Los alcaldes exigen responsabilidad para evitar festejos

«Se han producido concentraciones de gente nada razonables», admite el alcalde de Sopela, Josu Landaluze, en alusión a un festejo en la calle coincidiendo con las fechas de las fiestas de San Pedro. Viendo esas aglomeraciones de personas sin mascarilla ni distancia de seguridad, el regidor advierte: «Parece que no hay forma de hacer entender a esta juventud que sería tristísimo volver otra vez al confinamiento de marzo si no se respetan las medidas sanitarias. Entiendo que son jóvenes y tienen ganas de salir de fiesta, pero no están midiendo las consecuencias de lo que hacen. Ellos también tienen aitas, amas, aitites y amamas. Deberían entenderlo».

Asegura que los actos festivos organizados por el Ayuntamiento de Sopela no han causado problemas porque se han controlado los aforos. Frente a las manifestaciones irresponsables, sólo queda «publicarlo, decirlo e insistir» en que se cumplan las medidas de prevención.

El alcalde de Mundaka, Mikel Bilbao, no quiere que mañana sábado se repitan escenas como las producidas el pasado fin de semana en vísperas de sus fiestas de San Pedro, en las que las concentraciones de gente llenaron bares y locales. «Tenemos que ser prudentes», reitera Bilbao.

«Pedimos actuar con responsabilidad tanto a los ciudadanos como al sector hostelero, que sabemos que tienen que seguir adelante, pero que tienen que implicarse», aseguró el primer edil, que ha trasladado ese mensaje en las reuniones con los propietarios de los negocios de ocio.

«Este sábado se celebrarán muchas comidas y encuentros familiares porque habitualmente tenía lugar el 'sukalki eguna', una jornada muy popular en Mundaka, por lo que pedimos ser prudentes a todos los niveles», recalcó. «Si resulta necesario incrementaremos la vigilancia».

El Ayuntamiento de Markina ha tenido que salir al paso de las consultas realizadas por cuadrillas del municipio sobre la posibilidad de utilizar la popular zona del Prado como escenario de uno de los principales actos de las fiestas del Carmen, suspendidas por la pandemia: la paellada que habitualmente reúne a 2.500 jóvenes de la localidad.

«No estamos en situación de celebrar este tipo de actos», sostiene el alcalde, Luis Egurrola. «Sabemos que ese día tendrán lugar comidas de familias y amigos en sociedades y txokos, por lo que pedimos responsabilidad social a todos», añade. «Evitemos las aglomeraciones, pido que después de las comidas no vayamos todos a los bares, y que optemos por actuar de manera responsable», indica. Como alternativa, se organizan diferentes actividades con el público repartido con distancia de seguridad.

Bermeo ultima el protocolo del día de la Madalena, el próximo 22 de julio, en el que la villa marinera ratifica su soberanía sobre la isla de Izaro. «La semana que viene detallaremos todos los pormenores de una jornada que lógicamente tendrá que ir acorde a la situación en la que nos encontramos y en la que no faltará el mensaje de prudencia que corresponde», señala un portavoz municipal.

En principio, los actos se limitarán a los meramente protocolarios con la idea de invitar a los alcaldes de Elantxobe y Mundaka, pero sin que la fiesta ni ningún tipo de celebración se traslade luego a Elantxobe como hasta ahora era tradición.

Barakaldo estaría en unas semanas celebrando los Cármenes. «Sin duda, suspender las fiestas ha sido una decisión difícil, pero teníamos claro que debían prevalecer los criterios de salud pública por encima de todo, y es difícil imaginar unas fiestas sin aglomeraciones. Y eso es precisamente lo que nos preocupa ahora, que estamos viendo que, a pesar de haber suspendido las fiestas en muchos municipios del entorno, las calles acaban llenándose de personas. Tenemos que evitar que se repitan esas imágenes de gente sin respetar las medidas de seguridad», declara la alcaldesa, Amaia del Campo. «Pido desde aquí también la colaboración de la hostelería. La responsabilidad y la prudencia deben empezar por nosotros mismos. El covid sigue en la calle».

El alcalde de Portugalete, Mikel Torres, permanece tranquilo ante las fechas de San Roque (canceladas), ya que «no tienen nada que ver» las afluencias que se generan en estas jornadas con las que se pueden dar en la Virgen de la Guía, que reúne cada año a 50.000 personas en condiciones normales. A su juicio, la actitud

que tuvieron el miércoles los vecinos fue «ejemplar», tanto los que se quedaron en casa como los que salieron a tomar algo respetando las normas. En San Roque (del 14 al 17 de agosto), se han programado actividades culturales para todas las edades, pero con aforo limitado. Al aire libre, con sillas para 250 personas y distancia de dos metros.

El Ayuntamiento de Santurtzi llama a «la responsabilidad de todos y cada uno de los vecinos. Esto es algo en lo que todos tenemos que poner de nuestra parte, un acto de corresponsabilidad entre todos, tanto vecinos como sector hostelero, incluso quienes solían acudir a nuestro pueblo a celebrar las fiestas», manifiesta la alcaldesa, Aintzane Urkijo. «No hay cabida a actos en vía pública ni aglomeraciones». Pese a que las fiestas no van a celebrarse, la Policía Municipal, en coordinación con la Ertzaintza, estará alerta. «Es doloroso no poder celebrar nuestros Cármenes, pero la salud es lo principal».

El Ayuntamiento de Getxo advierten de que no se puede bajar la guardia porque «no tenemos que olvidar que este virus sigue estando entre nosotros». La recomendación de la alcaldesa, Amaia Agirre, se sustenta en «hacer cuatro cosas muy sencillas: evitar las aglomeraciones, ponernos la mascarilla, lavarnos las manos y mantener la distancia de seguridad».

El Consistorio pide a la ciudadanía «actuar con responsabilidad para que podamos disfrutar del municipio en verano, y especialmente en fechas como las fiestas que este año han sido suspendidas y trasladadas al ámbito digital». «Como se viene haciendo desde el inicio de la pandemia, la Policía Municipal velará por el cumplimiento de las recomendaciones del Departamento de Salud del Gobierno vasco».

Arrigorriaga decidió suspender sus festejos y concentrar la celebración en el día de su patrona, Santa María Magdalena. «Se llevarán a cabo algunos actos en los que no se congregue mucha gente y se puedan mantener las distancias de seguridad. Habrá limitación de aforos», asegura la alcaldesa, Maite Ibarra, «Fue una decisión dura y difícil, pero este año no habrá fiestas. Todos estamos con ganas de ellas, pero después de lo que hemos vivido se requiere prudencia y responsabilidad», advierte.

El alcalde de Etxebarri, Loren Oliva, reclama prudencia para evitar concentraciones como la que obligó el mes pasado a desalojar a 80 personas de madrugada en una zona recreativa por San Antonio. «La situación se tergiversó. Cada cuadrilla estaba en su mesa y en grupos reducidos. Aún así, debemos ser responsables». El control volverá a finales de julio por Santa Ana, la patrona. «La celebración que se haga será simbólica y sin convocatorias»