Villarreal 5-1 Athletic
El Athletic se desangra en VillarrealJornada 34 ·
Los rojiblancos encajan una dolorosa goleada que les condena a la lucha por la Conference tras un triste ejercicio de fragilidad defensiva y falta de punteríaUn coladero en su área y muy torpe en la contraria, el Athletic cosechó este sábado una goleada sangrante ante el Villarreal cuyas consecuencias fueron ... fulminantes en la clasificación. El sueño de la Europa League se convirtió en una quimera y la lucha por la Conference se complicó de una forma que parecía imposible hace tres semanas, cuando esa competición se antojaba un premio menor para los rojiblancos, poco más que bisutería. Ahora, en cambio, le tocará remangarse para ir a por ella como si fuese el santo Grial, hacer de tripas corazón y levantarse después de cuatro partidos, saldados con tres derrotas y un empate, en los que han emborronado de mala manera su expediente de la temporada. No lo tendrán fácil los pupilos de Valverde porque el mazazo en el Estadio de La Cerámica, unido a los precedentes funestos de las temporadas anteriores, dejan al equipo muy tocado.
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Villarreal
Reina, Pau Torres, Mandi, Alfonso Pedraza (Alberto Moreno, min. 82), Juan Foyth, Álex Baena, Capoue (Ramón Terrats, min. 56), Parejo, Yeremy Pino (Trigueros, min. 82), Nicolas Jackson (Gerard Moreno, min. 66) y Chukwueze (Giovani Lo Celso, min. 65)
5
-
1
Athletic
Unai Simón, Yuri, Aitor Paredes, Lekue (De Marcos, min. 59), Yeray, O. Sancet, Nico Williams, Ander Herrera (Vesga, min. 59), Dani García, Berenguer (Muniain, min. 59) y Williams (Guruzeta, min. 70)
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Goles: 1-0 min. 23: Álex Baena. 2-0 min. 36: Nicolas Jackson. 2-1 min. 47: O. Sancet. 3-1 min. 49: Nicolas Jackson. 4-1 min. 60: Aitor Paredes (p.p.). 5-1 min. 90: Álex Baena.
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Árbitro Del Cerro Grande. Amonestó a Capoue (min. 1), Parejo (min. 44), Pau Torres (min. 48), Ander Herrera (min. 53), Aitor Paredes (min. 54), Alfonso Pedraza (min. 58) y Williams (min. 68)
Había razones para temer una tarde dura ante un rival con mucha calidad arriba y en un buen estado de forma. El Athletic llegaba cogido con alfileres en defensa, obligado a jugar con Lekue en lugar de De Marcos y, sobre todo, a arriesgar con un central tocado como Yeray y dando la titularidad a Paredes, un futbolista muy verde. En el centro del campo, Vesga y Muniain llegaban muy justos y tuvo que jugar Herrera, otro futbolista sin ritmo. Valverde, pese a todo, intentó construir un edificio sólido, consciente de que era una prioridad absoluta ante el equipo de Quique Setién. Y no lo consiguió. De hecho, se le derrumbó del todo hasta acabar siendo, ya en la recta final del encuentro, un montón de cascotes. El mejor ejemplo del desastre fue el 4-1, pasada la hora de juego, una jugada fatal en la que Aitor Paredes primero rompió el fuera de juego tirando mal la línea y luego se acabó metiendo el balón dentro de su portería.
Se sabía que el partido iba a ser un duelo de estilos, circunstancia que nunca se sabe cómo se va a traducir en el campo. Este sábado lo hizo de la manera más emocionante posible, al menos hasta que, en el arranque de la segunda parte, el Athletic se inmoló con varios errores defensivos de grueso calibre. A partir de ese momento, cuando el submarino amarillo agrandó su ventaja y pudo jugar a placer, la emoción dejó paso a la preocupación en la familia rojiblanca. Porque lo cierto es que la posibilidad de que la marcha de Iñigo Martínez resquebraje la solidez defensiva, que es la gran virtud que sostiene a los rojiblancos, da mucho miedo.
Toma y daca
Durante el primer cuarto de hora, los dos equipos hicieron un ejercicio de funambulismo de esos que obligan a contener la respiración. Villarreal y Athletic, cada uno a su manera, con presión alta y velocidad de los pupilos de Valverde y con bonita ortografía los de Quique Setién, aprovechaban las debilidades defensivas del rival para crear peligro. Mucho peligro, habría que decir. El intercambio de golpes fue espectacular. En el minuto 7, Iñaki Williams gestó un precioso contragolpe con un gran pase a Sancet, pero luego perdonó de mala manera delante de Reina. En el 10, Pedraza hizo lucirse a Unai Simón, que le desvió un misil. Se entonó el portero rojiblanco, que poco después hizo la parada del día sacándole con la mano y desviando el balón al larguero un cabezazo a bocajarro a Yeremy Pino. Aquello era un toma y daca de esos que te mantienen agarrado a la butaca. El Athletic tuvo de nuevo el 0-1 antes del cuarto de hora, en un contraataque de Iñaki Williams que su hermano, solo frente a Reina, remató al muñeco. Habrá que confiar en que Nico mejore en esa faceta porque los errores tremendos en ocasiones meridianas que empieza a acumular esta temporada ya provocan zozobra.
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Era, en fin, el típico partido roto, de esos en los que parece que no dejan de sonar una y otra vez los chirridos de la escena de la ducha de 'Psicosis'. Lo decimos porque a los entrenadores este tipo de duelos se les antojan una película de terror. ¿A cuál de los dos equipos le convenía ese tipo de pulso? Al final resultó que al levantino, mucho más efectivo en el área contraria. En el minuto 24, Baena firmó el 1-0 con un golpeo magistral en una falta. El Athletic acusó el gol y fue perdiendo consistencia. Jackson hizo el segundo en el minuto 37 y todo parecía irse al desagüe para el equipo de Valverde. Sin embargo, una tontería de Parejo, gran futbolista que nunca ha parecido el más listo de la clase, devolvió al partido a los rojiblancos. El capitán del Villarreal decidió derribar a Berchiche cuando entraba al área pese a que no tenía ninguna opción de rematar. Del Cerro lo vio, el VAR confirmó el penalti y Sancet hizo el 2-1.
Todo estaba abierto en la reanudación. El Athletic, de hecho, salió mordiendo, pero su defensa fue una calamidad. Valverde había decidido arriesgar, como en otros partidos, tirando muy arriba la línea. El problema es que este sábado los componentes de su retaguardia no estaban ni conjuntados ni en forma. Y menos para detener las acometidas de un equipo con tanta calidad en ataque. Obligados a conducir demasiado tiempo el carro de la nitroglicerina, al final la explosión fue inevitable. El Villarreal acabó goleando y el Athletic, que tampoco tuvo suerte en dos cabezazos de Sancet y Paredes, no pudo hacer nada para evitarlo.
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