Las torres intermitentes del Baskonia

Otra opción es el de las epifanías de Diop seguidas de larguísimas travesías por el desierto. El capitán entra en trance en determinados momentos -es capaz de cambiar la dinámica del juego con su energía- y resultar determinante, como pasó en la fase final de la ACB de Valencia la temporada pasada. Y después, desvanecerse al punto de llevar una valoración negativa en Euroliga este curso. Con seis encuentros disputados, en la mitad ha restado.

Finalmente nos encontramos con Fall, que parecía casi descartado, que apenas jugó nada en los primeros compases de la competición y que sorprendió a todos en el Megasport Arena con una actuación incontestable, 27 de valoración, en la que además de sus 19 puntos y 8 rebotes (seis pérdidas que también son excesivas) recibió siete faltas personales.

Es la prueba definitiva de que si el gigante francosenegalés consigue mantener el ritmo del grupo y de la liga continental, los rivales no tienen otra opción que golpearle. Bien mirado, es cosa de justicia. Los brazos como palas de aerogenerador del pívot azulgrana tampoco tienen piedad del que pasa a su lado.

Contra el CSKA, esa brega de patio carcelario en la zona acabó por desquiciar a Voigtmann, del que dicen que enseñó a Job todo lo que sabe sobre la paciencia. Fue tan implacable con el alemán, que en una interrupción del juego Shengelia salió del banquillo para pedirle calma y terciar entre ambos.

Ha nacido una estrella. Si es capaz de mantener el acierto en sus decisiones (lo del tiro se da por descontado cuando vives muy por encima del aro) Youssoupha Fall empezará a acaparar todas las miradas. Es grande, es fiero y le va la marcha. El trío de malotes que podría formar la entidad vitoriana asusta.

El problema es la intermitencia de sus torres. Los 'center', como los faros, es complicado que tengan el foco siempre en el mismo punto. Pero es que Fall (el ascendente), Diop (el descendente) y Jekiri (que fluctúa más que la función de seno) no convergen ni de casualidad. Ver a los tres jugando medianamente bien al mismo tiempo es una quimera. Quizá porque a la que uno muestra dudas es enviado al ostracismo del final del banquillo. Las segunda oportunidades son muy caras en los dominios de Dusko. Eso sí, el día que los tres insteriores se inspiren al unísono... Que le pregunten al Fenerbahce lo que sucede. Todo el Barcelona jugó contra ellos como un solo hombre y la paliza fue de 42 puntos. 97-55.

Hasta el momento, en los seis partidos de Euroliga que han disputado, el que más juega es Jekiri (120,5 minutos) seguido por Diop (57) y Fall (54), que ayer recortó mucho la diferencia con su compatriota. El que mejor lo ha hecho es el nigeriano (31 de valoración es su máximo, hace una semana ante el Asvel) y el que peor, el capitán azulgrana, que valora en negativo. Todos ellos han firmado alguna actuación con valoración por debajo de cero (Jekiri y Fall dos cada uno, un tercio de lo disputado), pero solo Diop (tres dias en negativo, en su caso) tiene el contador por debajo del inicio de la temporada.

Seguramente será algo anecdótico. También Fall estuvo en esa situación, pero dos buenos encuentros, contra el Barcelonay el CSKA, le han dado la vuelta, abriendo un esperanzador futuro inmediato. A los culé, el gigante galo le hizo 11 puntos y 3 rebotes en poco más de 13 minutos. A los rusos, en 27 minutos en juego (la mitad de todo lo que ha intervenido este año), se fue a los 19 puntos y 8 rebotes para 27 de valoración. A Fall le gusta el conjunto moscovita. En enero, cuando la vieja normalidad, firmó su mejor encuentro en la competición continental, con 30 de valoración y 6 rebores ofensivos. No anotó tanto, su topo fue este jueves.

Más llamativa es la comparación entre los tres pívot de Ivanovic si recurrimos a ver la producción por cada minuto que pisan las tablas. Ahí, Fall no tiene rival. Anota 0,61 puntos por cada 60 segundos en cancha y atrapa 0,24 rebotes. Se ve beneficiado por el poco tiempo y un partido superlativo. No obstante, Diop, jugando poco más, se quedá en 0,26 tantos y 0,19 rechaces. Jekiri, que ha disputado casi el doble de minutos, promedia 0,33 y 0,22.

Y es que Youssuopha Fall está obligado a anotar. Cuando recibe, si lo hace, es a un palmo de la canasta. Y lo habitual es que le hagan falta. 0,25 personales sufridas por minuto. Henry, al que más le hacen, se queda en 0,14. Con el 75% de acierto en el tiro libre, en el que ha mejorado un montón, es complidado que no saque algo positivo en cada posesión.