Un monstruo viene a verte

Porque los turcos, líderes de la competición, ganan como bloque, aplastan con ritmo y defensa al rival. La fantasía de Larkin -bendito sea, señor- es solo la guinda de un grupo bien construido, capaz de sobreponerse a ausencias mayúsculas como la de Adrien Moerman o más recientemente la de Bryant Dunston, que tampoco estará en el Buesa. La lira turca suplió al francés con la fuerza de Singleton; la explosión de Sanli, al americano; la torre de Edime (2,13) se merendó al Bayern, la semana pasada, aunque nadie se dio cuenta por la exhibición de 49 puntos y diez triples del exbaskonista Shane Larkin.

Y es que Larkin es tan bueno que acapara toda la atención. Micic, su elegancia, logra algún foco cuando se destapa y así, a la chita callando, los Beaubois, Pleiss, Peters, Balbay, Anderson y compañia hacen su tarea.

El reto de esta noche es mayúsculo, pero el Baskonia lo encara con otro ánimo tras la llegada de Sergi García, un parche para la ACB, que en principio no jugará hoy, pero que ha cambiado el humor de Perasovic. Ayer bromeaba sobre cómo parar a Larkin. «Supongo que lo más efectivo es encerrarlo en el vestuario antes del partido», ironizó. Y recordó que el base de Cincinnatti «marca la diferencia con sus puntos y su velocidad, pero no es lo único que tiene Anadolu. Y ese es el problema. Tiene a Beaubois, dos cuatros, buenos pívots... Si solo fuera Larkin, sería más fácil de parar».

Perasovic no guardó halagos para un Efes que conoce bien. Dos veces ha ocupado ese banquillo. «Hay jugadores muy en forma, con muchos puntos y es favorito a todo. Poco a poco se ha hecho dueño de la competición en Turquia. Tenemos que rotar mucho para mantener la intensidad y anotar. Sin anotar no tendremos opción. Es nuestra casa y hay que salir con energía».