«Hay que arrancar bien; no hacerlo dañó nuestras opciones los dos últimos años»

–¿Cómo llevan los primeros días de pretemporada?

–Muy bien. Para muchos de nosotros, lo principal era volver con salud. Hablo especialmente de Jayson, Toko, yo mismo... Quien más o quien menos terminó tocado la pasada campaña en lo físico, pero también en lo emocional. Al final, todos hemos vuelto con una buena mentalidad.

–¿No le hace sentir esta fase de preparación como un niño con juguetes a estrenar?

–Sí (risas). En ese sentido, siempre son divertidos los primeros días de pretemporada. Los nuevos están haciendo un buen trabajo y estamos para ayudarles a adaptarse.

–Defina a los nuevos reclutas, empezando por Youssoupha Fall.

–Es enorme. Trabaja duro. Ahora, el entrenador le empuja a esprintar y a correr la cancha. Es de esos que puede cambiar por completo cualquier partido con su envergadura. Pone buenos bloqueos, rebotea, tiene buena mano y es muy buen chico en le vestuario.

–¿Pierriá Henry?

–Está esforzándose para ponerse en forma. Tiene un estilo de juego que me recuerda mucho a E. J. Rowland, un antiguo compañero de equipo (Hapoel Jerusalem). Puede tirar, penetrar y pasar. También es duro en defensa, de esos jugadores que puede hacer muchas cosas.

–Nik Stauskas, ¿su 'splash brother'?

–Sí (risas). Cuando supe que venía Nik me alegré mucho. Es otro tirador y creo que los dos podemos hacer mucho daño sumando triples o creando juego. Es un gran tipo y algo más que un tirador puro. Merece un respeto cuando pone el balón en el suelo, juega el pick&roll o ataca el aro. Va a demostrar en Europa que es un jugador muy completo.

–Micheal Eric.

–Lo conocemos del año pasado, cuando jugaba con el Darussafaka. También es un gran atleta. Rebotea muy bien y puede jugar en el poste bajo. Un buen bloqueador y continuador y una presencia interior importante.

–Achille Polonara, el último en llegar.

–Jugué mucho contra él cuando estaba en Italia. Buen tirador, con capacidad atlética. Como rival suyo, le he visto ser un buen reboteador ofensivo. Puede darnos muy buena energía esta temporada.

–¿Qué le gusta más de este Baskonia rediseñado?

–Si analizas a los nuevos jugadores y los mezclas con los que ya estábamos creo que se busca una buena química y que todos podamos realizar varias funciones en cancha. El club ha hecho un buen trabajo a la hora de construir un equipo completo, encontrando jugadores que pueden competir aportando en varios aspectos del juego y no solo en uno.

–Son trece baloncestistas. ¿Es el número adecuado para una temporada que estira un poco más en la Euroliga con 18 participantes?

–Los clubes de la Euroliga hacen cosas diferentes. Los hay que pueden disponer de 15 ó 16 jugadores y otros cuentan con 12 ó 13. No creo que sea importante. Cuantos más jugadores hay, más rotaciones tienes en los entrenamientos; pero tengo claro que, si puedes evitar las lesiones, siempre vas a jugar con los mismos 10 ó 12 cada partido del año. La clave es mantener la buena salud, asegurarte de que haces lo correcto para recuperarte y preparar luego cada encuentro.

–¿La llegada de Stauskas varía el papel de Janning en el Baskonia?

–No creo que las cosas cambien demasiado. Soy un tirador que puede jugar el pick&roll y generar juego como un base desde el puesto de escolta. Nik y yo podemos jugar juntos o ser intercambiables. La llegada de un segundo tirador beneficia mucho al equipo.

–¿Este nuevo Baskonia carga más hacia el perímetro?

–Podría decirse así tras echar un vistazo a algunas de las nuevas incorporaciones. Pero nunca hay que olvidar que tenemos a Toko y a un grupo de buenos jugadores interiores, algunos de los cuales pueden postear. Incluso tenemos exteriores como Shields que también pueden hacerlo. Hay una la mezcla adecuada para tener un buen equilibrio de juego. Si eres un equipo que solo juega desde el perímetro, eres fácil de defender. Si solo tiras triples, el rival te va a presionar para obligarte a entrar a canasta.

–Tras los movimientos estivales, ¿cómo ve el equilibrio de fuerzas en la Euroliga?

–El CSKA ha cambiado mucho, pero han ensamblado un buen equipo. El Fenerbahce seguro que estará ahí, el Barcelona ha levantado mucha expectación con sus fichajes y seguro que el Real Madrid será un rival sólido... Hay una serie de jugadores NBA que han llegado a la Euroliga y la hacen aún más interesante. A mí me gusta nuestro equipo, con una base importante de jugadores que llevamos juntos dos o tres años. Tenemos la química apropiada.

–Ganar un título, alcanzar la Final Four... ¿Le suena la canción cuando se trata de poner objetivos a la temporada?

–Las metas siguen siendo las mismas. La clave debe ser comenzar bien la temporada y colocarnos en la mejor posición posible para alcanzar los play off. Pelear por situarse entre los cuatro primeros para tener la ventaja de campo en los cuartos de la Euroliga es básico. Hay que arrancar bien. No hacerlo dañó mucho nuestras opciones los dos últimos años. No puedes iniciar la Euroliga con un 0-4 o un 1-5. Eso hace muy complicado rehacerse. Por eso insisto en la importancia del comienzo de temporada, sobre todo teniendo tantos partidos como visitante. Luego, tenemos que hacerlo mejor en la Copa del Rey, que ha sido decepcionante para nosotros en las últimas dos temporadas. Algo parecido pasa con la Liga. Hay que evitar volver a caer en una situación similar a la de los últimos play off.

–¿La fascitis plantar que le amargó la pasada campaña está completamente olvidada?

–Sí. Me siento muy bien. Me he ocupado de curarme bien durante el verano, con descanso, los tratamientos médicos correspondientes y todo lo necesario para estar curado.

–¿Hasta qué punto le afectó estar lesionado en algunos de los momentos claves del pasado curso?

–Me mató ver los partidos de fuera por la tele y estar sentado en la esquina del banquillo en los de casa. Quería estar compitiendo junto a mis compañeros, pero no había opción. Era hacer un movimiento y sentir un dolor que no se iba.

–Su última imagen en cancha antes de romperse es la de aquella ráfaga de dos triples en la recta final del tercer partido de la serie ante el CSKA...

–Pienso mucho en aquel partido. Después de esos dos tiros estábamos tres puntos arriba y con la racha en ese momento de nuestra parte. Podría haber fallado o metido mis siguientes cinco tiros en los minutos finales. Le doy muchas vueltas. Quizás podríamos haber hecho algo especial de no haberme hecho daño.

–¿Forzó demasiado su pie la pasada temporada o era una cuestión de tiempo que cayera lesionado?

–Era romperse o estar continuamente en un círculo repetitivo. Nunca hay tiempo suficiente para descansar y recuperarse por completo en plena temporada. Jugaba algunos partidos y luego debía parar; volvía y se daba la misma situación. También era difícil para el equipo; volvía a los entrenamientos, jugaba un partido y luego tenía que estar fuera dos o tres días. Todo el mundo me miraba como preguntándome: ¿cuándo vas a recuperarte? Yo me sentía aún peor.

–Le doy un dato. Usted arranca su tercera temporada en el Baskonia y en las dos anteriores ha vivido un cambio de entrenador.

–Espero que podamos evitar que suceda algo así de nuevo. Si pasa, eso significará que nuestro arranque ha sido muy pobre. Esos cambios nunca son lo mejor.

–Muchos consideran que Janning era un jugador de la cuerda de Pedro Martínez...

–Si un jugador actúa bien a las órdenes de un entrenador se le suele poner un sello así. Llevo en Europa unos años y he jugado a las órdenes de muchos técnicos. Si ves las estadísticas o el balance de victorias siempre he hecho un papel parecido en casi todos los equipos en los que he estado. Para mí nada cambia, sea el entrenador que sea. Hago mi trabajo, ejerzo de tirador e intento hacer las cosas con las que me siento cómodo al tiempo que trato de hacer mejores a mis compañeros. Cuando estaba con Pedro, quizás él me dio un extra porque era un jugador de su gusto. Pero llegó 'Peras' y mis minutos en cancha apenas si variaron. Sé lo que se espera de mí y que puedo amoldarme a cualquier entrenador.