Ponsarnau reclama «un voto de confianza» a la afición ante el Manresa

«Estamos con la reafirmación de que la segunda parte es la del peor equipo de la Liga, lo que no queremos ser. El equipo se derrumbó y demasiados jugadores miraron al suelo. Independientemente de estar desacertados, el compromiso va más allá. Eso está identificado, hemos trabajado bien dentro de las posibilidades», resaltó.

Ponsarnau espera que la plantilla «recupere la confianza e ir matizando cosas para mejorar y ser competitivos» e incidió en que «el partido de Girona marca el declive en cuanto a consistencia mental tras la lesión de Xavi -Rabaseda-». El capitán «quiere estar este domingo en el banquillo», desveló. Ante la lesión de Kullamae y la posible llegada del escolta dominicano Omar Silverio para ayudar en el perímetro, el técnico catalán aseguró que «ahora no tengo en la cabeza a este jugador ni a nadie. Estoy enfocado con lo que tenemos en la pista. El club está haciendo todo el esfuerzo necesario para fichar a alguien que nos ayude. Esto no es como ir al supermercado, en el que vas a un stand para comprar jugadores de tres puntos. Ahora está vacío… y en la repisa de arriba hay alguno. Pero no llegamos», apuntó respecto a las posibilidades de mercado.

El Baxi Manresa de Diego Ocampo transita sereno en la parte media de la tabla, con seis victorias y cinco derrotas y con el pensamiento en la Copa. Por eso, es un contrario todavía más peligroso en el penúltimo partido de este año antes de visitar al Leyma Coruña, el sábado 28 de diciembre.

«Son un estandarte de esta nueva corriente de baloncesto de jugar rápido y no alargar las posesiones. Son incisivos en el rebote ofensivo y van con muchos jugadores. Tenemos que hacerlo muy bien para competir contra ellos», advirtió. Ponsarnau reconoció que «es preocupante nuestro nivel de acierto». «Estamos tirando más solos que nunca y si tiras solo es que lo haces bien. El compromiso de trabajo ha sido bueno», manifestó.

Miribilla volverá a jugar un papel importante mañana para intentar remontar el vuelo. «Lo reconozco. No estamos al nivel que queríamos y hemos fallado en el compromiso en la segunda parte en Lleida. No somos nadie para pedir muchas cosas, pero los necesitamos. Les pediría un voto de confianza, que vamos a darlo todo y estoy convencidísimo de que vamos a salir de esta situación», remarcó antes de una contienda en la que habrá una lluvia de peluches desde la grada.