Dos detenidos en una redada de la Policía local en un pub de Barrencalle

Dos hombres de 34 y 36 años, que responden a las iniciales I.G.R. y U.A.C., fueron detenidos por la Policía Municipal de Bilbao la madrugada del domingo durante una redada en una pub de la calle Barrencalle Barrena. Uno de los arrestados tenía una reclamación judicial para su ingreso en prisión por un asunto de drogas, mientras que el otro fue acusado de un delito contra la salud pública al ser descubierto en posesión de distintas cantidades de speed, ketamina y pastillas, además de una báscula, según indicaron fuentes policiales.

La operación fue desarrollada por agentes uniformados de la comisaría de la Policía local en la plaza de La Cantera, en el barrio de San Francisco. Los policías habían recibido una información de que desde hacía unas semanas un individuo estaba traficando con drogas en el interior de un local de Barrencalle.

Los agentes decidieron intervenir. Accedieron al local sobre las 00.15 horas. Cuando identificaron al portero, comprobaron que pesaba sobre él una orden de detención e ingreso en prisión dictada por un juzgado por un delito de drogas. Una vez dentro y gracias a la descripción con que contaban del sospechoso, los policías le localizaron cuando intentaba escabullirse.

«Territorio comanche»

Los guardias le registraron y se incautaron de diversas cantidades de pastillas, speed, ketamina y una pequeña báscula para su pesado. La intervención se saldó con dos detenidos, que fueron trasladados a dependencias policiales para su posterior puesta a disposición judicial.

Una plataforma vecinal inició en octubre de 2014 una campaña contra la acumulación de afters en un pequeño tramo de la calle Barrencalle Barrena del Casco Viejo bilbaíno. Los afectados denunciaban que su calle se había convertido en «territorio comanche» y que los clientes de estos locales cada vez estaban más desfasados. Según contaban, las peleas estaban a la orden del día, se podía ver a jóvenes metiéndose rayas en la calle a plena luz del día y orinando en portales.

La situación se prolongaba desde el jueves por la noche hasta el domingo, lo que hacía imposible el descanso. El Ayuntamiento de Bilbao, con el respaldo de los jueces, decidió cerrar algunos de aquellos establecimientos.