El Baskonia tiene un problema con Howard
La crisis anotadora del estadounidense, agudizada por un 28% en triples, va de la mano con la escasa pegada del club azulgrana
Carlos Pérez de Arrilucea
Miércoles, 11 de diciembre 2024, 00:12
No hay nada peor que Markus Howard parezca un jugador más en la plantilla del Baskonia. Después de dos meses y medio de competición, el ... hombre que protagonizó junto a Pablo Laso la campaña de promoción de la nueva temporada como la gran atracción de 'Baskonia Land' es una pieza difuminada en el entramado de Pablo Laso. Quien fue la campaña pasada el máximo anotador de la Euroliga ha perdido su esencia ofensiva, ese espíritu asesino capaz de dinamitar partidos y elevar las pulsaciones del aficionado. La gran baza ofensiva azulgrana es ahora Chima Moneke, con una confianza extrema en su juego y en constante promoción. La vertiente 'exhibicionista' del nigeriano contrasta con el estado de ansiedad y disgusto constante en el que está sumido Howard. La gama de gestos y la teatralidad de uno se confronta con el desasosiego del otro.
No hace tanto tiempo, Howard y Moneke eran dos versos libres que alimentaban con su estilo imprevisible al Baskonia. Ahora, uno de ellos ha extraviado el camino y el equipo azulgrana lo sufre por mucho que Pablo Laso hable siempre en clave colectiva en sus alocuciones públicas y evite personalizar. Markus Howard y su crisis anotadora es una cuestión candente en el seno de la entidad baskonista. Un problema todavía pendiente de resolver.
El juego de ataque azulgrana se encuentra en producción mínima si se echa un vistazo a sus números de la Euroliga, el escenario donde tienden a ponerse las notas en el club de Zurbano. El conjunto vitoriano promedia 77,4 puntos por partido en la máxima competición continental, lo que le coloca en el penúltimo lugar de la tabla de los equipos más anotadores.
11,4 Producción ofensiva
Es su media anotadora en la Euroliga. El pasado curso firmó 19,5 puntos por partido. Su precisión en el triple se resiente: el 28% actual queda deslucido ante el 40% de la anterior campaña.
La pasada campaña, el plantel azulgrana alcanzó un promedio de 84,6 puntos en el cómputo total de los 39 partidos disputados hasta alcanzar los cuartos de final. Los problemas de ataque en el Baskonia hunden sus raíces en cuestiones como un ritmo de juego de cadencia más lenta, pero también en la menor incidencia de Howard. La campaña arrancó con la sensación de que el exterior estadounidense era un jugador casi invisible para sus compañeros, una pieza que se situaba en una esquina a la espera de que le llegara el balón, como si quedara relegado de los sistemas de ataque. Sin embargo, Laso ha buscado un mayor protagonismo de su gran estilete exterior en los últimos encuentros, especialmente a partir del duelo en la cancha del Olympiacos. Desde entonces, el balón pasa con mayor asiduidad por las manos de un Howard que ya suma una acumulación similar de tiros de campo respecto a la pasada campaña, pero que no termina de encontrar la comodidad en sus lanzamientos. Un auténtico mago de las canastas extremas, el escolta azulgrana también necesita una generación de espacios y de situaciones de tiro desahogadas que no siempre facilita el juego colectivo azulgrana para un jugador perseguido de continuo por las defensas contrarias.
Mientras cambia la racha, el escolta azulgrana gasta energía y hace 'kilómetros' a ambos lados de la cancha
Siempre con la Euroliga como referencia, Howard maneja una media de 11,4 puntos por partido cuando la pasada campaña fue de 19,5. Además, su precisión en el triple se resiente: el 28% actual queda deslucido ante el 40% del curso anterior desde más allá de la línea de 6,75. Su magia anotadora mengua, pero el baloncesto enseña que no hay malas rachas eternas para los artistas dotados de talento como Howard. Mientras, el escolta baskonista gasta 'kilómetros' a ambos lados de la cancha, con un derroche de energía notable. El Howard menos acertado está mostrando al más dedicado en defensa, aunque también tenga que pagar el correspondiente peaje con la acumulación de faltas personales. De momento, sus exhibiciones ofensivas se dosifican con cuentagotas a la espera de que cambie el viento de la puntería.
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