Intoxicados cuatro miembros de una familia por monóxido de carbono en Bilbao

Fue el propio matrimonio el que avisó al Servicio de Emergencias, poco después de las cinco de la tarde, al sentirse indispuesto. La pareja telefoneó al 112 y advirtió que tanto ellos como sus dos hijos, de 19 y 21 años, se encontraban «mal» y que necesitaban ayuda. Pidieron que les mandaran rápidamente una ambulancia a la vivienda, situada en el barrio bilbaíno de Irala, porque «se notaban algo mareados y con síntomas de náuseas». Comunicaron que había «un mal olor» en el interior del piso, sin dar más explicaciones.

Al llegar al número 2 de la calle Batalla de Padura, una arteria emplazada entre la Avenida del Ferrocarril y Eskurtze, los sanitarios constataron efectivamente las sospechas de los afectados. El interior del inmueble despedía un «fortísimo olor» a gas, por lo que procedieron de inmediato a llamar a varias ambulancias para evacuar a los heridos y poder atenderles lo antes posible ante el temor de que hubieran sufrido graves afecciones respiratorias.

Al mismo tiempo, una dotación del Cuerpo de Bomberos de Bilbao inspeccionó el interior del inmueble. La mediciones iniciales confirmaron los peores temores. Las emanaciones de monóxido de carbono marcaron unos «niveles bastantes altos», según reconocieron varios técnicos a este periódico. Los distintos muestreos realizados superaron con creces los límites autorizados. Todos rebasaron «el umbral de los 180 ppm», lo que alarmó a los especialistas, ya que entre 150 y 200 existe riesgo de muerte. A expensas de la redacción del informe definitivo, los bomberos apuntaron a «una mala combustión de la caldera» de la vivienda como origen de la intoxicación. «La instalación quemaba mal y de ahí el escape», señalaron. Con los heridos todavía dentro de la casa, los técnicos procedieron rápidamente al «apagado y sellado» de la caldera para evitar una posible nueva fuga.

«Un poquito de oxígeno»

Mientras, los cuatro miembros de la familia fueron evacuados a distintos centros hospitalarios. La madre y los dos hijos ingresaron en Basurto, mientras que el padre, un hombre de unos 60 años, según confirmaron portavoces del Ayuntamiento de Bilbao, era internado en el hospital de Cruces. Todos necesitaron reanimación respiratoria. «Se les dio un poquito de oxígeno», explicaron portavoces autorizados de Osakidetza. El jefe de guardia de Basurto confirmó que los pacientes permanecieron varias horas en el centro y que, afortunadamente, ninguno revestía gravedad. «Por fortuna, se tratan de afecciones leves», recalcó el responsable médico. Los cuatro intoxicados fueron dados de alta a última hora de anoche.

Sin embargo, el fallo en el funcionamiento de la caldera pudo traer peores consecuencias. Algunos vecinos de la familia afectada se felicitaron de que el incidente hubiera tenido lugar a primera hora de la tarde. «Si en vez de a las cinco, el escape se produce de madrugada, con toda la gente durmiendo dentro de la casa, no queremos imaginarnos lo que podría haber pasado».