Rectificar para seguir mejorando

Al Armani Milán no le basta con estar entre los tres primeros de la Euroliga de este año, al menos de momento. Y más cuando el año pasado rozó con la yema de sus dedos el triunfo y para ello preparó un equipo remozado y más equilibrado en sus posiciones para al menos tener alternativas en el juego. Construyó con mimo una plantilla envidiable en talento, calidad, experiencia y descaro, ayudado por la pizarra y la visión de Ettore Messina para sacar el máximo rendimiento, a poder ser haciendo un buen baloncesto.

Buceemos en el libro de estilo de Messina: disciplina y esfuerzo defensivo. Es el equipo que menos puntos encaja, abrir el campo en transición y movimiento constante de jugadores y balón en todos los espacios del ataque. Todo ello buscando optimizar las características de sus jugadores y minimizar al máximo los errores, no tanto desde el control sino desde la ejecución precisa que requiere cada momento, que no es lo mismo. Así las cosas, entre calidad, estrategia y esfuerzo físico, el Milán sigue su proyecto y lo hace en lo alto. Pero quiere apuntalarlo más aún. Tras las bajas de Mitoglu y Shields, principalmente, y visto el paso de las jornadas y los posibles rivales futuros, el Armani se ha reforzado para este último tercio con ese perfil de jugadores que, lejos de ser conocidos para una gran mayoría, ocupan ese papel de secundarios que ayudan al colectivo por encima de la brillantez de su nombre en la espalda.

Ricci ha tomado un papel más importante para sustituir a Shields y lo que era un relevo en la pista se ha convertido en un jugador total, en un puesto básico en los equipos de arriba: la figura del '3': completo, con buen tiro exterior, un físico capaz de aguantar tanto la velocidad como el músculo rival y que ayuda en especial en aquello que no recogen las estadísticas: esfuerzo, espacios liberados, ayudas a sus compañeros y de vez en cuando puntos cuando el equipo no encuentra vías de solución. Y por otro lado, Bentil, un poste que viene a sustituir a Mitoglu y sobre todo a reforzar el juego interior con su capacidad física en defensa y en especial el rebote, y que da solución al juego de ataque del Milán con su facilidad para abrir el campo, para tirar desde media y larga distancia.

Porque el Olimpia sigue haciendo del juego en ataque una demostración de lo que es jugar sobre el 2x2 lateral con un eje central que suelen ser sus postes, Hines, Bentil y Tarczewski, y a partir de las situaciones generadas desde el bote, con Delaney, el joven Hall y el 'Chacho' Rodríguez provocar situaciones que se puedan resolver con tiros liberados casi siempre en el otro lado de la pista. En defensa se une el físico de sus jugadores y la riqueza táctica de los movimientos que Messina ordena desde el banco. Con todo ello, el Armani Milán ha rectificado su plantilla para poder ser más sólido y equilibrados en el juego, ahora que se decidirán las posiciones finales para el Top 8 de la Euroliga por tantos equipos deseado.