Un laberinto con una salida familiar

Tras el aplazamiento de los partidos contra el Unicaja y el GBC, las autoridades sanitarias determinaron que será en el inicio de la próxima semana cuando la plantilla vuelva a someterse a una prueba PCR. Deberán presentar dos resultados negativos para retomar la actividad, por lo que la vuelta a la rutina no será prematura. Será entonces cuando los azulgranas tendrán que buscar salir indemnes de un calendario en el que la ACB se apresura en buscar huecos.

El siguiente compromiso en la agenda vitoriana es el 8 de mayo ante el Joventut, 20 días más tarde de la disputa del último partido. Para la siguiente semana quedaría la vista a tierras catalanas. Primero al Palau, el jueves 13, y después a Manresa, el domingo 16, fecha en la que la ACB tiene orquestado finalizar la competición regular para arrancar el play off el martes siguiente. Las vicisitudes de este año, con el Preolímpico apenas trece días después del final de las competiciones domésticas, hacen imposible una modificación de los plazos.

En esas dos semanas previas, el Baskonia deberá encajar los dos aplazamientos. La opción más factible sería disputar uno antes (día 5 o 6) de la visita del Joventut (8) y el otro tan solo unos días más tarde (10 u 11). Pero son solo conjeturas dada la incertidumbre de la situación. Los clubes acordaron incluir en el protocolo la necesidad de tener cuatro días de entrenamiento con al menos ocho jugadores para poder disputar el partido, por lo que será el regreso a la normalidad de los vitorianos el que marque el compás. Además, la ACB aún tiene otros cuatro partidos por reubicar además de los dos del conjunto azulgrana.

En tres de ellos está implicado el MoraBanc Andorra, que volverá a competir mañana tras su segundo brote de covid. Por delante, nueve partidos aún por disputar. El primero de ellos contra el Unicaja, rival que aguarda para visitar el Buesa. Otro contra el Fuenlabrada, que también busca fecha para enfrentarse a un Bilbao Basket que ayer reportó dos casos positivos dentro de la plantilla. Y el último, ante el UCAM Murcia, que pudo respaldar un único contagio y abrirá la jornada esta tarde ante el GBC.

Ante esta panorámica, la ACB ve factible la disputa de todos los partidos antes de la fecha límite y se espera que programe los choques aplazados en los próximos días. Esto permitirá a los clubes hacerse una idea sobre lo que tendrán que enfrentarse en un final de liga con mucho en juego, tanto por arriba como por abajo de la tabla.

El Baskonia aún no tiene garantizada su condición de cabeza de serie. Si el Valencia puede disputar mañana su encuentro en Bilbao y saca la victoria en Miribilla, consolidará su quinta plaza y se colocará a solo dos triunfos de los azulgranas. Con el average a favor de los taronjas.

La ventaja es considerable a falta de cinco partidos, pero el trayecto para asegurar el factor cancha en la primera eliminatoria no será un camino de rosas. El plantel de Zurbano pasará como mínimo diez días sin trabajo grupal y más de una semana de cuarentena. Pese a que siempre queda la opción de abordar una tarea de acondicionamiento similar a la del confinamiento, el regreso no será parecido.

Lo atestigua el ejemplo de los seis clubes que superaron un brote. Andorra, San Pablo Burgos, UCAM Murcia, Estudiantes, Obradoiro y Joventut sufrieron un bajón de resultados propios de un nivel físico por debajo del habitual. Es ahí donde se basa una buena parte del estilo de juego azulgrana. Con la ya de por sí rotación limitada, Jekiri en la última fase de recuperación, las molestias de Vildoza y cuatro jugadores a los que la enfermedad les puede debilitar, el Baskonia afronta un final de Liga ACB con un frenético calendario que le recordará a los momentos más sudoríficos de su temporada de Euroliga. Un ritmo intensivo que promete no parar.