El arte de resolver al sprint
Once puntos de Huertas al inicio del último cuarto tiran por el suelo el buen trabajo defensivo realizado por el Breogán durante 30 minutos
Volata. La visita a Lugo, en una tarde de sofá y manta, se resolvió como esas primeras etapas del Tour, que uno compagina con la ... merecida siesta veraniega. Al sprint. Con la suficiencia del que se sabe superior. Golpe de riñón y sonreir para la foto. El 72-90 final es un espejismo.
Una imagen muy muy maquillada de un mal encuentro, durante 30 minutos, del que ni nos acordaremos mañana. Todo gracias a que Huertas anotó 11 puntos casi consecutivos, en un parcial de 5-22, en los primeros cuatros minutos del último cuarto. Hasta allí se llegó porque el Breogán no da para más, porque al menos Hilliard tenía alguna gana de jugar (26 de valoración) y porque se acertó en lo único realmente importante, visto cómo estaban las cosas en el descanso: usar el tercer cuarto para cargar de personales a Alec Brown, baluarte lucense, y aprovechar el vacío que dejó en esa zona que pisa poco en ataque -le tira lo del triple al americano-, pero que llena en defensa con sus 216 centímetros.
En resumen otra victoria en una etapa de trámite entre la montaña superada contra el Khimki y el descenso infernal que llega el viernes al Buesa con la visita del Buducnost. El mallot de la regularidad liguera está bien -terceros por detrás del Barça (líder una semana más) y el Real Madrid-, pero lo que queremos es no quedar cortados en la general europea, ahora que llega el gran abanico del Top 8.
Cafés Candelas Breogán
Cvetkovic (5), Löfberg (2), Brown (7), Redivo (5), Gerun (14) -cinco inicial- Úriz (5), Millsap (10), Vidal (2), Belemene (6), Sulejmanovic (6), Christian Díaz (-), Salvo Arco (3).
72
-
90
Kirolbet Baskonia
Vildoza (9), Voigtmann (20), Janning (4), Poirier (2), Shields (17) -cinco inicial- Sedekerskis (-), Huertas (11), Diop (2), Jones (4) y Hlliard (21).
-
Parciales: 14-19, 25-20, 19-18 y 14-33
-
Árbitros: Pérez Pizarro, Sergio Manuel y Jacobo Rial.
-
Incidencias: Partido de la vigésimo segunda jornada de la Liga Endesa disputado en el Pazo dos Deportes de Lugo ante 4.953 aficionados.
De la victoria en Lugo casi merece más la pena hablar de los aciertos de los locales, que del partido azulgrana. Con 39 iguales al descanso, dos días después de verles hacer 38 a todo un Khimki en solo 10 minutos, la sensación de resaca se impone. Seguro que es más inteligencia, saber administrar los esfuerzos, que cansancio o desgana, pero para al aficionado le cuesta disfrutar con aspectos del juego demasiado frikies. Sobre todo si son en el planteamiento rival, que atrapó 7 rebotes ofensivos en el primer cuarto, 16 al final del encuentro. No fue casualidad. Es trabajo. Por suerte, no dio fruto y los de Lezkano solo anotaron 11 puntos en segunda opción a lo largo del duelo.
Shields y Voigtmann
Es complicado apreciar el basket cuando la pelota no entra. Cuando todo es gris. Cuando uno se queda con Gerun superando a Poirier y a Diop. Cuando, por nombre, se espera que el partido se ha ganado antes de empezar y se pierde de vista el partidazo de Shields, Voigtmann y Hilliard. Siempre se ve más que Sedekerskis dispuso de tres minutos a caballo entre los dos primeros cuartos en los que solo acertó a atrapar un rebote en ataque.
Y luego el fogonazo en el que la defensa baskonista adquirió su dureza habitual, a lo gallegos se les echó la noche y la tormenta encima y el triunfo quedó en una engañosa niebla de 'no se ganó antes porque no se quiso'. Fake news. El rival compite. Las defensas en zona que intercalaba el Breogán hicieron daño a la línea ofensiva visitante y por eso se secó la anotación. El 58-57 del minuto 30 no fue por falta de ritmo. Se lanzó tanto como en los encuentros que Unicaja o Barcelona estaban disputando en el mismo horario. Y andaluces y catalanes llevaban 75 y 74 puntos respectivamente a esas alturas.
Obviando el cuarto definitivo, el del parcial 14-33 que marcó la salida al Pazo Dos Deportes, los de Perasovic, aguantaron el tipo ante la imposibilidad de imponer su cadencia de rebote y contraataque. El Cafés Candelas, con un público entregado, alargaba sus posesiones y apretaba para forzar las pérdidas azulgranas. Demasiadas, es cierto. Once en ese momento. Solo una más al final.
Que los vitorianos no estaban finos era una obviedad. Y deben agradecer que los lucenses no anduvieran más finos desde el arco (5 de 20, con Redivo especialmente desacertado). Pero también mostraron el oficio suficiente para que los de Lezkano en ningún momento gozaran de ventaja.
Gerun, con 14 puntos, 5 rebotes y 21 créditos de valoración, dominó en la pintura a Poirier y Diop
El primer cuarto fue azulgrana por inercia. El segundo, el cruzaito, con continuos empates hasta el 39 iguales de mitad de partido. Intercambiaban golpes. Brown, 7 puntos y 9 de valoración al descanso, con Voigtmann. 11 tantos para 13 créditos. La respuesta que Gerun (9 y 13) no recibía en la pintura, la daba Shields penetrando hasta los 10 puntos.
En el tercer parcial se activó Vildoza, (8 puntos), que con tres tiros libres, y con Brown en el banco tras cometer la cuarta personal (tres en ese cuarto), empató a 48 el duelo. Se abrió una primera puerta a la victoria. Canasta de Voigtmann 48-50 y triple liberado para Shields, que no entró, y que de haberlo hecho hubiera terminado la contienda. Por primera vez mostró el Breogán su deseo de bajar los brazos. Agotado. Lo hizo poco después. En esa tormenta que desato Huertas para escapar del jardín en el que estaban y que remató Hilliard volando hasta los 21 puntos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión