Los alcaldes de Eibar y Ermua recogen el malestar y el desconcierto de los vecinos

El alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal, Txitxo, describió la situación que atraviesan sus vecinos como «un tobogán de sentimientos y sensaciones». El jueves por la tarde, la extinción inicial del fuego y los resultados de los análisis del aire del CSIC llevaron al Departamento de Salud a retirar las recomendaciones de no ventilar las casas y no practicar deporte al aire libre. «Ya antes de que se comunicaran estos datos, percibí alegría y tranquilidad en la calle».

El hecho de que el fuego estuviera apagado «había dado muchísima confianza a la gente», señaló Txitxo, vecino de San Lorenzo. Cuando se reavivaron las llamas, «volvió la tristeza». Y más cuando se recuperaron las medidas preventivas para este barrio: «Es comprensible que la gente esté descorazonada», comentó cuando ya se había conseguido apagar el nuevo foco y, por segunda vez, volvían a retirarse las recomendaciones de Salud.

Abascal entiende «la preocupación y los miedos», pero considera «importante transmitir un mensaje de confianza hacia los profesionales que están gestionando la situación. Yo confío en los expertos, me fío de una científica del CSIC que nos dice cuáles son los niveles de dioxinas y furanos que tenemos ahora, que son muy inferiores a los que hemos vivido durante muchos años en localidades como Barakaldo, Ermua o Eibar». Para el alcalde de Ermua «tenemos que vivir con la tranquilidad de que podemos hacer una vida normal», teniendo siempre en cuenta «la situación: hay riesgos de fuegos y derrumbes. Hay que comprender que con esto la información puede cambiar».

Desde Eibar, su alcalde, Miguel de los Toyos, consideró que la reactivación del incendio provocó que la ciudadanía volviera «a estar desorientada. Se generó una sensación de que la información parecía contradictoria», cuando «era el reflejo de una realidad muy cambiante. Qué le vamos a hacer, es lo que tenemos».

«Yo procuro trasladar lo que me llega del Gobierno a la ciudadanía para que tenga un cauce de conocimiento y opine a partir de ahí», explicó De los Toyos. A esto suma el mensaje de que «se intente hacer una vida normal y que la gente celebre los carnavales». Entendiendo «que hablamos de una normalidad algo anormal», añadió. Primero «porque hay dos personas desaparecidas y una es de Eibar». Y segundo «porque hay una angustia en la población, una ansiedad y una desorientación que hará que estos carnavales no puedan ser normales del todo».