Los 10.000 tesoros de la Iglesia en Bizkaia se podrán admirar online
La diócesis de Bilbao, con 785 edificios, actualiza y digitaliza su catálogo de patrimonio religioso. Ya lo ha finalizado en la comarca de Alto Nervión y la labor concluirá en 2029
Desde la mismísma Basílica de Begoña hasta la ermita de San Juan de Gaztelugatxe y su emblemática campana hasta los valiosos pasos de Semana Santa ... por los que vela la hermandad de cofradías penitenciales de Bilbao o los magníficos retablos ante los que se han postrado, durante siglos, los fieles. La diócesis de Bilbao o la Iglesia vizcaína cuenta con un inmenso patrimonio religioso, cultural, artístico y etnográfico de siglos de antigüedad y cuya catalogación arrancó en los años ochenta de la mano de José Ángel Barrio Loza, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Deusto. Hoy parte de esos grandes tesoros pueden consultarse en internet, con un simple teléfono móvil, tablet u ordenador. La actualización y digitalización de todo el patrimonio de la Iglesia finalizará en 2029 con la colaboración de los expertos en Patrimonio Cultural de la Diputación, que ha invertido 600.000 euros en el proyecto. Se calcula que se crearán más de 10.000 fichas digitales no solo de templos si no también de piezas de valor cultural, artístico o etnográfico.
Se trata de una labor de investigación y documentación ingente porque no solo se documentarán los 785 templos, conventos y otros edificios de la Iglesia en Bizkaia, algunos ya desacralizados, sino todas sus peculiaridades. Desde las gárgolas, torres, campanas, o mobiliario hasta retablos, esculturas, pilas de bautismo, trajes o cualquier elemento con el mínimo valor artístico o etnográfico. Los inmuebles albergan más de 1.000 retablos, 9.000 esculturas y piezas de orfebrería. De cada templo se elaborará una ficha con una descripción profusa de sus elementos más característicos con fotografías y reseñas históricas, pero además, los elementos más característicos también dispondrán de su propia reseña. El catálogo también se publica en euskera vizcaíno, un trabajo que se ha llevado a cabo desde el servicio de traducción del Obispado con la participación de Labayru Fundazioa.
De momento, parte de estos importantes fondos ya están colgados en la web https: catalogomonumentaldiocesisbilbao.com. Ahí puede verse ya todo el patrimonio de la zona de Alto Nervión, en la que se han catalogado 800 fichas de construcciones o elementos de interés. El resultado no solo constituye una valiosa herramienta para investigadores, historiadores del arte y profesionales de la gestión cultural, sino que también está concebido para el disfrute y el conocimiento del público en general, y será un novedoso recurso para alimentar un turismo sostenible y de calidad.
La iglesia de Santo Tomás Apóstol de Olabarrieta ha sido el escenario de la presentación del catálogo. La ficha cuenta que la leyenda remonta el templo a 1190. Aun así, los accesos y las ventanas indican que fue renovada cerca de 1500. Su torre es de 1765 y fue realizada por uno de los grandes del barroco vizcaíno, Gabriel de Capelastegui. Conserva un retablo de 1592 y su sacristía alberga un centenar de esculturas. En su interior se ha hallado una de las pocas karrakas en Bizkaia y además, la labor de la investigación ha permitido recuperar, por ejemplo, una gárgola de cabeza de dragón del siglo XVII, o una campana de 1572, de las más antiguas del territorio. Conserva también el único pórtico firmado de Bizkaia, encachado en 1628 por el maestro empedrador Martín de Gorostiza.
Legado para las futuras generaciones
«Hay templos que entran con los ojos, pero sobre todo, en el alma. Quién no se ha quedado en silencio en la Catedral de Santiago no ha sentido un escalofrío al ver el retablo de la Basílica de Leketio iluminado por el sol de la tarde. Pero también hay lugares pequeños como este pero muy bellos, donde late igual de fuerte la fe del pueblo que asistía aquí a las ceremonias», ha relatado el obispo. «Cada templo es un organismo vivo en constante evolución, moldeado por las necesidades y la estética de la época. Este catálogo que hoy se presenta no es un simple listado de construcciones u objetos. Es más bien una conversación con nuestro pasado. Les damos la palabra a las piedras y hacemos que cuenten lo que han visto: bodas, funerales, procesiones con lluvia y con sol, cantos, sonidos de txistu, niños corriendo antes de la misa, libros gastados del uso y vidas cruzándose en estos espacios sagrados. Refleja, además de lo que hemos sido, algo que necesitamos saber para seguir siendo un pueblo con memoria, que para construir futuro no se necesita romper con el pasado. Un pasado arraigado en una fe que fue compartida, y que es un elemento necesario para explicar lo que todavía somos. Un pueblo que ha sabido orar, que ha sabido resistir, que ha sabido celebrar, que ha sabido cuidar su identidad», ha relatado.
El obispo también ha llamado a la necesidad de valorar toda esta herencia patrimonial de los vizcaínos. «Podemos preservarla o podemos dejarla caer. Y la comunidad cristiana es solamente una parte de los que tienen que tomar esa decisión». El catálogo monumental es ya una referencia ineludible en el panorama europeo de conservación. «Tenemos el mejor catálogo del mundo», ha expuesto el director del Museo de Arte Sacro y artífice de la actualización y digitalización del catálogo, Juan Manuel González Cembellín, que fuera aprendiz de Barrio Loza, a quien ha recordado con emoción. «Este catálogo no solo honra nuestro pasado y enriquece nuestro presente, si no que deja un legado a las futuras generaciones», ha explicado la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Leixuri Arrizabalaga.
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