Steven Enoch, un «ancla» para la nave baskonista

Un 'cinco' a medio camino entre Nnoko y Costello. Con más tendencia a abrirse que el camerunés y mayor presencia física que su compatriota, pero sin su acierto exterior. Por ello se define como «un ancla» para el equipo. «Soy un pegamento en defensa», capaz de amarrar el control del juego a ambos lados de la pista. «Me desenvuelvo bien de espalda a canasta, manejo las dos manos, me esfuerzo en defensa y puedo anotar desde las tres distancias», recalcó. Por tanto, un polivalente «tipo alto» de 'solo' 208 centímetros, aunque con su físico y sus extensas extremidades genera la sensación de tener una mayor envergadura.

El interior de Norwalk intimida en la pista, pero encandila en las distancias cortas con su noble sonrisa. Tranquilo y con un tono muy sereno a sus 23 años, reconoció que su sueño desde niño es «jugar en la NBA». «Me gustaría estar cerca de mi ciudad y de la familia». Pero sin prisas. «No tengo problemas en seguir jugando al baloncesto lejos de casa».

Con poco más de una semana de estancia en Vitoria, fue el fichaje con el que el Baskonia cerró su plantilla. El club se interesó a finales de junio, pero el jugador quiso probar en la Liga de Verano de la NBA. «Tuve la suerte que cuando acabé, todavía estaban interesados en mí». Había sido incluido en el tanteo con una alta oferta cualificada que el club vitoriano optó por no igualar, por lo que tuvo que acordar una compensación económica con el conjunto gallego para poder incorporarle.

De iniciación precoz en el baloncesto, Enoch es amigo de Andre Drummond (Philadelphia Sixers) desde los nueve años y dividió su periodo universitario entre Connecticut y Louisville. Entre medias, aprovechó para disputar el Europeo sub-20 de 2017 con Armenia, lo que le sirvió para lograr el pasaporte europeo. Después de su primera temporada fuera de Estados Unidos, firma con el Baskonia por dos temporadas y promete «trabajar duro» para tratar de «ganar todo lo que se pueda». «El equipo que tenemos es capaz de hacerlo».

Para ello, tiene bien memorizada una serie de tareas que quiere mejorar. «Mi defensa en el perímetro porque tengo potencial para ello. También el manejo de balón, que no suelo hacerlo mucho. Así como cometer menos faltas y reducir las pérdidas». El norteamericano sabe que son virtudes que «llegarán con la experiencia». «Si sigo trabajando duro, puedo ser un gran jugador».