«¡Eskerrik asko Embajadores de Bilbao!»

La primera parada del homenaje programado a nivel institucional a los campeones fue el Ayuntamiento bilbaíno, donde recalaron puntuales como un reloj suizo. En las escalinatas del Consistorio esperaba firme como un faro el alcalde Juan Mari Aburto, que recibió al Bilbao Basket con los brazos abiertos. El técnico Jaume Ponsarnau chocó palmas con el primer edil en señal de complicidad y le entregó una bufanda que Aburto se la colocó de inmediato.

En el Salón Árabe -el recinto se quedó pequeño- aguardaban numerosos invitados, familiares de jugadores y medios de comunicación que al ver entrar al plantel con su capitán Xavi Rabaseda y el técnico al frente portando la copa conquistada en territorio hostil se arrancó con una salva de aplausos que parecía no tener fin. La frenó la música del txistu y el tamboril que anunciaba el aurresku de honor interpretado por dos dantzaris -chico y chica-. Y a continuación tomó la palabra el alcalde: «Zorionak, Europako txapeldunak/Felicidades, campeones de Europa», exclamó como mensaje de bienvenida.

En ese mismo escenario en el que estaban siendo agasajados por el título de la FIBA Europe Cup, el Bilbao Basket fue nombrado cuatro meses antes 'Embajador de Bilbao' y «en este tiempo, como siempre, habéis llevado los valores y el espíritu de esta ciudad por todas las canchas con mucho orgullo. El pasado miércoles habéis logrado que Bilbao se escriba con letras de oro en la historia del basket europeo», resaltó Aburto antes de lanzar un «Eskerrik asko, Embajadores de Bilbao».

El máximo mandatario bilbaíno aprovechó la oportunidad también para agradecer «a todos los que han sido compañeros de viaje» de la franquicia de Miribilla en estos 25 años de andadura, «desde aficionados a patrocinadores, colaboradores, instituciones públicas y privadas, con una mención especial a Surne, que ha juntado su nombre con el del Bilbao Basket para hacer posible este gran triunfo», resaltó. El último mensaje del primer edil estuvo dirigido directamente a los jugadores. «Salir al balcón y disfrutar con el pueblo que tanto os quiere, pero mañana a entrenar que el domingo hay que ganar al UCAM Murcia». No hizo falta más. La plantilla, en medio de una marea de confeti, cumplió el mandato en el exterior.

Como suele ser habitual en este tipo de celebraciones, mantener el horario oficial es casi misión imposible y la llegada a la Diputación, segunda y última parada de la comitiva, se demoró alrededor de un cuarto de hora. Numerosos invitados, entre los que se encontraba el presidente del PNV Aitor Esteban, la vicelehendakari Ibone Bengoetxea y José Ángel Iribar, representante institucional del Athletic, no se perdieron la oportunidad de mostrar su apoyo a los campeones.

«Este éxito es de todas esas personas que realizan un trabajo serio y minucioso en el club para que esto sea posible. Sin ese buen hacer no estaríamos aquí. Hoy es un día importante para Bizkaia. Esta temporada nos habéis hecho sentir orgullosos», resaltó la diputada general, Elixabete Etxanobe, haciendo un guiño también al trabajo de la directiva presidida por Isabel Iturbe. Aitor Esteban, un asiduo a Miribilla, recordó la final y reconoció que en el tercer cuarto de Salónica «me tuve que marchar porque la cosa se puso fea y no aguantaba de los nervios». El sufrimiento mereció la pena.