¿Será el viernes el primer partido sin público del Buesa Arena en veinte años?

La mayoría de las respuestas las tiene el Baskonia, que ya trabaja en detallar el protocolo de cómo acceder al recinto. Y hay requisitos que se saben por ser comunes a todas las canchas de Euroliga. Hay que mirar la temperatura en la entrada, usar gel hidroalcohólico, llevar mascarilla en todo momento, nada de comer o beber en el pabellón...

Lo lógico para mantener la distancia de 1,5 metros con otros aficionados. Pero nada se puede implementar sin la decisión del Departamento de Salud del Gobierno vasco, que lleva unas 80 horas, sin responder a la petición del club.

Por otro lado, Luca Vildoza regresó ayer a los entrenamientos con el grupo. El base argentino, que se sintió indispuesto en el descanso del partido contra el Estudiantes, el pasado sábado, se retiró a los vestuarios y regresó vestido de calle y claramente afectado por problemas gástricos, según aclaró después el club.

Tras el día de descanso del domingo, Vildoza está completamente recuperado y ya se ejercita de cara al debut en Euroliga del viernes. Un problema menos para Ivanovic, que con Zoran Dragic aún apartado tenía una brecha demasiado profunda en el perímetro en el caso de falta una segunda pieza. El esloveno podría regresar la próxima semana.