La Euroliga se plantea una 'final a ocho' para acabar la temporada, con finales de julio como «fecha límite»
Jordi Bertomeu admite la opción de unificar los play off y la Final Four en un país, pero «solo reanudaremos cuando las condiciones de salud lo permitan»
La Euroliga quiere volver a jugar. Es el primer mensaje que ha trasladado su director ejecutivo, Jordi Bertomeu, en la charla virtual mantenida con diversos medios de comunicación europeos. «Queremos reanudar nuestras competiciones, nuestro objetivo es acabar la temporada». Pero con todos los matices que impone la crisis sanitaria global. «Lo haremos solo cuando las condiciones de salud lo permitan. No pondremos en peligro la salud de deportistas, entrenadores, árbitros, aficionados... De nadie. Tenemos un protocolo para hacerlo», explica el dirigente.
Un anhelo sin ninguna certeza. Sin fecha, sin escenario, sin formato... Una vez descartado el plan inicial de disputar la Final Four en el mes de mayo en Colonia (Alemania), la Euroliga ya trabaja «en diferentes alternativas». Rodeadas de incertidumbre. Su deseo sería finalizar el curso «con el mismo formato» –fase regular, play off y Final Four–, pero se antoja harto complicado y cobra fuerza la opción de unificar las eliminatorias y la fase final en una 'final a ocho' que se dispute en un mismo país.
«No vamos a correr el más mínimo riesgo, si tenemos que cancelar la temporada lo haremos»
garantías
En este sentido, «lo más importante es encontrar un país que tenga las instalaciones y también el ambiente más seguro desde el punto de vista de la salud», subraya Bertomeu. Sin ciudades candidatas, de momento. «Hay muchas opciones, pero es demasiado pronto para especular». Esta idea deja en el aire las seis jornadas que quedan para finalizar la fase regular, ya que la patronal no aclaró cómo se puede resolver este período previo a la disputa de esa 'Final 8'. En el momento del parón, el Baskonia era decimotercero, pero a una sola victoria del séptimo y el octavo clasificados.
Más dudas. También en los tiempos. En un calendario que no se decidirá antes de mediados de mayo y que se marca finales de julio como «fecha límite» para jugar. «No podemos pasar de ahí. No podemos irnos a septiembre u octubre porque pondría en peligro la siguiente temporada. Tenemos información diferente dependiendo de qué país hablemos. Es un riesgo intentar predecir algo», reflexiona el dirigente de la Euroliga, que, en el peor de los casos, tampoco descarta la posibilidad de anular la presente edición si no se dan todas las garantías sanitarias para su reanudación. «Si tenemos que cancelar la temporada lo haremos, no vamos a correr el mínimo riesgo», asegura Bertomeu.
A puerta cerrada
Lo único que parece claro es que la hipotética vuelta a la competición sería a puerta cerrada. «Lo más seguro es que si podemos terminar la temporada lo hagamos sin aficionados. No es realista hablar de escenarios con publico en las gradas», reconoce el director ejecutivo, que se muestra más «optimista de cara a la temporada que viene». Con matices de nuevo. En ese tono impreciso que rodea al deporte en los tiempos de pandemia. «Pero de una forma nueva porque vamos a tener que socializar de diferente manera. Espero poder empezar la temporada que viene con espectadores y, si no, tendremos que ser flexibles en nuestras medidas», precisa.
Pero «no tenemos prisa de cara a la próxima temporada, necesitamos saber cómo va a acabar esto para poder entender el futuro, esta crisis nos va a dar la oportunidad de arreglar algunos de los problemas estructurales que teníamos». En este presente nebuloso, un tema a debate son los contratos. Ahí Bertomeu lo tiene más claro: «Eso es cosa de los clubes, no de la Euroliga. Si algún equipo corta a algún jugador no podrá inscribir a nuevos si se retoma la competición y si no tiene el número mínimo, no podrá competir».
El sindicato de jugadores apuesta por cerrar la ACB con un torneo de ocho o diez equipos y sin descensos
Parece complicado que el calendario que deje libre la pandemia, si es que finalmente las condiciones sanitarias lo permiten, tenga espacio para todo. La prioridad es la Euroliga, ahí no hay ninguna duda. La Liga Endesa tendrá que hacer encaje de bolillos para concluir su temporada. Sobre la mesa, la opción de jugar todos los partidos que quedan en Canarias. Si la ACB opta por este formato, deberá decidir si mantiene el sistema de competición o si altera el número de encuentros. El sindicato de jugadores (ABP) maneja sus propios tiempos y modos.
Los jugadores ven «inviable» que se pueda competir más allá de mediados de julio y apuestan por un torneo final de ocho o diez equipos como «máximo» y sin descensos. En el momento del parón, el Baskonia era octavo. «Si se retomase la competición no sería con los 18», proclama el presidente de la ABP. Alfonso Reyes, consciente de que es un escenario «complicado». La primera premisa para la reanudación es «garantizar la salud» de los deportistas. Después, una pretemporada «de al menos veinte días» antes de reiniciar la competición, para la que ya se han ofrecido varias ciudades como posible sede.