Puesta de largo del Bilbao Basket: «Queremos ser una manada de lobos»

«Es un momento muy divertido para la afición y los jugadores porque empezamos a competir de verdad. Entrenaremos como locos porque tenemos tres partidos claves. Vamos a por todas». Con estas palabras inició su intervención la torre islandesa en referencia al doble enfrentamiento continental frente al Neptunas y el inicio liguero ante el Breogán. Hlinason insistió en que la permanencia es el objetivo capital, pero no renunció a volar alto. «Hay que llegar a un punto interesante, luchar por algo mejor», dijo en alusión a ir más allá de la pura supervivencia. «Ahora tenemos un equipo que juega mejor junto. Queremos compartir el balón, somos físicos y la clave será jugar bien al baloncesto. Lo primero es salvarnos, luego Europa e ir paso a paso. Estamos bien», sentenció el nórdico.

Thijs de Ridder pasó el verano en Estados Unidos, donde trabajó con los Rockets y los Pacers. Ha ganado en físico y en presencia, más hecho y menos novato, con un año de experiencia en la ACB. En apariencia serio, el belga se vuelve sonriente y divertido en distancia corta. «Este año somos más grupo», sentencia, sin menospreciar el plantel de la campaña anterior. «Entonces perdimos a Adam Smith en la parte final de la pretemporada y nos sostenían las anotaciones individuales. Ahora somos más equipo, más pasadores y creo que podemos hacerlo mejor que el año pasado. Espero que acabemos en el Top-10», deseó el ala-pívot. «Yo también quiero ganar la Copa y la ACB, pero debemos ser realistas. Tal vez conquistar la FIBA Europe Cup. Todavía tenemos clavada en el estómago la semifinal contra el Chemnitz».

El noruego es amabilidad genuina, accesible y abierto, un hombre que sueña con los ojos abiertos. Frey está encantado en la ciudad, con el equipo y el club, «siempre pendiente por si necesito algo. Es como una familia». El base viene del Telekom Bonn alemán y destaca la «buena química» del vestuario, que mezcla bien «dentro y fuera de la cancha. Tenemos buenos jugadores, pero el equipo es todavía mejor. Podemos ser una de las sorpresas de la ACB. El objetivo debe ser pelear por el play-off. Hay que soñar a lo grande», manifestó el director de juego de los MiB, quien expresa su felicidad por formar la «conexión escandinava» con Pantzar y Hlinason. «Mi meta es que el Bilbao Basket tenga éxito. Si lo tiene, todos seremos felices. Espero ser parte de ello y hacer mejores a mis compañeros porque queremos ser una manada de lobos».

No se le borra la sonrisa de la cara. «Es una buena señal, ¿no?», contesta Muhammad-Ali Abdur-Rahkman cuando se pregunta por sus primeras semanas en Bilbao y en el equipo. «Me gusta la ciudad. Es un gran cambio de ritmo respecto a Estambul», dice el escolta que dejó al Darüşşafaka para vestirse de negro. Todavía no ha rendido a su mejor nivel porque, según explica, «estoy en el período de adaptación. Tenemos chicos jóvenes, hay que jugar contra defensas diferentes, anotar...». Rompe en carcajadas cuando se le insiste en que no perdone desde los 6,75. «Haré lo que necesite el equipo para ganar. El objetivo es jugar la Copa del Rey y el play-off. No hablo de ganar, sino de estar ahí», se suelta la melena el americano, quien viene a suplir a Adam Smith. «Tenemos una buena plantilla. Se trata de crecer y ser mejores cada día».

El Bilbao Basket espera mucho de Marvin Jones bajo los tableros, en la pintura, donde tiene facilidad de jugar por encima del aro. Fuerte y físico, el pívot receta calma, ir «paso a paso» y dejar que el «trabajo diario diga a qué podemos aspirar». Ha hecho una buena pretemporada, con actuaciones notables sobre todo ante rivales 'terrenales' y asegura que está listo para la ACB. «Espero mucho de mí mismo. Entreno muy duro. Este verano he descansado mi cuerpo y mi mente, y luego me he preparado. Para mí, cada partido es una oportunidad. No excluyo a nadie», contestó el americano cuando se le preguntó por si le motivaba medirse a los mejores 'cincos' de Europa como Tavares. Le gusta la plantilla. «El equipo tiene una gran energía; es como una familia. Cada día será una aventura. Es lo bonito de esta profesión».

Un veterano curtido en cientos de batallas como Zoran Dragic, algunas de ellas en la NBA, está encantado con las sensaciones que transmite el equipo. «Tengo objetivos grandes, siempre los he tenido, y aquí dentro hay buena química», dijo el esloveno durante su acto de presentación como hombre de negro y antes de que atendiera junto con sus compañeros a los medios de comunicación en la cancha de Artxanda. «Podemos jugar un buen baloncesto», aseguró el ex de los Suns y los Heats, quien ha militado en 17 clubes distintos antes de recalar en el Bilbao Basket. «Esto parece una familia», prosiguió el de Ljubljana, acostumbrado a convivir en casetas complicadas y ecosistemas hostiles. Destacó la «calidad» de los jóvenes con los que trabaja en el día a día, la fortaleza de Miribilla y avanzó que el bloque todavía «está creciendo». Es uno de los veteranos (35 años) y se espera mucho de él. «Cuando te haces mayor tienes que cambiar tu juego. Juego por instinto. Si tengo que penetrar, penetro; si tengo que tirar, tiro. ¿Objetivos colectivos? Salvación y estar cerca del play-off».

«Las sensaciones en la pretemporada han sido buenas a pesar de que todavía nos estamos conociendo. Y aunque hemos perdido contra París y Baskonia, les hemos apretado». Melwin Pantzar admite que el primer objetivo del Surne Bilbao Basket tiene que ser la salvación, «pero tengo muchas ganas de hacer algo más grande, y seguro que el equipo también. Queremos estar lo más arriba posible en la tabla, aunque sea complicado», destaca. En su segunda temporada con los hombres de negro el base sueco tendrá que dirigir a un equipo un poco más joven «que nos permitirá jugar más dinámico. Somos más físicos por lo que podemos jugar a un ritmo más alto y defender mejor», admite. La anterior campaña le sirvió para ser consciente de la dificultad que entraña ganar fuera de casa, «pero estamos entrenando duro y confiamos en cambiar la situación».

El escolta estonio piensa a corto plazo. Su primer objetivo «es ganar los próximos tres partidos». Admite que será complicado, «pero creo que podemos hacerlo, especialmente los dos que jugamos en casa con nuestra afición, que siempre es más fácil». Aunque en pretemporada el nivel de intensidad de los rivales es distinto a los del resto del año, considera que los triunfos obtenidos «han reforzado al equipo». «Tenemos un buen ambiente en y necesitamos un poco más de tiempo para compactarnos, pero podemos firmar una muy buena campaña. Queremos acabar en la mejor posición en la tabla. Soy ambicioso y hay que buscar las plazas europeas», destaca. Para ello necesitan mejorar la asignatura pendiente de ganar fuera de casa, «aunque sea muy duro». «Este año tenemos más jugadores con experiencia en la liga que nos pueden ayudar en este aspecto», asegura.

«Prefiero soñar en grande porque si no lo cumples puedes acabar en un buen lugar. Si piensas en pequeño puede ser que nunca llegues a desarrollar tu potencial al 100%». El ala-pívot polaco forma parte de una plantilla «llena de ilusión, hambre y ambición. Necesitamos demostrar lo que queremos a partir de la próxima semana», señala. Desde el primer día apreció que en el club hay una cultura y un ambiente de baloncesto muy positivo, «y la plantilla de este año esta hecha con el mismo con el mismo concepto. Con una buena mezcla de jugadores con experiencia en ACB y caras nuevas que quieren mostrar su mejor versión. Hay que ayudarles para que su transición sea lo más rápida posible», apunta. Está «muy contento» por cómo fue la pretemporada «y por cómo está el equipo en este momento, aunque todavía falta trabajo por hacer para los retos que tenemos por delante. El primero es estar en Europa. Necesitamos pasar esa eliminatoria».