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Ander Herrera no puede ni dormir de las ganas que tiene de fichar por Boca Juniors. Así lo reconoció ayer en unas declaraciones al diario 'Olé'. Pues bien, como todo indica que entre hoy y mañana se formalizará su fichaje, podemos dar por descontado que ... el jugador rojiblanco va a volver a conciliar muy bien el sueño. Dicho esto, conviene hacer una precisión: ningún hincha del Athletic se va a desvelar por su marcha. Es más, es muy posible que algunos la celebren durmiendo a pierna suelta. Porque lo cierto es que esta segunda etapa de Herrera en Bilbao ha sido una completa decepción.
Como su fichaje fue el primero de Jon Uriarte –lo firmó poco después de ganar las elecciones– se hace necesario referirse a la suerte tan desigual que están teniendo las contrataciones de esta directiva para reforzar el primer equipo. Hablamos de Herrera, Ruiz de Galarreta, Djaló, Gorosabel, Nuñez y Adama. Y añadamos a Martón, que ha debutado. Lo de Herrera no admite discusión. Los datos están ahí y son sangrantes. El exjugador del Manchester United y el PSG sólo ha sido titular en 26 de los 117 partidos oficiales que ha disputado el Athletic desde su llegada en el verano de 2022. Y la mayoría de ellos han sido compromisos de escasa enjundia. Descontando los cuartos de final de Copa contra el Valencia en Mestalla en la temporada 2022-23 y el partidazo de Liga contra el Atlético en San Mamés la pasada campaña, durante este tiempo no se le ha visto en el once en ninguna de las grandes citas del equipo de Valverde.
El entrenador rojiblanco fue su gran valedor. En cuanto regresó al club tras la victoria de Jon Uriarte, impulsó la operación Herrera. Quería un buen pelotero en el centro del campo. Sin embargo, ya en esa primera campaña, en la que prácticamente sólo se habló del exjugador zaragocista para lamentar sus lesiones recurrentes y hasta para recelar en voz alta sobre su estado físico cuando fichó por el Athletic, Valverde entendió que Herrera no podía ser el jugador que él necesitaba en la sala de máquinas para darle otro aire al juego del equipo.
Esta labor la acabaría haciendo el segundo gran fichaje de Uriarte, Iñigo Ruiz de Galarreta. A partir de su llegada en el verano de 2024 –la contratación se hizo oficial unos meses antes–, el eibarrés demostró ser un caso contrario al de Herrera. Llegó, vio y venció. Se convirtió en titular indiscutible desde el primer día. De hecho, cada vez que se ausentaba la sensación de vacío que dejaba era tan aparatosa que la afición se preguntaba cómo el club no le había repescado antes. Y esta sensación no se ha extinguido. En estos dos primeros partidos de 2025, sin ir más lejos, el Athletic le ha vuelto a echar de menos. Y es que sigue siendo una pieza única.
Al éxito de 'Galaxy' le siguió la pasada temporada la feliz aparición de Beñat Prados, que a partir de diciembre de 2023 reemplazó en el once a Vesga. El caso es que Herrera acabó siendo el cuarto centrocampista de la plantilla, una posición que ha perdido tras el salto de Jauregizar. Convertido en el quinto, ya con 35 años y siendo el vigesimotercer futbolista en minutos, a nadie le ha podido extrañar que el Athletic le haya dado facilidades para irse a Boca Juniors, donde su rendimiento deportivo está por ver, pero su locuacidad y su facundia en las ruedas de prensa y entrevistas serán muy apreciadas por los argentinos.
A la espera
Este verano el club ha incorporado a dos nuevos futbolistas para el primer equipo: Álvaro Djaló y Gorosabel. Y si en el caso de Herrera y Galarreta podemos hablar de dos situaciones opuestas, en este otro caso hay que referirse a dos situaciones bastante diferentes. No se puede decir que el lateral de Mondragón haya encandilado, pero ha sido titular en diez partidos y en varios de ellos ha rendido a un nivel más que aceptable. De hecho, ya es el segundo lateral derecho por detrás de De Marcos y por delante de Lekue. Djaló, en cambio, está siendo la decepción de la temporada. Decimoctavo jugador en minutos y con un solo gol en su zurrón, el exdelantero del Braga ya apenas cuenta para Valverde. Y tampoco es de extrañar, dado que Djaló no sólo tiene mucha competencia sino que ha desaprovechado todas las oportunidades que le ha dado su entrenador. Muy tenso, sin confianza, es difícil saber cómo va a acabar respondiendo un futbolista por el que el Athletic pagó 15 millones.
Y quedan otros tres fichajes, también de suerte desigual. De Unai Nuñez se puede decir que está ahí, como ese cuarto central necesario en una plantilla, pero sin ninguna apariencia de subir en ese escalafón. Sólo ha intervenido en cinco partidos, en cuatro de ellos como titular. Su futuro es un interrogante. Adama y Martón, por su parte, fueron fichajes para el filial, con vistas a un ascenso rápido al primer equipo. Pues bien, el lateral de Dakar está siendo una de las sorpresas agradables de la temporada. Titular en ocho partidos, ha respondido muy bien las veces que ha tenido que sustituir a Berchiche; una gran noticia de cara al futuro, ya que el zarautztarra cumplirá 35 años en febrero. Lo de Martón, por último, es un misterio. Ha sumado 50 minutos en tres partidos. Si su fichaje fue difícil de entender, todavía lo es más que se pase una temporada sin jugar un futbolista que en mayo cumplirá 26 años.
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