La plaga de lesiones en el Surne impide a Mumbrú consolidar su nuevo proyecto

La quinta baja por cuestiones físicas del Bilbao Basket en dos meses ha impedido que Mumbrú haya podido contar con su plantel al completo en este difícil inicio de la liga. A esta plaga hay que añadir la inesperada marcha de Miniotas a su Lituania natal, un hueco reemplazado la semana pasada por un Inglis que dejó muy buenas sensaciones en su debut en la Fonteta. Este encaje de bolillos le suena de algo al técnico catalán, quien tuvo que lidiar con una situación semejante la temporada pasada. Una combinación de lesiones y contagios de covid que obligaron a aplazar varios partidos y que llevaron al equipo a jugarse la permanencia en un final de auténtico infarto.

La buena noticia, por buscar algo positivo, es que el Bilbao Basket no tiene más distracción que las 23 finales que le restan en la ACB. Hace un año, los hombres de negro competían en la Basketball Champions League (BCL) y el desgaste de esos seis partidos de la fase de grupos pasó factura a los de Miribilla en la competición doméstica.

El Surne cuenta con ocho caras nuevas -Withey, Luz, Bigote, Masiulis, Delgado, Galán, Goudelock y la mencionada llegada de Inglis- con respecto al plantel de la temporada pasada y se espera un refuerzo extra para suplir la baja de la 'mini-mamba', fuera de combate hasta dentro de mes y medio por su lesión entre el sóleo y el tendón de Aquiles. El hecho de tener más de media plantilla nueva se notó sobremanera en los primeros partidos de Liga Endesa, en los que al Surne le costó encontrar su identidad. Un puzle que Mumbrú intenta resolver con tesón para dejar al equipo un año más en la élite, pero que está siendo todo un rompecabezas para el catalán, acostumbrado ya a tener que hacer frente a un sinfín de contratiempos que ralentizan la consolidación de su proyecto en Bilbao.

Tras la caída a plomo sufrida en Valencia, cuando tras una magistral primera parte el equipo se desinfló y desperdició una renta que llegó a ser de 21 puntos, el calendario sonríe a los bilbaínos, que tienen por delante dos semanas para preparar el encuentro ante el Breogán, toda una final en diciembre. Un tiempo en el que, por si no bastara con las bajas médicas, Mumbrú perderá a tres jugadores por compromisos con sus selecciones. El lituano Masiulis, el sueco Hakanson y el dominicano Delgado se incorporan a la dinámica de sus combinados nacionales en la primera ventana FIBA para sacar un billete al Mundial 2023.