La baja de Steven Enoch debilita el juego interior

Ya durante el curso pasado le faltó al Baskonia intimidación y contundencia bajo los aros en una Euroliga que levanta la barrera física hasta abrumar. Un problema, entonces, agravado por la ausencia de larga duración –cuatro meses– de Alec Peters. Ahora parece que el contratiempo adquiere un rango superior por cuanto la retirada circulatoria del estadounidense golpea el puesto de 'cinco'.

Cierto que Enoch no come rivales en defensa, tanto como que dispone de un variado catálogo de recursos adelante: buena mano, juego de pies desde el poste bajo y reversos. A la pregunta de este periódico sobre si se maneja un 'plan B' o relevo temporal, el entrenador negó que a él le correspondiera contestarla. «Esa pregunta no es para mí».

Hasta la fecha, los dos partidos sin Steven se han resuelto con el sólido triunfo continental en La Fonteta la gran noche de Maik Kotsar y la derrota en el Palau (ACB) por el fundido absoluto a la vuelta de los vestuarios tras un primer tiempo de alta escuela. Sin el poste de pasaporte armenio, Peñarroya habrá de confiar en el dúo interior más fiable hasta la fecha (Costello y el estonio recién llegado) y recurrir a Tadas Sedekerskis y Dani Díez en la demarcación de 'cuatro'. «Cuando hay un lesionado –declara el preparador catalán– no hay que buscar que otro haga su papel. Sí que todos den un paso adelante».

Plantilla incompleta

El propósito de la directiva azulgrana hablaba de encarar la campaña con trece fichas del primer equipo. Pero a la inoportuna lesión de Enoch se une el hueco aún vacante reservado a un exterior de corte físico. Y, desde luego, Peñarroya no olvida semejante carencia estructural que tiene a Kurucs de base suplente –Markus Howard no es un director al uso– y necesita de Vanja Marinkovic a ratos para subir la pelota. Y el de Terrassa se mostró contundente. «Eso no se trata de 'plan B', es 'plan A' desde hace dos meses. La opinión del club y del entrenador no ha cambiado. Y a día de hoy ese jugador no ha venido».

Fiel a su manera de entender el deporte de alta exigencia, el responsable de la plantilla alavesa prefiere centrar las atenciones en su propio grupo que fijarse demasiado en el oponente. «Estamos construyendo una identidad, una forma de jugar. El equipo está compitiendo bien, no creo que le esté faltando colmillo».

En cuanto al estilo renueva la tendencia a armar un baloncesto dinámico que requiere, desde luego, defender con atención especial a las líneas de pase y candar el rebote bajo la canasta propia. El dinamismo, a su juicio, va con el tipo de jugadores que adiestra, aptos para las transiciones veloces.

Peñarroya entiende que la primera semana con tres compromisos –dos continentales y uno de ACB– desvela «la competición realmente dura con cinco partidos en nueve días y la sucesión viernes-domingo». Y admite que no queda otro remedio que aceptar el envite de las alturas. «En la Euroliga los partidos son muy físicos con equipos atléticamente muy poderosos. Es un baloncesto de contacto que dota a este torneo de un nivel extraordinario. Y nosotros no vamos a renunciar a ese juego».

«Rival legendario»

El Baskonia afronta el debut europeo este ejercicio en el Fernando Buesa Arena ante «un rival legendario, muy importante en Europa y con el entrenador más laureado». Joan considera al Partizán un «equipo repleto de jugadores de calidad» y aventura un compromiso hoy del «máximo nivel».

El cuadro de Belgrado cayó de manera contundente la jornada inaugural en Berlín (100-84), mientras que el vitoriano regresaba con el triunfo de Valencia (71-81). Pero Peñarroya prevé una tarea ardua esta noche. «El Partizán está hecho para la Euroliga. Los conjuntos de Obradovic son ricos tácticamente, con cambios defensivos constantes. Su juego exterior lleva la batuta con hombres de experiencia. Actúa sin un base puro porque los tres exteriores pueden hacer indistintamente ese papel».