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Hlinason, imposible de frenar, machaca el aro. Luis Ángel Gómez
El gigante Hlinason protege el cielo bilbaíno

El gigante Hlinason protege el cielo bilbaíno

El pívot islandés da un recital defensivo para liderar la victoria de los hombres de negro ante un Andorra al que acabó intimidando

Jueves, 2 de enero 2025, 21:26

Acabó con 26 puntos de valoración, 11 de anotación, 9 rebotes, 4 tapones y una asistencia en 22 minutos y medio. Y seis faltas recibidas. El gigante islandés Tryggvi Hlinason fue el ejemplo de lo que fue su equipo ante un Morabanc Andorra que se atascó en ataque en un pabellón de Miribilla que disfrutó con la sexta victoria del equipo de Ponsarnau. Los hombres de negro incomodaron desde la defensa a un rival que no tuvo su tarde. Los andorranos eran temibles desde la línea de tres y terminaron con tres aciertos de 22 intentos. Como dijo el portugalujo Natxo Lezkano en la sala de prensa, sus jugadores tuvieron que «convivir con el error».

Y ahí apareció como ganador el Bilbao Basket. Hlinason pasó de la barrera de los diez puntos, como Pantzar, Dragic, Gielo y Frey. Su trabajo ayudó mucho. «Ha salido bien. Hemos empezado bien, hemos puesto el ritmo al partido y lo hemos controlado hasta el final. Primero en defensa y luego con el juego en ataque. Quiero meter puntos, sí, y estoy muy contento si ganamos», expresó el pívot tras el valioso triunfo al describir el juego que realiza ante sus rivales. Intimida y su presencia la agradecen sus compañeros.

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«Estoy muy feliz porque estamos jugando bien, con Miribilla animando. Ha sido un partido divertido para todos con buenas rachas. Y hemos respondido bien cuando el otro equipo ha tenido sus buenos momentos», expresó Hlinason, que peleó con Doumbouya. Su entrenador consideró tras el tercer triunfo consecutivo que el éxito llegó desde la «solidez defensiva. Ha hecho un partido brutal. Tenemos dos buenos pívots», subrayó Ponsarnau, que apreció esa comodidad defensiva desde el esfuerzo.

El partido ante el Andorra, tal y como había dicho Ponsarnau, suponía «un día especial para que vengan muchos niños y que contacten con un deporte tan bonito como es el baloncesto». Y así fue. Quienes acudieron generaron la sintonía que funciona entre marea negra y plantilla. En el trayecto al pabellón de Miribilla ya se vio a muchas familias con los más 'peques' contentos por presenciar un encuentro de los hombres de negro en plenas fiestas navideñas.

Generar frustración

Por eso de las vacaciones, también había personas de otras provincias, aficionadas al baloncesto, que se acercaron a presenciar este enfrentamiento de la decimocuarta jornada. Como Rocío, una chica de Valladolid que juega en el Laguna pucelano y acudió por vez primera al pabellón bilbaíno. Vio el tercer triunfo consecutivo de los hombres de negro en un choque en el que volvieron a Miribilla Ben Lammers, que fue aplaudido como Felipe Dos Anjos, Nikola Radicevic y Paco Vázquez.

El Andorra se quedó con 31 puntos al descanso. El trabajo defensivo de los de Ponsarnau ante un equipo de gran producción como es el Andorra (87 puntos de media hasta este partido) funcionó en todo momento. Aunque los visitantes también pusieron de su parte con su desacierto. Los de Ponsarnau, a pesar del 4 de 21 en triples al descanso (8 de 37 al final) lanzaban más de tres que de dos, cumplían y disfrutaban con esa sintonía con su público. La segunda parte siguió por los mismos derroteros, con el Bilbao Basket generando frustración en el conjunto pirenaico desde la defensa.

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