El incentivo del orgullo 'azzurro'
Spagnolo, motivado ante sus compatriotas, brilla como base en un exitoso movimiento táctico de Galbiati. «Ha jugado una primera parte fantástica»
La defensa volvió a ser la clave de otra victoria local del Baskonia y el desempeño de Spagnolo de que el caudal ofensivo se mantuviera ... fluido tras la partida de Hamidou Diallo y sus 12 puntos de media. «Ha jugado una primera parte fantástica», le reconoció Galbiati, que apostó por su compatriota como base pese a contar con tres más en la convocatoria. Cuatro si se tiene en cuenta a Forrest, que calentó pero no participó en el triunfo comandado por el italiano. «En la segunda mitad ha tenido algún altibajo», expresó el técnico. «Aunque ha estado bien en el ataque y en la defensa».
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El equilibrio en las dos facetas del juego permiten al conjunto de Galbiati imponerse de forma convincente cuando actúa en el Buesa Arena. Además, contaron con un factor añadido. Spagnolo estaba motivado por enfrentarse a sus compatriotas del Milán. Pese a que el exterior italiano es de Brindisi, del sur, donde tienen un pique perpetuo con los del norte, su razón era mucho más simple. Radicaba en el hecho de saber que buena parte de los amantes al baloncesto de su país estarían pendientes de su actuación en pleno 'prime time'. De ahí aflora el orgullo patrio, el 'azzurro'.
En los poco más de dos meses que lleva de competición oficial con el Baskonia, rara vez había cambiado el semblante. Para mostrar el agobio cuando no sabía qué ritmo debía marcar con el bombo tras la victoria ante el Efes, alguna sonrisa juvenil con sus compañeros y poco más. Sus sentimientos los lleva por dentro hasta que ayer, durante el tercer cuarto, tuvo un momento de arrojo y pidió a uno de los fondos que se pusiera en pie.
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A pocos puede sorprender ya que Galbiati cambie a gran parte de su quinteto tras solo tres minutos de juego. Pero ayer hubo una cuestión llamativa. El técnico introdujo a Spagnolo de base, a comandar al equipo, con Nowell y Rafa Villar todavía en el banco a la espera de una oportunidad. Su mayor físico podía servir para frenar a Quinn Ellis (jugó con fiebre), al que Galbiati dirigió en Trento, y Leandro Bolmaro, dos timoneles más corpulentos de lo habitual. El jugador transalpino de 22 años cumplió con creces y su actuación fue celebrada hasta por el entrenador rival. «Estoy contento por su partido y tiene un futuro maravilloso por delante. Tiene que confiar en sí mismo», le pide desde el otro bando Peppe Poeta, que le considera «su niño». «Estuvimos juntos en Cremona en mi último año como jugador. Es como mi hermano pequeño».
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El técnico rival, Poeta, alabó al italiano. «Tiene un futuro maravilloso por delante. Tiene que confiar en sí mismo»
La trayectoria del exjugador baskonista como entrenador del Milán era impecable, con pleno de victorias en los tres partidos de Euroliga disputados. Su único fallo hasta la fecha fue quitarse la americana durante su debut en la máxima competición continental. Un pecado al formar parte de un equipo patrocinado por Emporio Armani. En Vitoria, donde vivió unos buenos meses como jugador, con un debut inolvidable con sus triples claves en el derbi ante el GBC, se llevó un cálido recibimiento y su primera derrota, encajada con deportividad.
Pese a ser casi de la misma quinta de Galbiati (un año menor Poeta), su estilo es contrapuesto. Para cuando los jugadores del Baskonia iniciaban la segunda rotación, los titulares lombardos se sentaban en el banquillo. El Milán demostró que el bajo rendimiento de un equipo de Euroliga fuera de casa no es solo cosa del conjunto azulgrana, que hizo bien en amarrar el séptimo triunfo seguido en el Buesa Arena en una jornada con cuatro victorias visitantes en nueve partidos.
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Cuando llegó un breve momento de desconexión, a mitad del tercer cuarto, la escuadra italiana no supo aprovecharlo, y Cabarrot acudió al rescate. Un triple tras un mal ataque logró que salieran del atolladero de los 55 puntos en los que se estaban metiendo. La siguiente acción fue una buena defensa y una canasta al contraataque de Nowell. Luego, otro triple del galo. Y la dosis de Spagnolo. Dos canastas en penetración y un robo en defensa tras el que provocó una personal que encarriló (70-52) un duelo que deja la única pega de la cojera de Diakite.
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