Del desgaste a la responsabilidad

«El equipo tiene que cambiar el chip. El partido de Manresa nos viene muy rápido después del de la Euroliga». El entrenador del Laboral Kutxa, Velimir Perasovic, sabe que el desgaste mental y corporal en la batalla del jueves ante el correoso Olympiacos puede conllevar una cierta distensión entre sus pupilos en el terreno doméstico. Ya avisó de que se podrían producir derrotas bajo esta coyuntura. Tras pugnar frente al equipo con la mayor capacidad física y defensiva de Europa en estos momentos, el encuentro puede convertirse en una trampa que la escuadra baskonista debe sortear. La visita a la cancha del sorprendente ICL Manresa (19.00 horas) conlleva la posibilidad de sellar matemáticamente su estatus como cabeza de serie en la Copa del Rey, lo que supondría la consecución de un objetivo importante de la temporada tras la clasificación para el Top 16.

El choque contará además con tintes emotivos, puesto que será el primer reencuentro del vitoriano Ibon Navarro con el club que le ha visto crecer y madurar. La batuta del entrenador alavés ha logrado hacer levantar el vuelo a una escuadra que llevaba penando durante varios años en la zona de descenso de la ACB y, a día de hoy, se ha convertido en una de las candidatas a colarse en el torneo copero, con poco más de dos millones de presupuesto en sus arcas. Sin duda, el extécnico azulgrana está triunfando y a buen seguro que querrá ofrecer una buena imagen ante su antiguo equipo.

Maestro contra alumno

Así, Navarro, que fue técnico ayudante de Spahija, Ivanovic, Scariolo y Crespi en la entidad de Zurbano antes de tomar los mandos principales del plantel el pasado curso, se verá las caras con otro de sus maestros, Perasovic, tras haber sido su mano derecha durante temporada y media en el Valencia. Con menos carga melancólica, pero seguro que con un punto revanchista, Dejan Musli tiene la ocasión idónea de hacerse valer ante un Baskonia que no acabó de apostar por él cuando aún se trataba de un proyecto.

Por tanto, al Laboral Kutxa no le queda otra que apretar los dientes si quiere sumar su quinta victoria consecutiva en la Liga y mantener así esa estela gratificante que dejó la imagen ofrecida en el duelo de la pasada jornada ante el Real Madrid. Hay que tener en cuenta, además, que el Nou Congost se convierte en una caldera de la que no es sencillo salir vivo para el adversario en cuestión. «Es un campo muy difícil. En su cancha crecen muchísimo y juegan mejor», advierte el preparador croata.

El duelo entre el serbio y Bourousis se erige en uno de los mayores atractivos del choque. Eso sí, el pilar azulgrana regresó de nuevo a Grecia tras la contienda ante el Olympiacos debido al fallecimiento de su suegro, por lo que está por ver qué rendimiento puede llegar a ofrecer tras tanta ida y venida. El técnico baskonista se mostró contrariado por este cúmulo de viajes del pívot, pero no le queda otra que aceptar la situación. «No es algo que nos agrada. Una situación como ésta no es lo ideal, pero tampoco nos vamos a quejar. Llega para el partido», aseguró. Además, Adam Hanga regresa a la que fue su casa en sus primeras dos temporadas en la ACB.

Distancia abultada

La resaca europea puede suponer un condicionante para el Laboral Kutxa, aunque en vista de los números, las diferencias se muestran abismales entre los dos planteles, especialmente en el apartado ofensivo. Los de Peras cuentan con el segundo mejor registro de la Liga, mientras que los manresanos son segundos por la cola. Hasta 15 tantos de diferencia por choque separan a ambas formaciones. Eso sí, es la vitola defensiva la que supone el punto de inflexión en ambos equipos. Los de Navarro son la novena mejor defensa.

Por ahí puede entenderse el buen hacer de un club muy limitado en lo económico y que este curso se ha convertido en la sorpresa del campeonato. En principio, el base Jermaine Thomas podría causar baja.