del número 5, cubierto de andamios por riesgo de desprendimiento, por causas que aún se investigan. Pero los servicios de emergencia decidieron por precaución que los 33 vecinos de la fila de inmuebles afectados (también los de los portales 1 y 7, porque el 3 se encuentra deshabitado y tapiado desde hace años) fueran desalojados hasta nuevo aviso por seguridad. Algunos se hospedaron en casa de familiares mientras que otros fueron realojados en hoteles de Barakaldo y Arrigorriaga.
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Técnicos municipales y una dotación de Bomberos inspeccionaron la mañana de ayer el inmueble incendiado, al que solo pudieron acceder mediante la escala porque aún seguía humeando. Declararon el riesgo de colapso de los cuatro portales, por lo que los residentes no podrán volver a sus viviendas hasta que no se pueda garantizar la seguridad. A lo largo del día, las familias, que habían salido con lo puesto, accedieron por turnos para recoger unas pocas pertenencias.
Los «primeros días» los afectados podrán quedarse en los hoteles contratados, según aclaró el Ayuntamiento. El regidor, Asier Iragorri, que ayer también visitó la zona junto a otros ediles, policías y técnicos municipales, conversó con el consejero de Vivienda, Denis Itxaso, y la directora general de la empresa pública de alquiler social Alokabide, Patricia Vali, para buscar una solución. Ahora, están valorando el parque público disponible en Basauri y en municipios cercanos para poner pisos a disposición de los vecinos a través de los servicios sociales del Ayuntamiento.
Técnicos, bomberos y ertzainas volverán a revisar las viviendas mañana. Datan de 1930 y en 1985 se declararon fuera de ordenación. Según fuentes municipales, el Consistorio ha realizado varios requerimientos a sus propietarios en los últimos años, –al menos desde el 2003, según ha podido saber este periódico– para que realizaran las mejoras y reparaciones mínimas.
En 2014 la sociedad municipal Bidebi incluyó los edificios de Kareaga en una memoria de zonas degradadas. Ya en 2015 una inspección técnica municipal reconoció que no se podía asegurar la estabilidad de las construcciones ni la seguridad de los ocupantes e incluso alertaba de la posibilidad de desprendimientos.
La Asociación de Vecinos de El Kalero llevaba años pidiendo el realojo de los inquilinos de los bloques «para evitar desgracias». El Consistorio trató de buscar la implicación del Gobierno vasco y de la iniciativa privada en sus proyectos de regeneración de la zona.
La oposición reclamó que se realizaran desalojos, especialmente después de que se desatara el trágico incendio de Zorroza, en el que fallecieron cinco personas. En 2019, PSE, Basauri Bai-Podemos y Partido Popular se unieron para requerir la realización de un informe que aclarase el estado de los edificios, si estaban en ruina y si era peligroso residir allí. «El Ayuntamiento tiene que implicarse si hay un peligro inminente porque la solución que propone es a largo plazo», solicitaron entonces los ediles. Poco después, el plan para trasladar a las familias a otro solar quedó truncado tras una demanda de una firma que posee parte de las viviendas afectadas.
Al final, el equipo de gobierno impulsó en mayo de 2024 una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana posibilitando la venta del terreno a un tercero para derribar los bloques a cambio de construir 94 viviendas en otro barrio de Basauri en las que realojar a los vecinos, cediendo parte de suelo público para tal fin. La operación sigue en trámite y podría demorarse unos años.
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