
Unicaja-Baskonia | 12.30 horas
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Unicaja-Baskonia | 12.30 horas
Historia de superación con genes baskonistas851 días. Killian Tillie (París, 26 años y 2'06 metros) pasó casi dos años y medio viendo el baloncesto desde la grada. Partido tras ... partido, la espalda le impedía siquiera entrenar. Partido tras partido, el sueño de asentarse en la NBA se desvanecía. Pero llegó el día de volver. La liga de verano le permitió coger el ritmo y el Unicaja se atrevió a extenderle un contrato con algunas cláusulas de corte en caso de que volviera a recaer de su lesión. Ahora, media temporada después, Tillie sigue en Málaga y vuelve a sentirse jugador de baloncesto.
El suyo es un apellido muy familiar para la afición del Baskonia. No es casualidad. Killian es hermano de Kim Tillie, jugador azulgrana de 2014 a 2017. Ese potente ala-pívot francés de solvente tiro exterior que no era una estrella, pero que sumaba su trabajo a la rotación. Algunos de sus partidos los vio Killian desde la grada del Buesa Arena. Entonces ya comenzaba una incipiente carrera como jugador de baloncesto tras descartar dedicarse al voleibol. Iba a seguir los pasos de Kim y no de su otro hermano, Kevin, que en verano se colgó la medalla de oro en esa disciplina en los Juegos Olímpicos de París. Sus padres también fueron jugadores de voleibol.
Optar por la vía española para regresar al baloncesto de élite fue un consejo de Kim. El lugar propicio para pasar página. «Han sido los dos años más duros de mi vida, sin poder jugar al baloncesto, pero he vuelto más fuerte», explicaba en su presentación. Hacerlo en Málaga fue una combinación de apuesta del club en sus condiciones y también parte de casualidad. «Los vi jugar el año pasado contra el Cholet, donde jugaba mi hermano, y me gustó mucho cómo competían», explicaba. Tampoco Ibon Navarro era un desconocido; no en vano, el vitoriano entrenó a su hermano en el Baskonia.
Killian empezó su carrera en la prestigiosa Universidad de Gonzaga, si bien sus buenos números no fueron suficiente para ser elegido en el Draft de 2020. Aunque los Memphis Grizzlies apostaron por él y tuvo cierta continuidad -54 partidos en dos años- hasta su lesión.
Ahora, su regreso a las pistas no ha sido normal. Más allá de la preparación física de sus compañeros, ha tenido que trabajar con preparadores y fisioterapeutas en unas pautas que permitieran un feliz regreso a la competición. El objetivo era evitar a toda costa cualquier recaída y recuperar el tiempo perdido. Llega al partido tras un notable desempeño contra el Manisa: 14 puntos y cuatro de seis en triples. Aunque es duda para enfrentarse al Baskonia por enfermedad.
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