Permítame recordarle -ahora que hemos vuelto una temporada más a este 'Salto inicial' y sabe bien cuánto se lo agradecemos- que para disfrutar de una ... agradable velada en un sofá, necesitamos sin duda un buen sofá. Aunque parezca obvio, que lo es, conviene tenerlo bien presente. Decir que la temporada oficial de baloncesto empieza hoy es tan cierto como afirmar que la temporada comenzó en realidad meses atrás, con las posibles configuraciones de las plantillas, con decisiones a tomar tras el seguimiento a muchos jugadores, con las posibilidades que el siempre activo mercado presenta y que afectan al mismo nivel a jugadores, entrenadores y proyectos.
Llega ahora el momento de la competición, llega competir para obtener los mejores resultados cada semana, llega enfrentarse a rivales que también tienen marcado en sus vestuarios sus ambiciosos objetivos para esta temporada, llega la ejecución real de un guion que se lleva escribiendo hace tiempo. Llega el día a día, mejorar en cada entrenamiento y partido las cualidades, los recursos y los argumentos para merecer el mejor resultado. Después estará la cancha, esa jueza implacable junto al 'momento' de cada grupo y otras circunstancias. Todas serán las que marcarán el resultado final.
Llega el momento del rendimiento constante y exigente de los jugadores, el momento en el que los entrenadores han de guiar al equipo a elevar su listón competitivo para lograr alinear los objetivos con los resultados. Llegan momentos intensos, duros, solitarios en muchas ocasiones, donde los entrenadores, en una especie de alquimia, aúnan su personalidad con la identidad y estilo propio de cada proyecto al que pertenecen. También la mezclan con la personalidad y características de cada jugador y con eso que llaman 'química' de grupo para formar un bloque sólido y ganador.
El Baskonia deja entrever un talento que se reconoce y se atrae, con mayor físico y capacidad atlética
Como en una obra escénica, tanto usted como yo estamos dispuestos a disfrutar una vez más de una representación en la que se lleva tiempo trabajando. Sabemos de la labor silenciosa detrás del telón que se hace día tras día para que, llegado el momento de los focos, del 'Se abre el telón', del 'Salto inicial', sigamos con atención y ojalá muchas alegrías esta obra que entra en escena, trabajada y dispuesta, pensada y dirigida, con una visión clara que conforme pasen los días vaya consolidando cada matiz que la haga mejor, semana a semana, día a día.
Estas semanas de verano pasan entre nombres, entre rumores de ilusiones, entradas y salidas. Históricamente pasa en Baskonia, nombres desconocidos que surgen y llegan al proyecto, otros que mantienen su condición como ejes centrales del mismo, todos con un objetivo común: mejorar las prestaciones y resultados de la temporada pasada. Mannion, Miller-Mcintyre, Rogkavopoulos, Moneke y Diop se suman a una columna con Howard, Raieste, Tadas, Marinkovic, Díez, Costello y Kotsar. Es el mismo grupo que el año pasado nos dejó brillantez en muchos momentos con ese 'pequeñito' pero molesto dolor de insatisfacción por los resultados finales en las competiciones. Este nuevo Baskonia atisba de entrada mantener una idea que viene de lejos, con talento que se reconoce y se atrae, con mayor físico y capacidad atlética en la pista y un estilo donde el ritmo, la intensidad, la agresividad y la velocidad seguirán siendo una virtud frente a otros proyectos.
Llegan por fin los partidos. Llega el momento de la verdad, de hacer realidad esas ideas gestadas hace tiempo, llega el momento de la mejora constante, llega la hora de ver cómo un año más, este deporte puede hacernos pasar unas veladas maravillosas.
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