«Es el momento de ver qué equipo somos capaces de hacer»
El técnico del Surne Bilbao Basket, que esta semana tendrá una oferta de renovación, quiere hablar con el club de la viabilidad deportiva y de los recursos de cara a un curso con la ACB y la Champions
Álex Mumbrú se sentará en breve con los responsables del Surne Bilbao Basket para hablar de su futuro en común. El entrenador de los hombres ... de negro, que se han quedado a una canasta del milagro del play-off, quiere escuchar los planes de futuro de la franquicia de Miribilla. En cuestión de días tendrá una oferta de renovación encima de la mesa, pero el barcelonés necesita conocer la solvencia de un proyecto que empieza de cero de cara a un curso con dos competiciones. Jugar la ACB y la Basketball Champions League exige la confección de una plantilla larga y solvente. «Vamos a ver qué presupuesto podemos tener y a partir de ahí decidiremos si es mejor seguir o no. Sobre todo se trata de ver la viabilidad y qué equipo somos capaces de hacer para el año que viene». De su discurso se entiende que la construcción de un bloque de garantías es una de las claves para que firme la renovación.
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– ¿Cuántas veces ha repasado los últimos 26 segundos del partido contra el Betis?
– Muchas. Le he dado muchas vueltas, pero unas veces el deporte te da cosas y otras te las quita. Es duro. Si hubiéramos perdido antes algún partido habríamos llegado al Betis sin opciones. Ha sido un buen año. Igual te quedas con la sensación de que faltó la guinda del pastel, de que no cumplimos. Pero lo que tiene mérito es llegar al último partido y al último segundo con las posibilidades de meterte en el play-off. Ha sido una temporada meritoria y al mismo tiempo dura, pero hay que seguir dando pasos.
– Rafa Luz hasta pidió perdón en las redes sociales por el tiro fallado. Estaba destrozado.
– Estaba dolido por fallar una bandeja. Pero cuando un equipo da el 200%, cuando lo da todo en la pista, no puedo reprocharle nada. Faltaban 30 segundos para terminar la prórroga y seguíamos intentado ganar el partido haciendo faltas, yendo al aro. Eso habla muy bien de un equipo que lucha hasta el último segundo. Y yo me siento muy orgulloso de ese equipo. Que luche hasta el final es de agradecer. El Bilbao Basket lo dio todo hasta el último suspiro.
– Un grupo de jugadores que podía haberse dejado ir con la permanencia asegurada y que sin embargo pisó el acelerador a pesar de no tener ninguna prima por entrar en el play-off. Hablamos de compromiso.
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– Exacto. Hay equipos que tienen primas por meterse en el play-off. Nosotros no lo tenemos en nuestros contratos porque no podemos y porque no es nuestro objetivo. Sería más factible poner una prima por la salvación que por el play-off. La realidad es que no dejaron de apretar, y eso es importante. Demuestra la fortaleza del equipo.
– Con las pulsaciones ya bajadas y tras 34 jornadas de la ACB, ¿cómo calificaría la temporada del Bilbao Basket?
– Si al principio de la temporada nos hubieran dicho que el Bilbao Basket iba a quedar noveno y a las puertas del play-off, lo hubiésemos firmado todos. No solo ganamos partidos, sino jugamos un buen baloncesto. Hemos demostrado ser un buen equipo. Hay que valorarlo.
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– ¿Por qué han superado todas las expectativas?
– Nadie contaba con nosotros. Éramos claros candidatos al descenso. Pero hemos sido un equipo comprometido, con ganas, que creía en lo que hacía. No es fácil construir un equipo. Comenzamos con una mala dinámica –cinco derrotas seguidas–, pero creíamos en lo que hacíamos. Con trabajo, confianza y fe conseguimos volver.
– ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de esta temporada?
– Lo mejor, Miribilla. Después de un año de pandemia y sin público, sufriendo, lo mejor del año ha sido nuestra afición. El efecto Miribilla. ¿Lo peor? Habernos quedado con la miel en los labios.
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– ¿Con el descenso de dos equipazos como el Burgos y el Andorra cobra más valor lo que ha hecho el Surne?
– El Burgos es bicampeón de Europa –de la Champions–, tiene un presupuesto alto y ha descendido. El Andorra llegó a las semifinales de la Eurocup y también ha bajado. Eso habla de lo difícil que es la ACB y lo complicada que es la salvación. Se ve lo que hemos hecho este año.
«Hay que dar pasos»
– Vamos con un tema que hasta ahora ha sorteado con acierto. La gran incógnita es su continuidad, de la que no ha dado pistas. ¿Cuáles son sus intenciones?
– Son claras: sentarme con el club, hablar de la viabilidad del equipo, de cómo seríamos capaces de afrontar la Champions, de ver qué presupuesto podemos tener para el año que viene, la situación que vamos a vivir. A partir de ahí decidiremos mi futuro. Si es mejor seguir o no. Tenemos que hablarlo tranquilamente, hacer la valoración de todo el año, ver en qué hemos fallado y qué hemos hecho bien. Sobre todo se trata de ver la viabilidad y qué equipo somos capaces de hacer para el año que viene.
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– En breve tendrá una oferta encima de la mesa. ¿Qué le pide el cuerpo: seguir o cree que el ciclo ha acabado?
– En el deporte hay que ir día a día. No puedes venirte arriba cuando las cosas van bien ni abajo cuando van mal. El año pasado no éramos un desastre por salvamos en el último suspiro y ahora tampoco somos los mejores del mundo. Hay que tener un equilibrio. Por méritos propios, el Bilbao Basket jugará el año que viene la Champions. Y para jugar la Champions hay que tener un equipo solvente y que sea capaz de aguantar dos competiciones. A parte de la oferta que me van a hacer, hay que ver cuál es la respuesta del club a todos los imputs que se han logrado esta temporada, como por ejemplo jugar en Europa.
– Se deduce de sus palabras que una gran parte de su continuidad depende de la capacidad del club de construir una plantilla de garantías.
– Hemos pasado muchos años siendo un presupuesto bajito y seguramente habrá que seguir siéndolo, pero hay que dar pasitos. Es el momento de ver qué equipo somos capaces de hacer. Es una parte importante dentro de la toma de decisiones.
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– ¿Volverá a construirse el equipo con un millón?
– Lo ideal sería que no. Es un presupuesto justo para una competición como la ACB. Pero de lo que es lo ideal a lo que es la realidad a veces hay un tramo muy grande.
– Acertar en los fichajes volverá a ser fundamental.
– Acertar es todo. Para el Bilbao Basket es más difícil acertar porque no tiene que hacer tres fichajes al año, sino siete u ocho. O este año 12. Entonces el porcentaje de error es más alto. Encima tienes que acertar con una economía que obliga a ver cosas en jugadores que nadie ve
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– ¿Puede aumentarse el gasto en plantilla?
– No lo controlo yo. Hay mucha gente del club que trabaja y es capaz de gestionar el dinero. A nosotros nos dicen el presupuesto y a partir de ahí hacemos el equipo.
– Un equipo que volvería a pelear por la permanencia. ¿Es la premisa de la que se parte?
– Dudo de que el Bilbao Basket tenga un presupuesto de tres millones únicamente para la plantilla. Habría que ver de lo que somos capaces...
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– Habla en todo momento en plural.
– Sí, porque yo me siento del Bilbao Basket. Me siento parte del club. Lo he vivido muchos años. Pero también le digo que la gente se cansa de las cosas. Puede ser que haya gente en Miribilla que ya esté cansada de mi imagen, de mí.
– ¿Lo cree?
– No lo sé. No me lo han demostrado. Siempre me he sentido muy querido en Bilbao. Por eso he estado tantos años y nunca me he ido, hasta cuando tenía alguna posibilidad.
– Lleva 13 años en Bilbao, nueve como jugador y cuatro como entrenador. Una vida. ¿Habrá otra mejor fuera?
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– Cuando llevas tantos años en un sitio es porque estás a gusto y porque crees que lo mejor está aquí. ¿Qué va a pasar en el futuro? A día de hoy no lo sé ni yo. Tenemos que volver a crear un equipo, empezar de nuevo. Vamos dando pasos y hay que darlos en todas las líneas.
– Como el técnico del Bilbao Basket ha logrado un ascenso, un play-off, una salvación milagrosa y esta buena temporada. ¿Ahora necesita desafíos deportivos más ambiciosos?
– Soy una persona muy ambiciosa, deportivamente hablando. Cuando me junto el primer día con los jugadores no les digo que nos tenemos que salvar, sino estar lo más arriba posible. Esa es la mentalidad, exigir el máximo que el equipo puede dar. Creo que este año hemos dado el máximo. La ambición también es relativa: para unos es ganar la Liga, para otros ganar la Copa, para otros es meterse en el play-off y para otros es salvarse.
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– El baloncesto es un deporte de estadísticas, de cifras. ¿Qué porcentaje hay de que se quede o de que se vaya?
– No lo sé. Hay un porcentaje alto sentimental, hay otro no tan alto. No sabría decirlo. Ahora de lo que tengo ganas es de escuchar.
– Al club.
– De escuchar. Mi porcentaje puede variar dependiendo del club: qué quiere, cuáles son los siguientes pasos. Pasamos una travesía en el desierto y hasta podríamos decir que nos hemos estabilizado un poco en la ACB. Ahora toca dar un pasito más. Me apetece escuchar. Es un buen momento.
– Sigamos con la ambición. Si decide renovar, ¿con quién le gustaría quedarse de la actual plantilla?
– Con todos. Han demostrado que valen una cosa –en referencia al dinero invertido en la plantilla– y que en la pista valen otra. Son mucho más valiosos en la pista. Me encantaría seguir con todos, pero es imposible. Cuando hacen una buena temporada, los jugadores se revalorizan y el club no puede asumir esa revalorización. Es ley de vida para el Bilbao Basket.
– No se llega a lo que pagan otros.
– Imposible.
Repaso a los 12 jugadores
– Hagamos un breve repaso de la temporada que ha hecho cada uno sus 12 jugadores. Rafa Luz.
– Rafa Luz ha sido la fuerza, el control, el trabajo en equipo, la ambición. Un jugador de equipo con mayúsculas.
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– Jonathan Rousselle.
– Rousselle ha sido un jugador con algunos altibajos esta temporada, muy comprometido con el equipo. Capitán.
– Stefan Peno.
– No ha podido demostrar la calidad que tiene porque el equipo empezó a funcionar. Pero hubo una época en la que se tuvo que comer un momento complicado del año.
– Ludde Hakanson.
– Apostamos por Ludde no solo porque era cupo sino porque creíamos que era un buen jugador. Llegó de una liga menor y aquí se ha consolidado como un jugador con talento.
– Drew Goudelock.
– Anotador. El 'killer'.
– Tomeu Rigo.
– Rigo es el complemento perfecto de un puzle. Es el multiusos, lo que haga falta. Es capaz de hacer cualquier cosa para el equipo.
– David Walker.
– Walker es la defensa, el compromiso y los intangibles. Lo que nadie ve.
– Álex Reyes.
– Tirador compulsivo, raza blanca tirador.
– Damien Inglis.
– Inglis es un jugador especial y hay que saber tratarle. Tiene mucho talento. Es capaz de ayudar mucho al equipo si eres capaz de entenderle.
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– Gytis Masiulis.
– Masiulis es un chico joven que por primera vez ha salido de su país, de su familia. Vino a una liga muy competitiva y le costó adaptarse. En el momento en que se adaptó nos aportó mucho.
– Jeff Withey.
– Withey entró con mal pie porque llegó con un cuadro de covid muy severo. No fue fácil para él, no lo pasó bien. Le costó volver a estar en forma. En el momento en el que lo hizo fue el que nos tapaba la casa. El ciprés, el árbol que protegía la casa.
– Ángel Delgado.
– Delgado tiene talentos que ni él sabe. Es como una roca, el cien por cien competición.
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