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J. HERNÁNDEZ | M. FONSECA
Domingo, 15 de julio 2018
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A la entrada de la calle Cortes hay un interminable banco corrido de cemento con asientos de madera desgastados. Allí se sientan estos días todas las Áfricas posibles y, especialmente, las imposibles. Es el refugio en las horas de sol para los migrantes en tránsito ...
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