Carta a los novatos
Queridos míos! Había pensado escribir sobre mapas si bien es cierto que a estas alturas quién no conoce ya Madrid, por lo que veo con ... más sentido que hablemos de rutas. Reconocerán que un mapa es un conjunto de ubicaciones y en cambio una ruta es el camino que queremos trazar entre ellas para llegar a un destino. No piensen que les voy a recomendar qué pueden hacer en Madrid a partir de hoy, que tiene de todo, pero el epicentro de estos días debemos marcarlo en rojo en plena calle Goya, haciendo un guiño al memorable pintor que tanto nos emocionó a quienes también nos apasiona la cultura.
A ti jugador que debutas por primera vez en la Copa. Que sepas que eres un privilegiado. Que otros 120 jugadores se cambiarían por ti mismo desde ya, te diría casi sin importar la camiseta que llevase, y te aseguro que muchos de ellos se estarán preguntando: '¿qué no he hecho para estar ahí ahora mismo?'. Pues precisamente lo que tú y tu equipo sí habéis conseguido: ser más regulares, obtener más victorias que otros rivales y sobre todo dar ese plus de energía necesaria para saber que en esa ruta no cabía ni el descanso ni el adormecimiento.
Así que aprovecha la oportunidad. Vívela, siéntela, zámpatela. No existirá ni posesión ni lance del juego de descanso. La Copa es ese regalo inesperado que te has encontrado en tu casa después de un enorme esfuerzo, casi sin pedir nada a cambio, pero que intuías que podría llegar. A ti jugador, que sepas que en la grada, y en las televisiones, habrá miles y miles de aficionados que desean únicamente disfrutar al máximo. La Copa además tiene la enorme virtud que aunque su equipo no juegue los espectadores buscan sentir cómo tú das todo lo que tienes, sabes y te ordenan para hacerlo muy bien. No renuncies a nada, porque quizá mañana no tengas una nueva oportunidad. No hay mañana, es ahora o punto final.
A ti entrenador que llegas con tu mochila llena de videos y hojas llenas de 'X', 'O' y líneas despendoladas, con tu maleta completa de 'esto también por si acaso', dudas, responsabilidades, exigencias e ilusión contagiada por el entorno. A ti que veías otras Copas entre el disfrute del espectador y el 'qué haría yo si estuviera ahí', te toca ahora. Tienes un vestuario rebosante de ambición y de triunfo, quizá de nervios desmedidos y tantas ganas de ganar como miedos a perder. Sabes que el equilibrio emocional es clave, tus ideas básicas del juego, esas que marcaste como límite de lo innegociable, son la base desde la que competir, con paciencia e intensidad en la misma escala, y la abstracción necesaria del ambiente en los aledaños del campo. A ti entrenador que sabes que estás ahí por méritos propios y que solo es preciso ponerlo en práctica como si fuera un partido como tantos otros, pero no es como estos partidos, llega ese momento con el que tantas veces soñaste y que ahora tienes ante ti.
A ti aficionada y aficionado que acudes por primera vez, que sepas que taparás por fin el significado de la sana envidia por el de 'yo estuve en la Copa'. A ti que no te ha importado ni los kilómetros, ni el agotamiento de 4 días a tope, ni el dolor de garganta de tanto cantar y gritar. A ti que vas a conseguir una vez más que esta competición, la Copa, sea única y que se sabe cómo empieza pero no cómo ni quién acabará en lo más alto. A ti, disfruta de la emoción del basket. Vívela, siéntela, disfrútala.
Espero que no padezcan de insomnio y nervios porque en este momento no sería lo más recomendable. Sé que una cosa es ver la Copa, otra ir a la Copa y otra bien diferente estar y competir por la Copa. Puedo entender que las mariposas están aleteando fuerte y acompasadamente en el estómago en estos últimos días pero no son el mejor compañero de viaje para tan magno evento. Resuena con rotundidad: 'LA-CO-PA'. La he disfrutado y observado con mucho mimo y atención pero no he tenido la fortuna de sentirla como la vais a sentir todos vosotros. Pero sí he visto en otras ediciones a los ojos más brillantes y hambrientos que nunca, he visto caras de concentración que no he percibido semanas atrás, he descubierto en otras ediciones sorpresones, figuras en jugadores que destapan, anécdotas increíbles y desafíos excelsos a prueba de los más fieros espadachines. Pero si en algo coinciden todos estos momentos de la Copa es sobre todo la inmensa emoción. Y es que si el deporte no emociona, no es deporte. Y en el baloncesto, como bien sabe, o es emoción o no es baloncesto. Así que disfruten del BALONCESTO con mayúsculas.
P.D.: En los tres casos, recordad que la ruta da sentido al mapa. Solo hay que saber recorrerla.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión