La peor avería del metro en 15 años deja tirados o causa retrasos a casi 100.000 viajeros
La rotura parcial de la catenaria cerca del Casco Viejo ha obligado a cortar el servicio durante cerca de cinco horas entre Bolueta e Indautxu
A. Mateos y Josu García
Jueves, 7 de septiembre 2023, 08:03
Metro Bilbao ha afrontado este jueves una de las mañanas más complicadas de su historia. La rotura parcial de la catenaria cerca del Casco Viejo ... ha hecho que buena parte de la red del suburbano se quedara sin la energía eléctrica necesaria para traccionar los trenes. Y, aunque la reparación se ha puesto en marcha de forma inmediata, han sido necesarias cinco horas para restablecer el servicio entre las estaciones de Bolueta e Indautxu (durante la primera hora de la incidencia, el corte fue más aparatoso, ya que hubo que cancelar la circulación entre Etxebarri y San Ignacio) y algo más de tiempo para devolver la normalidad a los horarios de paso y tiempos de viaje. Los retrasos aún colean esta tarde. No hay precedentes en la historia cercana de la compañía respecto a un caos así.
El fallo se ha producido, además, en hora punta (al filo de las ocho de la mañana), en el día en que muchos escolares volvían al colegio. En el tiempo en el que el metro ha estado caído se suelen registrar cerca de 100.000 desplazamientos. El desconcierto se ha desatado a las 07.50 horas. En ese momento, uno de los cables que integran la catenaria cerca del Casco Viejo se ha partido. La pérdida de tensión ha sido inmediata. «Ha habido como un chispazo y nos hemos quedado a oscuras», ha asegurado una usuaria, que se ha visto obligada a evacuar la unidad en mitad del túnel.
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«He tardado 95 minutos en llegar a Indautxu desde Barakaldo»
Las averías de catenaria en el metro no suelen ser frecuentes pero sí resultan muy problemáticas. El motivo tiene que ver con que hay que cortar tanto el paso de energía como la circulación de los convoyes en un tramo amplio para que los operarios puedan ocupar la vía y ejecutar la reparación en condiciones de seguridad. Es uno de los incidentes más temidos. Y en este caso, además, ha afectado al tronco común (entre Etxebarri y San Ignacio), lo que trastoca la vida de muchísimas más personas que si el fallo se produce en uno de los ramales. «Ha sido infernal: 95 minutos para ir de Ansio a Indautxu», resumía una clienta.
En realidad, hay que remontarse a finales de 2008 para encontrar una avería con la grave perturbación que se ha generado hoy. En aquella época hubo varios fallos seguidos en el suministro de energía provocados por un cortocircuito causado por un gato que se coló en una subestación y por un pico o sobretensión que desató un apagón generalizado que afectó a buena parte de Bilbao. Desde entonces no se recordaba una mañana tan aciaga como la de este jueves.
«Falta de información»
El corte del servicio ha disparado los retrasos y ha deparado imágenes con andenes y trenes a rebosar. Además, cientos de usuarios se han quejado ya que no entendían lo que estaba pasando. En el momento en el que se ha producido el incidente, había unas 25.000 personas en el tubo. Al menos eso es lo que, a falta de datos oficiales, se puede estimar según la memoria del suburbano de 2019, que recoge que el momento de más afluencia de público se producía, en aquel año, unos minutos después de las ocho de la mañana. Esa curva de demanda y distribución horaria apenas ha variado en este 2023.
Ha habido muchas protestas por la ausencia de una climatización adecuada en las unidades, así como por una supuesta falta de información. «No nos dicen cuándo se podrá arreglar, no saben decirnos si será cuestión de unos minutos o de toda la mañana», se desesperaba una viajera en Barakaldo, una de las estaciones que estuvo cerrada temporalmente y de manera alternativa (también Moyua y Abando) para evitar aglomeraciones de clientes que querían acceder al andén.
Ha habido muchas personas que han llegado muy tarde a trabajar, otras que han perdido su consulta médica o abuelos que se han visto obligados a dejar a sus nietos a segunda o tercera hora en su centro escolar. Varias estaciones, como Abando o Barakaldo, se han ido cerrando y abriendo alternativamente para evitar aglomeraciones. Además, se han llevado a cabo también desalojos de trenes en algunas estaciones para intentar gestionar de la mejor manera posible el caos que ha vivido el suburbano.
Colas en las paradas de taxi
En este contexto de caos, buena parte del flujo de clientes se ha trasladado a otros medios de transportes, como el tren de Renfe o el tranvía, así como a la bicicleta o, simplemente, a pie. También los taxis han registrado una mañana de muchísimo trabajo.
Finalmente, casi a las 12.30 horas, el suburbano ha dado por arreglada la catenaria y el servicio ha comenzado poco a poco a recuperar la normalidad.
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