Un diseño interior aún incompleto

En cualquier caso, el dibujo interior aparenta estar incompleto, al menos en lo que se refiere al puesto de ala-pívot, donde Tornike Shengelia es una pieza solitaria. Con la marcha de Voigtmann, el club vitoriano ya no cuenta con ese comodín que pueda alternar los dos puestos interiores. El alemán lo hizo en su momento, de manera más marcada en la pasada campaña, cuando la lesión de Shengelia le obligó a multiplicar sus funciones. Su polivalencia de puestos iba también acompañada de su amenaza triplista, una virtud ofensiva que desplegaba fuera cual fuera su posición en cancha. Es un ingrediente del que se queda huérfano ahora la batería interior azulgrana y que debería reponer en lo posible. Con la interior configuración actual, la puntería exterior apenas existe. Shengelia tiene el triple incorporado a su repertorio, pero tampoco termina de ser un francotirador fiable. El georgiano tiende a buscar otros caminos hacia el aro rival, con mucho más nivel de contacto.

Es de suponer que las gestiones baskonistas en el mercado deben dotar de un escudero a Shengelia. También es cierto que en las últimas campañas, la cuestión de quién es el hombre de refresco del capitán ha deparado soluciones de todo tipo. Desde la marcha de Kim Tillie, se ha echado mano de canteranos como Rinalds Malmanis, se ha recurrido a parcheos temporales como los de Kevin y Jalen Jones. Al final, la alternativa más manida ha sido la de abonar a Voigtmann a la duplicidad de puestos.

Sobre el papel, la remozada batería interior adquiere un perfil de mayor intimidación. De entrada, los centímetros de Fall y la capacidad atlética de Eric imponen respeto. La actividad defensiva debería ser un punto fuerte, aunque la fisonomía y el músculo no lo marcan todo en el baloncesto. Después, la temporada que viene dirá si Diop podrá ser un jugador del que Velimir Perasovic saque provecho. El canterano fue una pieza residual para el croata en la rotación interior durante el pasado curso, muy por detrás de Poirier y Voigtmann. La competencia por el puesto de 'cinco' promete ser enconada, aunque la acumulación de partidos en un calendario de máximo desgaste debería dar pie a un reparto más equilibrado de protagonismo. Durante sus dos campañas de militancia azulgrana, Poirier fue el pívot de referencia sin apenas discursión. Ahora, la jerarquía vuelve a ser difusa. A falta de conocer cómo será capaz de manejarse el gigantesco Fall, si hay características que emparentan el estilo de Diop, Eric y Shengelia son la visceralidad y la alta temperatura de juego, condiciones que cuadran con el decálogo de Perasovic.

Micheal Eric cuenta con la nacionalidad nigeriana por vía de nacimiento, lo que le otorga rango de jugador cotonú. Ocupará plaza de comunitario, lo que da a la entidad azulgrana cierto margen de maniobra para reapuntalar su plantilla. Con el pívot de Lagos, hay una plantilla provisional formada por nueve jugadores profesionales; Granger y Vildoza como bases; Janning, Garino y Shields, de exteriores y Diop, Fall, Shengelia y el propio Eric en la pintura. Hay dos plazas libres de extracomunitarios, lo que permite ahondar en el mercado estadounidense, aunque también hay que completar con un jugador más el cupo de formación. Sobre el papel, restan por fichar un base, un escolta y un 'cuatro'. Es el esquema simple de trabajo, que puede quedar alterado en caso de que se registre alguna salida, vía venta o rescisión.