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Jesús J. Hernández
Lunes, 23 de noviembre 2015, 17:19
La diputada foral de Sostenibilidad de Bizkaia, Elena Unzueta, ha confirmado hoy que el asesor de su departamento Marcelino Elorza, imputado por un caso de presunta prevaricación cuando era alcalde de Zierbena por el PNV, seguirá en el cargo y que sólo lo dejaría en el supuesto de que su actual situación judicial «concluya en acusación». En una comparecencia ante las Juntas Generales a petición de EH Bildu, Podemos y PP, la también portavoz del Gobierno foral ha apelado a la presunción de inocencia del exregidor nacionalista y ha explicado que en este asunto la Diputación «actúa atendiendo a la proposición no de norma aprobada en Juntas en enero pasado» en la que se instaba a apartar de los cargos públicos a personas con la condición de acusadas en el momento de la apertura de juicio oral. Unzueta ha insistido en que Elorza, que suscribió un código ético de conducta al ser nombrado, está imputado y no acusado.
Los partidos de la oposición, que ya habían calificado de «escandalosa» la designación de Elorza, han arremetido contra el nombramiento, ya que «desde 2013 se conocía que tenía problemas» que podían concluir en los tribunales, y han exigido que sea apartado de forma fulminante del cargo, en el que percibe casi 4.300 euros brutos mensuales. Para Bildu, mantenerlo como asesor es un ejemplo de «vieja política», el PP cree que se trata de «un tema muy serio» y, según Podemos, encarna otro «ejemplo de puerta giratoria».
Marce Elorza, alcalde de Zierbena durante doce años hasta las pasadas elecciones de mayo, ha sido imputado por un juez de Barakaldo por un presunto delito societario, de prevaricación y malversación de caudales públicos en las diligencias previas abiertas a raíz de la designación de un edil del PNV, Eugenio Barquín también implicado como consejero delegado de Zierbena Portua, sociedad pública municipal dedicada a gestionar los servicios de la localidad costera. Tanto Elorza como Barquín fueron apartados de la administración de esta entidad en 2012, cuando un cisma interno dejó a los jeltzales gobernando en minoría el municipio. La oposición denunció entonces que el máximo responsable de Zierbena Portua estuvo varios meses cobrando un sueldo de alta dirección 51.812 euros anuales cuando ya no estaba al frente de la entidad. Todo ello, presuntamente, con la connivencia del alcalde.
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