Una ausencia determinante
Análisis ·
Si Henry va a pasar largo tiempo fuera, su sustitución es urgente para no caer en una dinámica perdedoraPrimero, los números. Del día 3 al 22 de este mes, el Baskonia ha jugado ocho partidos. Ha ganado tres y, consecuentemente, ha perdido cinco. ... Mal balance para un equipo que nos tenía acostumbrados a mostrarse casi invencible.
Nada que no supiéramos que podría ocurrir. Plantilla corta para tan desproporcionado calendario, viajes no tan confortables como los de sus competidores europeos y presión exagerada para los componentes del plantel. Quizás con un poco de suerte con las lesiones, totalmente lógicas por el desgaste, hubiera servido para un par de victorias más, pero las cosas ocurren cuando se vive con excesos el día a día. Los baskonistas la viven así.
La caída de Henry ha sido determinante. Dentro de la máquina del equipo, él era el inventor de los momentos determinantes. Desde la patológica actitud del club de mantener en el convento los acontecimientos internos, no se sabe nada del tipo de lesión que tiene parado al jugador. Ni siquiera de si se trata de lesión, enfermedad o cualquier otra circunstancia que le obliga a mantenerse alejado del juego. Si la circunstancia le puede mantener largo tiempo fuera de la cancha, su sustitución es urgente. De lo contrario, el lógico bajón del que hablamos acarrearía una dinámica perdedora indeseable. Rememorar la temporada pasada recuerda lo que ocurre cuando perder mina la autoestima del cuadro.
Un equipo que juega Euroliga y ACB debe tener como mínimo un cuadro de catorce jugadores de los que solo dos sean proyectos de futuro, como lo son Raieste y Kurucs. Si el Baskonia tuviera un par de millones más en su presupuesto nada de lo comentado ocurriría. Ver los jugadores que Madrid y Barcelona dejan de equipar cada semana entre lesionados y descartados, demuestra que el único motivo de la caída baskonista de los primeros puestos de la clasificación europea, solo es consecuencia lógica de tal circunstancia.
En este momento la dirección técnica del equipo sufre mucho. ¿Que decisión tomar? Entrenar en los pocos días libres que quedan, con el ánimo de corregir errores que se han cometido, o descansar. El talante de los jugadores cara al entrenamiento no es el mismo. Después de una victoria es muy fácil. Hacer entrenar a un jugador cansado tiene riesgos. El estado de ánimo después de una victoria le lleva con alegría al pabellón, los grandes fallos se comentan amistosamente. Tras las derrotas las caras son más largas, sobre todo la del entrenador, que por sentido de la responsabilidad tiene prisa por enderezar el camino. Calma, señoras y señores. No por mucho madrugar...
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