Veinte años de una goleada europea del Athletic para la historia
Se cumplen dos décadas del 1-7 del equipo rojiblanco ante el Standard de Lieja en la segunda competición continental
El Athletic está de moda en Europa. A la cabeza de la clasificación acumulando un empate y cinco victorias consecutivas, tiene pie y medio en ... los octavos de final ahorrándose una eliminatoria intermedia. Su última exhibición en un campo complicado como el del Fenerbahçe le ha incluido en el grupo de favoritos. No es la primera vez que los rojiblancos brillan en el continente, no en vano han disputado dos finales. Queda en la noche de los tiempos su primera participación en la vieja Copa de Europa, cuando cayó ante el Manchester United tras dejar en la cuneta al Oporto y al Honved de Budapest.
Hubo otro fogonazo rojiblanco más reciente en la competición internacional. El lunes se cumplen 20 años de aquel espectacular 1-7 al Standard de Lieja, que figura entre las mayores goleadas a domicilio, a la altura de la que le endosó el Olympique de Lyon al Dinamo de Zagreb en la temporada 2011-12 y el Bayern a la Roma en la temporada dos cursos después.
El elemento común entre el Athletic que deslumbró en Lieja y este que asombra a propios y extraños se llama Ernesto Valverde. Cumplía entonces su segunda temporada al frente del equipo. Era un joven técnico, novato en la máxima categoría, con las inseguridades propias de los debutantes pero con detalles que ya apuntaban a lo que después sería una exitosa carrera de más de dos décadas.
La Europa League estrenaba aquel curso 2004-05 el novedoso formato de liguillas de grupos de cinco equipos a una vuelta. La última participación europea del Athletic se remontaba a la Champions League con Luis Fernández en el banquillo (temporada 1998-99), así que, casi como ahora, llevaba un buen tiempo ausente de la competición internacional.
Tras eliminar al Tranbzonspor en la previa, registró dos victorias en San Mamés, ante el Parma y el Steaua, y una derrota en el campo del Besiktas en la liguilla. Se clasificaban para la siguiente fase los tres primeros de cada grupo, así que el Athletic estaba en la obligación de puntuar en Lieja para asegurarse el pase.
Nada hacía presagiar lo que pasaría en el estadio Maurice Dufrasne. Consumidas quince jornadas, el Athletic transitaba por la parte media baja de la Liga, era decimotercero, con tan solo cinco victorias, y acababa de ganar por 1-0 al Atlético de Madrid en el último partido antes de viajar a Bélgica.
Al gris momento deportivo se le añadía un debate abierto cuatro temporadas antes por Luis Fernández, recrudecido en el regreso de Jupp Heynckes, el técnico que le hizo debutar: Julen Guerrero había perdido su condición de titular indiscutible pero seguía disfrutando de un notable ascendiente entre la afición. La discusión estaba en la calle. La misma víspera del partido de Lieja EL CORREO anunciaba en su portada: «El Athletic busca una salida a Guerrero». Al día siguiente, el presidente Fernando Lamikiz abundaba en la necesidad de buscar una solución a una situación que consideraba insostenible: «Lo ideal sería recuperar al jugador, pero si todo sigue igual tendré que estar con él».
En Lieja, Guerrero salió del banquillo en el minuto 74, cuando el marcador ya lucía el rotundo 1-7. Los titulares de Valverde fueron: Aranzubia; Murillo, Luis Prieto, Gurpegui, Iraola, Del Horno, Orbaiz, Tiko, Yeste, Joseba Etxeberria y Ezquerro. Urzaiz, Guerrero y Karanka sustituyeron a Etxeberria, Ezquerro y Gurpegui.
Cambios oportunos
El Athletic había perdido en sus dos salidas anteriores en Europa y también flaqueaba como visitante en la Liga. Valverde cambió las cosas. Situó a Murillo de lateral derecho, a la espalda de Iraola, centrocampista pegado a la banda, y Gurpegui se posicionó como central. Yeste, a la banda izquierda, y Ezquerro y Etxeberria formaron una línea de ataque dinámica, muy distinta a cómo jugaba con Urzaiz como referencia. La locura se desató desde el pitido inicial. Marcó Ezquerro (minutos 6 y 9). Acortó distancias el Standard en el 14, lo que anunciaba un choque disputado. Pero, rebasada la media hora, Yeste hizo el tercero del Athletic.
Ezquerro completó su hat trick a los diez minutos de la continuación. Iraola, que había fallado desde los once metros con el marcador 1-2, hizo el quinto de penalti y en plena exhibición rojiblanca Del Horno y Joseba Etxeberria completaron una goleada que los 2.500 seguidores que acompañaban al equipo celebraron entre la euforia y la incredulidad.
Aquella goleada dio alas al Athletic en la Liga, donde encadenó una racha de dos victorias y dos empates que desembocaron en aquella memorable remontada ante Osasuna, pasando de un desconcertante 0-3 a un 4-3 en la última media hora. Por cierto, fue Guerrero quien culminó aquella hazaña con un gol en el minuto 89.
El Athletic recibió con alegría y confianza el emparejamiento con el Austria de Viena, optimismo que creció tras el empate sin goles en la ida, pero un inesperado 1-2 en San Mamés acabó con la carrera europea de aquel año. El noveno puesto de la Liga no le sirvió a Valverde para seguir en el banquillo, aunque abrió las puertas de la Intertoto. Dirigido por Mendilibar, un conglomerado de suplentes y jugadores del filial cayó en primera ronda ante el desconocido Ecomax Cluj en los lanzamientos de penaltis en San Mamés.
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