El trabajo de Navarro se nota también en el plano mental de los jugadores
Baloncesto

La nueva mirada del Baskonia

Xavi Pascual, Sito Alonso, Joan Plaza... son ejemplos de lo que un segundo entrenador puede aportar al grupo cuando pasa a estar al frente del equipo. Ahora, es el momento de Ibon Navarro

juanjo brizuela

Martes, 16 de diciembre 2014, 09:04

El refranero de este país es tan amplio que siempre nos deja frases memorables. Cuatro ojos ven más que dos es una de ellas. Refleja la necesidad de tener otra mirada a la propia para poder advertir cualquier situación desde otro punto de vista. En el mundo del baloncesto, la figura del entrenador ayudante ha estado siempre a la sombra de su mentor, pero queda de manifiesto que un buen segundo aporta muchísimo a la labor del equipo en su conjunto. Ibon Navarro ha sido entrenador ayudante durante muchos años y ha sido también reconocido en el mundo del baloncesto profesional como uno de los más aventajados. Tras la destitución de Marco Crespi, tuvo que tomar los mandos de un equipo que navegaba aún sin rumbo, con demasiados altibajos y con una identidad y consistencia competitiva aún por aparecer.

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Como los artistas ante su próxima obra, el equipo se enfrentaba de nuevo al momento crítico de la página en blanco, con casi los mismos materiales de la anterior creación, que no convencieron al personal. Posiblemente, gracias a esa otra mirada, Navarro propuso ciertas dosis de sentido común, aderezadas con el alma y el esfuerzo del trabajo defensivo y sobre todo mucha recuperación de la confianza de sus jugadores. Que hablen ellos. Al preexistente acierto exterior había que sumarle otras variables de juego y sobre todo intangibles, para que la obra fuera tomando cuerpo. Muchas veces una palabra, un gesto, un ánimo hace más por el deportista que una jugada marcada en la pizarra durante un tiempo muerto.

Como toda obra que se inicia, la filosofía de esta nueva creación se manifiesta desde los pequeños cambios. Nada de revoluciones porque todo el mundo -club, equipo y afición- era consciente de que aun con dificultades el Laboral Kutxa debía de ir mejorando con el paso del tiempo y sobre todo ser más constante en el rendimiento durante el partido y más regular en las competiciones. En la medida que fuera siendo regular, la confianza individual y colectiva debía crecer y los resultados llegarían. Un equipo se forma desde tres pilares: físico, técnico-táctico y mental. El nuevo lienzo a desarrollar debía partir de este último, para después unirse el esfuerzo físico y los recursos tácticos. Y así ha sido.

Causeur, protagonista

La estructura básica de la edición 2014-15 de este Laboral Kutxa estaba fundamentada en la relación entre los puestos 2-3-4. Con la salida de Johnson, Causeur ha tomado la responsabilidad del puesto con una confianza en alza basada en ser más vertical, más agresivo en ataque especialmente y con una voraz disposición a jugar desde el 1x1 exterior desde el bote. A ello se suma la amenaza desde el triple cuando el equilibrio del equipo lo necesite. Si hay un protagonista de este nuevo lienzo, éste es Causeur. En cambio, Vujacic nota el bajón de la llegada y el esfuerzo físico. Lo que lastra el acierto en su juego. La consecuencia es un descenso de minutos, afortunadamente por el excelente estado de Causeur.

El puesto del 3 ha variado desde el salto inicial. San Emeterio ha pasado de observar los inicios del partido desde el banco a ser protagonista en el quinteto de arranque, en detrimento de Bertans. La del alero alto es posiblemente la posición más versátil y equilibrada del equipo. Y se está cumpliendo en sus diversos recursos: el tiro exterior tras salida de bloqueo y pase de Bertans, el extra-pass hacia la diagonal del campo para San Emeterio y de nuevo el 1x1 exterior de fuera hacia dentro. Además de un nuevo trazo en el lienzo en el trabajo del rebote defensivo en ambos casos.

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Shengelia, estilete

El 4 es el otro puesto que ha evolucionado desde la agresividad, sobre todo en su capacidad de crear peligro en ataque y ser más dinámico en defensa. Shengelia se ha convertido en este nuevo estilete, de nuevo desde los espacios generados tras un 1x1 que permite ganar una ventaja sobre pivots menos móviles que él. Más penetraciones que tiros exteriores, parte del juego que en cambio cubre Tillie, con un tiro aceptable de 5-6 metros. De nuevo versatilidad en un puesto que se antoja clave para encontrar el complemento perfecto al tiro exterior, casi reinventando la figura del 4 moderno, que sobre todo tiraba desde el exterior. En este caso, aprovechar las ventajas de los espacios generados desde el 1x1.

A esta estructura se le suma el base y el poste. Heurtel, siempre Heurtel, en los extremos. Querido y desesperante en las mismas dosis pero siempre decisivo. Cuando el equipo depende en exceso de su acierto, éste lo sufre. En cambio, cuando es el complemento a la estructura 2-3-4 del equipo, el grupo lo nota en positivo. Una amenaza más para el equipo contrario que tiene diferentes recursos a los que atender. En ese rol, Heurtel roza la perfección a pesar de su edad. Por eso parece ser el deseado. Y la otra mirada de este nuevo Laboral Kutxa tiene que ver con el equilibrio y la mejora al mismo tiempo de Begic y Iverson. Uno dota de equilibrio al juego ofensivo del equipo desde el poste bajo, el otro con sus continuaciones hacia el aro crea generosos espacios para el resto de sus compañeros. Uno ha sumado al otro. Los dos consiguen que sin ser el puesto estrella del equipo, el pívot sume otra referencia más en la obra final.

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Defensas más largas

No hemos de olvidarnos que esta nueva mirada nace de esa observación de los cuatro ojos: la defensa. Para que el equipo mejorase había de ser consciente de que el número de posesiones debía reducrise, sobre todo, por una racionalización de los ataques y sobre todo, por hacer que el equipo contrario recorriera el mayor número de segundos posibles en el suyo, lo que se logra con una defensa más agresiva desde el 1x1 con balón y por mayor dinamismo no ya en las segundas ayudas sino también en la tercera, y en las rotaciones constantes del equipo. Aquí el papel del base, antes con Perkins y ahora con un muy agresivo James, es el inicio de una mejr defensa colectiva. Y el resto del equipo se ha aplicado también en las mismas dosis, donde la mejora del rebote defensivo es patente.

Con el primer objetivo de la temporada cumplido, el Top 16 de la Euroliga, esta nueva obra sigue su creación. Queda el reto de la Copa del Rey ACB, pero sobre todo queda lograr ese objetivo de conseguir que el equipo sea más constante y regular en cada posesión del partido y también encuentro tras encuentro. Si esto se consigue, además que al igual que en su día Xavi Pascual, Joan Plaza, Jaume Ponsarnau y Sito Alonso dejaron su segunda mirada como ayudantes para pasar a ser entrenadores jefe, posiblemente se logrará que Ibon Navarro se consolide como la nueva mirada de este Laboral Kutxa.

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