La Diputación reconoce que los casos de 'fiebre Q' en la TMB «podrían ser hasta 42»
Los resultados de las pruebas efectuadas hace una semana a la plantilla para detectar la bacteria tardarán unos quince días
Jesús J. Hernández
Miércoles, 16 de abril 2014, 16:42
«Hay 8 casos confirmados, que podrían ser hasta 42». La Diputación amplió ayer la sombra de la 'fiebre Q' y admitió que, aunque los análisis sólo han permitido confirmar hasta ahora 8 casos, su impacto real podría superar los 40. La cifra se basa en las bajas detectadas en la planta con síntomas similares, entre ellos fiebres muy altas, y se acerca mucho más a la estimación de los propios trabajadores que las manejadas hasta ahora. La confirmación definitiva se hará esperar todavía, ya que fuentes consultadas calculan que los resultados de las analíticas realizadas a todos los empleados y subcontratados llegarán en dos semanas. Suelen dilatarse 20 días y las pruebas se practicaron el lunes y martes pasados. «En estos momentos hay 16 personas que continúan de baja», cuantificó ayer el portavoz foral, Unai Rementeria, en la rueda de prensa ordinaria tras el consejo de Gobierno, antes de añadir que «no hay ningún caso grave». Según ELA, «siete de ellos fueron hospitalizados en algún momento, varios con neumonía».
El responsable foral agradeció «el comportamiento de los trabajadores», sometidos a una fuerte carga de estrés desde la detección del brote epidémico proveniente de unos restos de ganado contaminados que fueron lanzados al contenedor verde y que acabaron en la planta del monte Arraiz. «Hemos estado cerca de ellos, interesados por su salud, y también hemos atendido, y entendido, su nerviosismo y preocupación, incluso en las actuaciones que han llevado a cabo». Los representantes sindicales denunciaron que se les obligaba a limpiar las instalaciones «sin formación alguna» y optaron por abandonar sus puestos después de que se produjera un «grave» accidente laboral, en el que un operario de triaje -dedicado a separar los residuos- resultara herido cuando manejaba «una máquina que no sabe cómo funciona».
El plante laboral se inició el viernes pasado y acabó 24 horas después con la rúbrica, en una maratoniana reunión de madrugada, de un acuerdo que permitía, entre otras cosas, confeccionar los seis primeros turnos siguientes. También se aprobó un plan de actuación de salud laboral con instrucciones sobre «qué hacer y cómo» y el compromiso de contratar al 90% de los empleados que provienen actualmente de una ETT. Esta última parte se ejecutará a través de una bolsa de trabajo a la que los gestores de la planta recurrirán cuando necesiten mano de obra.
Rementeria defendió las gestiones realizadas por la Diputación desde que conoció la epidemia de la 'fiebre Q' en la planta de Tratamiento Mecánico Biológico, de la que es titular la sociedad foral Garbiker, y confirmó las reuniones con el Gobierno vasco, Osalan, el Departamento de Salud, y la UTE concesionaria TMB-Arraiz, que engloba a las firmas Valoriza y Pabisa, y los trabajadores. El diputado aseguró que la confirmación del primer caso llegó a la Administración territorial «en el fin de semana del 5 y 6 de abril, que es cuando saltan todas las alarmas. Antes se habían producido bajas, pero es ahí cuando se activaron los protocolos», precisó. El sindicato ELA coincide en que las primeras ausencias laborales se remontan «a comienzos de marzo», pero replican que ya en la denuncia ante Osalan presentada el 1 de abril «se dice que hay un caso diagnosticado de 'fiebre Q'».
El día 8, tras una reunión de coordinación interinstitucional, los dirigentes forales «pusimos en conocimiento de la sociedad la situación real en ese momento: habían entrado restos de animales muertos en la planta, que provocaron la 'fiebre Q' en un número importante de trabajadores y que no había riesgo para la salud de la ciudadanía en general».
Nuevas medidas
En cuanto a la propia enfermedad, Rementeria recordó los mensajes de «tranquilidad que han sido transmitidos por el Departamento de Salud del Gobierno vasco» y señaló que los empleados que han sufrido esta infección «son conocedores de que han quedado inmunes» y serán formados en la prevención de afecciones similares. Sobre el origen del brote epidémico, que «corresponde» investigar al Departamento gubernamental de Salud, el portavoz foral no se mostró muy optimista. Es «muy difícil su localización», admitió, pero insistió en que se trata de una actuación «ilegal, irresponsable, perjudicial para la salud pública y totalmente criticable y reprochable, y con graves consecuencias para los trabajadores de la planta».
Durante la primera comparecencia de un alto cargo de la Diputación para dar cuenta de este episodio de salud pública en siete días, Rementeria prometió que en adelante se tomarán «todas las medidas necesarias» para controlar la entrada de restos de animales en la TMB y evitar casos como el ocurrido, aunque admitió que «esto no imposibilita que en un momento determinado puedan surgir otra serie de restos que no son los que tienen que llegar al contenedor verde».