La educadora social apuñalada por un menor tutelado en Bilbao llamó a emergencias tras el ataque
La profesional está fuera de peligro aunque tuvo que ser operada de un corte en la mano tras la agresión
Una educadora social que trabaja en un hogar tutelado de la Diputación en el barrio bilbaíno de Txurdinaga, un piso en el que residen menores ... en situación de desprotección, se recupera del ataque de un joven de 16 años que la apuñaló en la noche del miércoles. La mujer tuvo que ser evacuada de urgencia al hospital de Basurto. Su pronóstico es reservado, aunque su vida no corre peligro. Los cirujanos le tuvieron que intervenir para solventar una herida que había sufrido en el tendón de una mano. Según fuentes de la investigación, el joven agresor, que ha sido detenido por la Ertzaintza, le provocó «varios cortes» en la parte superior del cuerpo, «uno en el cuello». La herida quedó a unos centímetros de la carótida, sostienen medios policiales.
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El suceso tuvo lugar en torno a la medianoche, cuando la mujer estaba sola en el piso donde duermen los chavales y ella ejerce labores de control. Una decena de niños y adolescentes residen en esta vivienda, que recibe el nombre oficial de hogar funcional. Fue la propia víctima la que llamó por teléfono a Emergencias, alertó de lo que acababa de suceder y solicitó ayuda. Los educadores sociales reconocen que las horas de la noche constituyen uno de los momentos de mayor riesgo y donde se encuentran «más vendidos». «No puedes cerrar la puerta de tu dormitorio. Hay niños que tienen pesadillas, vienen a tu cama, te necesitan», resumen estos profesionales, que se suelen quejar de que solo uno de ellos pernocte con un número tan elevado de menores.
Según las fuentes consultadas, uno de los chicos que reside en este domicilio salió en defensa de la monitora y trató de evitar el ataque, mientras el resto se resguardaba en sus habitaciones. El Departamento de Seguridad del Gobierno vasco confirmó ayer la detención de «una persona» por su implicación en los hechos, pero no aportó más datos al tratarse de un menor de edad. El presunto agresor fue trasladado ayer al Juzgado de Guardia.
La trabajadora estaba sola de noche con los jóvenes en la vivienda
Compañeros denuncian que «cada vez el perfil de los chavales es más complejo»
En el hogar tutelado de Txurdinaga, como en el resto de los que forman la red de la Diputación, intentan que los menores crezcan en un ambiente lo más parecido al de un verdadero domicilio, al hogar de la familia que no han tenido. En este caso, está dirigido a jóvenes no problemáticos. No obstante, a la mochila que arrastran de la infancia se unen las complicaciones de la adolescencia. Compañeros de la víctima se preguntan, de hecho, por qué el agresor no había sido trasladado a un «centro» especial en el que se tratan «problemas de conducta». Es el siguiente eslabón en la red asistencial.
«No son casos aislados»
El departamento de Acción Social de la Diputación no quiso referirse ayer al suceso por el mismo motivo que la Ertzaintza: el implicado no ha cumplido 18 años. El comité de empresa del Instituto Foral de Asistencia Social –IFAS– sí lo hizo. Emitió un comunicado en el que vuelve a dar voz a las quejas de los educadores. «Los menores de nuestros hogares cada vez son más complejos, lo que coincide con un dimensionamiento insuficiente de las plantillas, en especial, durante los turnos en los que una única trabajadora debe atender a varios menores sin el apoyo necesario», denunciaron en referencia a las condiciones de trabajo por la noche.
Los sindicatos con representación –ELA, LAB, UGT y Satse– insistieron en que lo descubierto ayer no obedece a «casos aislados». Explican que en ocasiones anteriores estos episodios no han trascendido porque la gravedad del suceso es «menor», aunque los comités de prevención deben intervenir en cualquier caso para analizar lo sucedido. «Esto viene a poner en evidencia una realidad que venimos sufriendo desde hace tiempo», reiteraron. Mostraron su «total solidaridad y apoyo a la trabajadora de la red de hogares de menores agredida en el desempeño de sus funciones» y pidieron una «respuesta clara y contundente» a las instituciones. «Hechos como este son absolutamente inadmisibles», ratificaron.
Las centrales instaron al departamento de Acción Social a trabajar en «medidas preventivas efectivas». «Pedimos que se implementen las actuaciones necesarias, no solo para prevenir agresiones, sino para poder dar una atención digna, profesional y segura a los menores y responder adecuadamente a las necesidades que surgen día a día». «No son negociables –añaden– aspectos como la valoración adecuada de los perfiles, la actualización de protocolos y las evaluaciones de riesgos laborales». El próximo lunes una concentración denunciará esta última agresión y se solidarizará con la agredida.
Como ha publicado este periódico en el último año, la tensión en los hogares tutelados ha ido en aumento hasta alcanzar cotas preocupantes. Los profesionales reconocen que no es habitual un hecho tan grave como el ocurrido en Txurdinaga, pero sí que son «normales los enfrentamientos y las tanganas». Hay que tener en cuenta que los usuarios de servicios como éste han sufrido situaciones muy complejas en su infancia y adolescencia, con climas de violencia, maltrato, abusos sexuales y de consumo de drogas, entre otros.
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