800 profesionales cubren en solitario estos turnos de noche en Euskadi
Los sindicatos denuncian que a veces un educador atiende a 13 menores y que les obligan a convivir con sus agresores incluso tras denunciarles
Ainhoa de las Heras y A. Blanco
Jueves, 10 de julio 2025, 20:58
En Euskadi están colegiados 800 educadores sociales, aunque ejercen algunos más, ya que no es obligatorio. Ellos son quienes asisten en los centros de menores ... y cubren las noches, en numerosas ocasiones, solos. En esas horas se dan ratios de un cuidador por cada 13 chavales. Los profesionales señalan la «escasez de recursos» como la principal brecha de seguridad, lo que incrementa el número de menores a su cargo, al mismo tiempo que se mezclan diferentes perfiles en una misma instalación.
Los protocolos de protección a la infancia indican que los menores deben tener entre 6 y 18 años y que la diferencia de edad no debe ser excesiva, pero la realidad es que, según los profesionales, en muchas ocasiones los educadores se hacen cargo hasta de niños de dos años, ya que prevalece el derecho a no separar a los hermanos. «Cuando no hay plazas se mezclan diversos perfiles y edades, y puedes estar cambiando un pañal y lidiando con un adolescente descontrolado al mismo tiempo», explican. Generalmente, atienden a menores de entre 14 y 18 años, aunque cada vez es más habitual que asistan a niños más pequeños.
Convivir con el agresor
Los conflictos suelen desatarse cuando incumplen las normas como los horarios de llegada o de limpieza. «Hay chavales con 30 incidencias por mal comportamiento y no tienen consecuencias», aseguran. Solo en los casos más graves, la Fiscalía toma medidas como enviarlos a un centro cerrado. Desde el Colegio de Educadores se han quejado de que en ocasiones tras un ataque «debes seguir conviviendo con el adolescente que te ha agredido y al que has denunciado». En esos casos se debería aplicar lo que llaman el 'recogimiento', separar al menor o al educador, medida que no se cumple.
El caso más llamativo de los últimos meses fue la muerte de la educadora Belén Cortés, de 35 años, que fue golpeada y asfixiada con un cinturón por tres menores de un centro tutelado en Badajoz.
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