La fluctuación del cambio de técnico
El Baskonia de Spahija afronta 2022 con la obligación de definirse como equipo y ganar consistencia para saber dónde colocar sus miras
Ningún equipo de la ACB o la Euroliga tiene dos caras tan definidas como el Baskonia. Fenerbahce (75-53), Betis (83-87), Bayern (76-81), ... Zaragoza (97-79) y Barcelona (94-75) han sido sus cinco últimos compromisos disputados por el conjunto dirigido ahora por Neven Spahija. Una trayectoria más sinuosa que la del puerto de Orduña. El club azulgrana tiene tres frentes abiertos para las próximas semanas que se encuentran relacionados entre sí. El primero, superar el brote de coronavirus y volver a los entrenamientos grupales. Un requisito indispensable para volver a competir y generar la conexión y los automatismos del plantel de la que resulte la anhelada consistencia, que todavía no ha hecho acto de presencia en el Buesa Arena en lo que va de curso.
Este compendio de tareas tiene como telón de fondo la clasificación para la Copa y la búsqueda del sustituto de Nnoko. El Baskonia busca un pívot en el mercado desde primeros de noviembre, antes de la destitución de Dusko Ivanovic. Pese a las carencias del mercado, ha tenido varias opciones sobre la mesa, pero ninguna de ellas ha convencido, bien por motivos económicos (Mathias Lessort) o de rendimiento deportivo (Jordan Morgan). Ahora la rescisión del camerunés les obliga a dar un paso al frente.
La dirección deportiva ha puesto la lupa en Ismael Bako (Manresa), Maik Kotsar (Hamburgo) y , pero la incertidumbre del equipo y la evolución de las competiciones no ayuda a la hora de decidir si apostar por uno de los dos, con el esfuerzo contractual (salida y años de contrato) que requiere, o buscar jugadores más asequibles. Con la premisa clara de alejarse del lema de fichar por fichar. También tantean la opción del nigeriano Chinanu Onuaku (2,08 metros, 113 kg. 1996), que está firmando 13,3 puntos y 9,5 rebotes en el Bnei Hertzliya israelí.
La dirección deportiva considera que cuenta con un plantel quizás corto de efectivos –sale perdedor de cualquier comparación en el frente continental– pero con mucha calidad individual. Con la llegada de Spahija se ha logrado tocar una primera tecla. Los números de Baldwin desde la llegada del croata han pasado de 9, 2 a 17,6 puntos y de 2,2 a 3,6 asistencias en la ACB. El mejor reflejo de un ataque sin grilletes, más fresco de lectura, con cuatro abiertos y metiendo más el balón a la zona interior.
En ella, otros dos jugadores mejorados son Enoch y Costello, éste seguramente fruto del cansancio del Afrobasket. Con ellos enchufados, el Baskonia ha pasado de lanzar 39 tiros de dos puntos en lugar de 31 y ha dejado de ser el equipo que menos anota en la pintura –con Dusko 27, con Neven 33–. Además, se ha enriquecido en el rebote. En Euroliga captura 36 por partido, solo por detrás de Real Madrid y Barcelona, con la ayuda fundamental de los exteriores y Sedekerskis, el único que ha bajado sustancialmente sus promedios, sobre todo de minutos, desde la llegada de Spahija.
La Copa, objetivo primordial
El preparador de Sibenik, con el regreso de Alec Peters, dispondrá de más espacios para jugar a campo abierto pero le faltará tiempo para practicarlo. El contexto del coronavirus y los partidos cada dos días perjudican la labor del técnico, limitada al scouting y labores de vídeo por encima del trabajo sobre la cancha. Una falta de ejercicio que dificulta la necesaria progresión que se le intuye al equipo y la aparición de la consistencia en el juego, nula cuando se ven por debajo en el marcador.
Todo ello ayudaría a situar qué objetivos tiene al alcance el Baskonia esta temporada. Llegar al Top 8 de la Euroliga suena fantasioso. Se estima que las 18 victorias te dan el billete al play off. Para alcanzarlas, los azulgranas deberían ganar 11 de los 16 partidos que le quedan. Más al alcance parece luchar por la Copa, para la que aún tendrá que sudar tinta para lograr el pase, pero en la que conoce el camino a la victoria. Lo mismo ocurre en la ACB, cuyas eliminatorias quedan a muchas millas de distancia. Aunque si algo ha aprendido el baskonismo con el virus es que las temporadas que empiezan con suspenso también se pueden convertir en exitosas.
Fin de semana de test y entrenamientos individuales
El Baskonia vivirá otro fin de semana atípico sin competición. La plantilla se someterá esta mañana a otra ronda de pruebas PCR para evaluar la situación actual del brote. En los últimos test, realizados el miércoles, no se detectó ningún otro caso positivo además de los ya anunciados, en los que el club elude concretar el número de afectados. Algunos de los contagiados llevan ya siete días de confinamiento, por lo que es probable que puedan regresar a los entrenamientos individuales que realizan estos días los jugadores sanos en el Bakh. El equipo volverá a la normalidad en función de los resultados, que no se conocerán hasta mañana o pasado. El partido del martes ante el Efes sigue en el aire a expensas de la evolución de los vitorianos y también de los turcos, que el pasado lunes notificaron ocho positivos, siete de ellos jugadores.
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