«Creo que vamos a ser capaces de salvarnos, y no lo digo de boquilla»

- Quedan siete jornadas, el equipo está en una situación delicada y el calendario tampoco acompaña. ¿Más que entrenador se trata de ser psicólogo o motivador?

- Un poco de todo. Lo que no hemos mejorado hasta ahora es difícil mejorarlo porque tenemos muchos partidos y pocos entrenamientos. Hay que confiar, creer que somos capaces, pensar en que se puede e intentar que las derrotas no nos pesen; en cambio, debemos aprovechar las victorias para que nos impulsen.

- El equipo está con siete victorias. ¿Con tres más y el 'average' valdría?

- No lo sé. Al final de la temporada siempre hay resultados raros. Piensas que hay equipos que no pueden ganar y ganan. Es un año extraño. Los clubes grandes acaban cayendo en algún partido, pero ahora sin público es más complicado. Es pronto decirlo porque faltan siete jornadas. Ya veremos.

- Quedan Tenerife, Valencia, Gran Canaria, Burgos, Fuenlabrada, Real Madrid y Joventut. ¿Dónde podrían estar esas tres victorias?

- Me encantaría poder decirle esta, esta y esta. Pero las cosas no funcionan así. El Burgos ha perdido contra el GBC y el Fuenlabrada en una misma semana. ¿Qué es lo importante? Tomarnos cada partido como una nueva oportunidad para sumar. Contra el Unicaja hicimos 34 minutos de muy buen baloncesto y perdimos en dos minutos por malas decisiones. Tiramos a la basura esos 34 minutos. Cuando llevas muchos partidos perdidos te cuesta más anímicamente.

- ¿Y cómo se sale de esta?

- Trabajando. Confiar en lo que hay y en lo que tienes. No queda otra que trabajar. Cualquier fórmula que tengas siempre está multiplicada por el trabajo. Cuanto más trabajas, más opciones tienes. Y que la suerte nos acompañe en el tema de las lesiones y de que no haya nada raro.

- ¿Cómo de entero está el equipo?

- Es normal que el equipo esté 'tocado'. Si no lo estuviera, no estaría consciente de la situación que vivimos. Nos han ido pasando muchas cosas. Todas las lesiones que no hemos tenido desde que estoy al mando del Bilbao Basket han ocurrido de golpe este año. Podemos hacer dos cosas: estar todo el día lamentándonos o seguir trabajando. Hemos optado por seguir trabajando.

- ¿Es uno de los momentos más difíciles de su carrera?

- De entrenador, desde luego. En la LEB perdimos tres partidos seguidos en enero y empezamos a dinamitar todo. Parecía que teníamos que subir casi sin jugar. Estuvimos al límite en varios momentos de la 'final four', pero fuimos capaces de sacarlo. Ahora son momentos difíciles, diferentes, también debido a que el año pasado hicimos una temporada tan buena que parecía que no podíamos estar en esta situación. A priori, es una situación que por presupuesto nos correspondería. Hay cinco equipos en dos victorias. Ganas un partido y sales; pierdes otro y te metes en el descenso. Hay que mantener la calma.

- Cuando entra al vestuario y mira a los ojos a sus jugadores, ¿ve la convicción de que es posible salvarse?

- Yo no hablo de la salvación ni del descenso. Hablo del partido que tenemos por delante, de intentar ganarlo. El objetivo final es salvarnos, pero lo importante es lo que haces cada día para ganar el siguiente partido. Será una guerra durante todo el año y para ganarla hay que ir ganando pequeñas batallas. No hay que mirar más allá porque puedes entrar en la frustración.

- ¿Se va a salvar el Bilbao Basket?

- Yo creo que sí. No lo digo de boquilla, lo digo porque creo fielmente que vamos a ser capaces de salvarnos.

- Pase lo que pase en estas siete jornadas no estará Rousselle, quien causará baja por su lesión en el tendón de Aquiles. El club se ha movido rápido y ha fichado al base griego Athinaiou. ¿Cómo ve esta incorporación?

- Jo (Jonathan) lleva un mes arrastrando unas molestias importantes en su tendón de aquiles. No podía entrenar, solo jugar. Jugaba infiltrado para que durante hora y media le dejara de molestar un poco. La única posición que no tenemos doblada es la de base. Pues bien, Athinaiou es un veterano que ha jugado en equipos importantes y sabe el rol que tiene que tener. Es anotador, puede tirar de dos y tres puntos, buen director y capaz de hacer jugar al equipo a un buen ritmo.

- ¿Entonces está satisfecho?

- Sí. A estas alturas siempre es difícil encontrar jugadores. Estoy satisfecho con su incorporación. Lo mejor es que el club se ha movido rápido ante la baja de Jo, que casi no podía ni apoyar. Todo lo que sea reforzarse es bueno.

- En el calendario aparecen Fuenlabrada, Gran Canaria y Joventut. ¿Están marcados en rojo?

- Yo le contestaría Tenerife y Valencia. Son rivales difíciles, pero hay que jugar todos los partidos. El GBC ha ganado al Valencia.

- Y al Burgos.

- ¿Por qué no podemos ganar nosotros al Tenerife, Valencia y Burgos? No hay que descartar nada. No sería bueno. Porque si piensas que vas a ganar un partido y luego no lo ganas, la frustración es máxima. Vamos a pensar en lo de ahora. Aunque parezca una broma lo del 'partido a partido', a nosotros no nos queda otra.

- Les han pasado muchas cosas este año: virus, contagios, lesiones, constantes cambios de calendario, jugar sin público. ¿Qué es lo que se lleva peor?

- Lo peor que llevamos es claramente el público.

- Un factor clave.

- Para nosotros, sí. ¿Cómo habría sido esta temporada con público? No lo sé, pero en Miribilla tendríamos alguna victoria más. Hemos ganado más fuera que en casa. Eso ya te marca. Nosotros notamos el apoyo de la gente. El equipo que está llamado a estar ahí abajo necesita algo de adrenalina que le da su público. Lo echamos de menos. Pero estamos en una pandemia mundial y lo primordial es la salud. Eso prevalece sobre cualquier otra cosa.